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'ETA, el final del silencio' | Asesino y víctima comparten mesa y mantel, sin rencor
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OPINIÓN DE 'LA TELETIPA'

'ETA, el final del silencio' | Asesino y víctima comparten mesa y mantel, sin rencor

En lugar de alimentar inquina, odio o rencor, Maixabel Lasa, la viuda de Juan Mari Jáuregui, ha optado por fomentar el diálogo, el entendimiento y la comprensión

Foto: Maixabel Lasa, cara a cara con Ibon Etxezarreta 'Potxolo', el asesino de su marido. (Movistar )
Maixabel Lasa, cara a cara con Ibon Etxezarreta 'Potxolo', el asesino de su marido. (Movistar )

"Saber que dos de las tres personas que mataron a Juan Mari están arrepentidas me reconforta. Sois los mayores deslegitimadores de la violencia armada. Ningún dirigente político de la izquierda 'abertzale' ha sido capaz de reconocer lo que vosotros habéis reconocido". Maixabel Lasa alumbra una generosa y delicada sonrisa, al tiempo que con ese encaste vasco, fruto de una sociedad absolutamente matriarcal, es capaz de pronunciar la frase más sobrecogedora que jamás un verdugo hubiera imaginado ser capaz de escuchar cara a cara.

La viuda de Juan Mari Jáuregui, ex gobernador civil de Guipúzcoa, se la suelta como si nada a Ibon Etxezarreta 'Potxolo', el asesino de su marido, mientras comparten mesa y mantel en la Sociedad Bilkoin, el local de Legorreta que antaño regentara la familia de su marido, hoy reconvertido en sociedad 'euskalduna'. Por cierto, la primera en aceptar mujeres como socias.

Hablan del asesinato con una naturalidad que duele. Si ellos pueden llegar a este nivel de entendimiento, ¿por qué el resto no somos capaces de hacerlo?

Eran las 11:30h del sábado 29 de julio de 2000. Dos miembros del comando Buruntza de ETA, con unas gafas de sol y una 'txapela' como escudo, entraron en bar El Frontón de Tolosa, se pidieron unos potes y cuando acabaron las consumiciones a sangre fría se acercaron al ex gobernador civil de Guipúzcoa, le dieron dos tiros en la nuca, salieron por la puerta principal y se fugaron. Así, sin más. Jáuregui estaba acompañado por Jaime Otamendi, en aquella época director de informativos de la televisión vasca (ETB), que aún hoy no entiende por qué no tomaron alguna medida de seguridad y fueron tan ilusos de citarse por tercer sábado consecutivo en uno de los restaurantes con más solera de la ciudad. "Aquella mañana Juan Mari se levantó y me dijo que había soñado que le mataban. Le dije que solo era un sueño y mira…".

placeholder Jon Sistiaga, director de la serie documental 'ETA, el final del silencio'. (Movistar )
Jon Sistiaga, director de la serie documental 'ETA, el final del silencio'. (Movistar )

La conversación entre víctima y verdugo, viuda y asesino, es una de las secuencias más sobrecogedoras de 'Zubiak', el primer capítulo de 'ETA, el final del silencio', una serie dirigida por Jon Sistiaga y Alfonso Cortés-Cavanillas que Movistar + estrena este mismo jueves, 31 de octubre, a las 22:00 horas.

Sistiaga arranca su viaje al averno extendiendo puentes, 'Zubiak' en euskera. Atravesando viaductos imaginarios rezuma la parte más generosa del ser humano. "No te voy a decir si te perdono o no. Te voy a dar una segunda oportunidad para que rehagas tu vida". Maixabel frente al asesino de su marido es dura con sus sentencias y espléndida con los gestos. En lugar de alimentar inquina, odio o rencor, ella fomenta el diálogo, el entendimiento y la comprensión. Sin ambages, sin sutilezas, con una lucidez que debería ser contagiosa, incluso hoy, cuando lleva 19 años sobreviviendo a la ausencia. Si, hoy, puesto que la sociedad española vive con la mecha de la violencia a flor de piel, sin que parezca que hayamos aprendido nada del pasado.

placeholder Imagen promocional del primer capítulo de 'ETA, el final del silencio'. (Movistar )
Imagen promocional del primer capítulo de 'ETA, el final del silencio'. (Movistar )

'Zubiak' arranca con la salida de la cárcel de Ibon Etxezarreta. Disfruta del tercer grado y, mientras conduce hacia la cita con la viuda, inicia un espeluznante monólogo. "He participado en una veintena de atentados, cuatro con el resultado de muerte. El primero fue en Tolosa contra Juan Mari Jáuregui, entonces ex gobernador civil de Guipúzcoa, el siguiente fue contra Santiago Oleaga, directo financiero del Diario Vasco, también estoy condenado por mi participación en el atentado de Alcorta y participé en el de Mikel Uribe, mando de la Ertzaintza, el 14 de julio de 2001, mes y medio antes de nuestra detención".

El tándem Sistiaga-Cavanillas entrelaza imágenes oníricas con la crueldad de los atentados de la época más dura de ETA y los entrenamientos furtivos de los militantes de la banda terrorista, al tiempo que entrevista a las personas que conocieron a Juan María Jáuregui. Juntos recuerdan la época en la que él mismo perteneció a la banda armada, desvelan cómo se relacionó con dirigentes del Partido Comunista, con los que coincidió en la cárcel de Basauri, como siendo gobernador civil de Guipúzcoa se convirtió en el azote de Galindo y una pieza fundamental en el juicio de Lasa y Zabala. Como construyó puentes lingüísticos y se emperró en levantar las alfombras para acabar con la manga ancha de los abusos policiales. Así era Jáuregui, un militante comprometido, orgulloso de su condición vasca, un hombre que aún estando en el punto de mira no quiso escolta y bajó la guardia.

En lo formal, si algo se les puede reprochar es el topicazo de la banda sonora. Euskadi es mucho más que el sonido de la txalaparta y el 'Txoria Txori 'de Mikel Laboa.

placeholder Maixabel Lasa con la viuda de José Luis López de Lacalle. (Movistar )
Maixabel Lasa con la viuda de José Luis López de Lacalle. (Movistar )

Al tiempo que el espectador recupera o descubre (depende de la edad) la figura de Jáuregui, en otro plano el etarra arrepentido desvela lo que recuerda de su primer atentado, que para empezar ni siquiera fue el primer intento. "Ibon, coge el Loctite que vamos para Tolosa. En el camino me enteré contra quien íbamos. Era nuestro primero atentado mortal y fue terrible". Ibon forma parte de ese grupo de etarras arrepentidos que ha visto cómo desde otros sectores de la banda los tachaban de traidores y cobardes, hasta los amenazaron de muerte.

"Prefiero ser la viuda de Juan Mari que la madre de un etarra", le dice ella. "Yo también preferiría ser Juan Mari que Ibon", contesta él

Frente a la cámara surgen los testimonios de Jesús, Xabier, Ignacio o Margarita, amigos de Juan Mari, amigos que para el espectador son personajes de la talla de Margarita Robles, entonces secretaria de Estado de Interior; Jesús Eguiguren, ex presidente del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Eskerra; Xabier Iraola, exalcalde de Legorreta o Ignacio Latierro, fundador de la librería Lagun.

placeholder Monolito en memoria de Juan mari Jáuregui. (Movistar )
Monolito en memoria de Juan mari Jáuregui. (Movistar )

Hasta aquí el capítulo podría quedar en una simple puesta en escena, una presentación de los protagonistas del baile, sin más. Lo más fuerte, lo que corta la respiración, transcurre durante la última media hora del documental, cuando surgen en todo su esplendor la hija y la viuda de Jáuregui. Maixabel se sienta a la mesa con el asesino de su marido, comparte una botella de vino blanco y, entre copa y copa, inicia una conversación de esas que como espectador te hacen replantearte muchas cosas de la vida.

Ella se acerca y trata de entender, pero también recuerda con contundencia su dolor. "Prefiero ser la viuda de José María que la madre de un etarra. Tu madre ha tenido que sufrir mucho", le dice ella. "Yo también preferiría ser Juan Mari que Ibon", le contesta él.

"Él os hubiera convencido de que lo que hacíais estaba mal". Maixabel e Ibon comparten lo absurdo de la dispersión de los presos en una época en la que ya no existe ETA, la importancia del respeto a la pluralidad. "Conociéndote a ti creo que he conocido la figura de Juan Mari. No sabía quien era realmente. Vuestro dolor hoy es mi dolor".

placeholder Imagen de Maixabel Lasa. (Movistar )
Imagen de Maixabel Lasa. (Movistar )

Hablan del asesinato con una naturalidad que duele. Al escuchar su plática resulta inevitable pensar: Si ellos pueden llegar a este nivel de entendimiento, ¿por qué el resto no somos capaces de hacerlo? ¿Por qué nos erigimos en jueces de lo ajeno sin mirar lo que llevamos dentro? ¿Por qué nos dejamos llevar por el veneno de la intolerancia en lugar de tender puentes construidos gracias al entendimiento y al respeto?

Jon Sistiaga y Alfonso Cortés-Cavanillas levantan con respeto y con lucidez la costra de la herida más reciente del pueblo vasco. Veremos cómo se enfrentan al resto de la serie. El asesinato de Miguel Ángel Blanco, que según desvela Jon Sistiaga el 50% de los vascos no saben ni quien es; los extorsionados por ETA; las nuevas generaciones que no han vivido el terrorismo; o la historia de la banda son algunos de los temas que tratan los siete episodios de la serie.

placeholder Cartela de Milagros
Cartela de Milagros

"Saber que dos de las tres personas que mataron a Juan Mari están arrepentidas me reconforta. Sois los mayores deslegitimadores de la violencia armada. Ningún dirigente político de la izquierda 'abertzale' ha sido capaz de reconocer lo que vosotros habéis reconocido". Maixabel Lasa alumbra una generosa y delicada sonrisa, al tiempo que con ese encaste vasco, fruto de una sociedad absolutamente matriarcal, es capaz de pronunciar la frase más sobrecogedora que jamás un verdugo hubiera imaginado ser capaz de escuchar cara a cara.

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