Lo nunca visto en 'Pesadilla': Chicote, impresionado con la comida y la cocina

Muy pocas veces podemos ver a Alberto Chicote admitir no saber el defecto de un negocio que ha pedido auxilio a 'Pesadilla en la cocina'. Sin embargo, tras quedar encantado con todos los platos que ha catado en 'La habana' o con la reluciente limpieza del local, el cocinero ha detectado que el problema estaba en el personal.

Al chef de La Sexta le ha faltado llevarse en táperes toda la comida que no ha sido capaz de terminarse. Un cachopo que invitaba a devorarlo, unas patatas bravas dignas de carta, una pluma a la brasa sobresaliente o un postre para repetir. La primera toma de contacto de Chicote con esta última entrega de 'Pesadilla' ha sido inaudita por la extrema calidad de sus platos, aunque más satisfecho ha salido de una de las visitas más fugaces de la zona de fogones por la evidente higiene del establecimiento.

Ha tenido que esperar a que el personal del restaurante arranque un servicio para detectar ipso facto dónde se encontraba el motivo por el que el público no cruzaba el arco de la puerta de 'La habana': la nula organización de los empleados y la inexistente figura de un maestro de ceremonias. "Cada uno hace lo que quiere, y a cañón", ha resumido el chef tras haber presenciado el absoluto caos a la hora de sacar los pedidos.

Acto seguido, el cocinero se ha reunido a solas con Juan, el dueño, para emitirle su valoración tras el examen efectuado al restaurante. El gerente subraya que ni la comida ni el local son el problema, el fallo está en que su hija Gema no es capaz de tomar el control del trabajo: "Ella vale para cocinar para lo otro va a necesitar años". Una crítica también corroborada por el propio Chicote tras varios servicios en los que la heredera no cantaba 'oído' a las comandas, sacaba mal y tarde los platos o se ponía a llorar ante el constante desorden del personal.

Finalmente, y tras un lavado de cara del establecimiento y de la carta, el problema ha persistido en el rebautizado 'La foguera': "Ha sido una semana muy dura de trabajo pero Gema tiene que dejar de trabajar como una mera empleada y tomar las riendas del negocio". Chicote ha terminado su cometido en el local pero ha lamentado que no realicen un excelente servicio debido a la nula capacidad de la hija del dueño por coger el toro por los cuernos.