Lo mejor y lo peor de 'MasterChef Celebrity 4', una edición con la TVE debe aprender

La cuarta edición de 'MasterChef Celebrity' culminó este miércoles, 27 de noviembre, con el triunfo de Tamara Falcó, quien logró imponerse tanto a Félix Gómez como a Vicky Martin Berrocal y Boris Izaguirre en una velada marcada por la máxima exigencia de las pruebas.

[Tamara Falcó, ganadora de la cuarta edición de 'MasterChef Celebrity']

Sin embargo, este nivel culinario ha distado mucho de estar presente a lo largo de toda la temporada, con un arranque rozando la mediocridad. Concursantes como Los Chunguitos, Juan y José Salazar, Ana Obregón, José Miguel Antúnez o El Sevilla restaron interés y emoción al primer tramo del programa por su poca destreza entre fogones.

Tanto es así que los responsables del 'talent show' culinario de TVE se vieron obligados a introducir un importante giro: recuperar a dos concursantes de pasadas ediciones pasadas, Boris Izaguirre y Anabel Alonso, enfrentando a los nuevos aspirantes a una doble prueba de eliminación.

El concurso reconocía así su error de casting, con el jurado afirmando ante sus participantes que necesitaban sacudir el grupo dado el poco nivel de cocina de los famosos seleccionados. Elena Furiase y Marta Torné pagaron el pato, abandonando el espacio de la cadena pública para dejar su sitio a los dos repescados de pasadas ediciones. Ni la audiencia ni los aspirantes se lo merecían.

Este cambio hizo ganar enteros a la competición fruto de que Boris y Anabel venían dispuestos a demostrar por qué eran merecedores de esta segunda oportunidad, aportando además un punto extra de espectáculo, un ingrediente imprescindible en este tipo de formatos.

El espectáculo, su punto fuerte

Precisamente en este aspecto, en la parte más 'reality show', es donde mejor ha funcionado esta cuarta temporada gracias a contar con fuertes y dispares personalidades para garantizar el 'show' entre los fogones.

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Gente con carácter como Ana Milán y Vicky Martín Berrocal (una villana muy necesaria) se unió a perfiles más cómicos como Yolanda Ramos y Anabel Alonso, lo que ligado a la original personalidad de Tamara Falcó y al sentido del espectáculo de Boris Izaguirre ofrecieron un combo que logró salvar la edición pese a llegar a la final con la ausencia de los grandes favoritos del público (y la filtración, semanas antes, de la vencedora).

Con todo esto, 'MasterChef Celebrity' ha despedido una cuarta temporada que no pasará a la historia del formato, como tampoco sucedió con la última edición de anónimos, pero al menos sí debe de servir para marcar el rumbo del programa en el futuro. La exigencia debe ser mayor a la hora de confeccionar el casting, porque un grupo con famosos de renombre no es suficiente. Sus personalidades pueden y deben ser atractivas pero, tratándose de un programa de cocina con los mejores chefs del país cada semana, los concursantes deben tener el nivel suficiente para que la competición no solo sea emocionante sino que esté a la altura.