La invitada más entrañable y sincera de Chicote: "Haces llorar a la gente"

Este jueves, el equipo de 'Pesadilla en la cocina' se trasladó al municipio extremeño de Plasencia, en Cáceres, para intentar reflotar 'El jardín del pensador', un restaurante especializado en bodas, bautizos y comuniones que no atravesaba su mejor momento. Su dueño, Feli, vivía asfixiado por una deuda que ascendia a 100.000 euros tras una vida de lo más complicada.

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Uno de los momentos más emocionantes del programa fue la conversación privada que mantuvieron Chicote y Feli en un bar cercano, para analizar las causas de la actitud tan derrotista del dueño del restaurante. El popular chef escuchó atentamente el relato del propietario del local, que confesó haber estado enganchado a la heroína en el pasado, una adicción que superó, en gran medida, gracias al apoyo de su madre. "Gracias a Dios, tengo la gran suerte de tener una madre coraje que es mi pilar", confesó Feli.

Precisamente, la madre de Feli, Aurelia, hizo acto de presencia frente a las cámaras de La Sexta y se convirtió en la protagonista inesperada del programa gracias a su deslenguada personalidad y su honestidad con el presentador de 'Pesadilla en la cocina'.

"Yo le veo a usted muchas veces en la tele. Tiene buen corazón, porque le veo que es bueno, pero tiene un genio... ¡Haces llorar a toda la gente!", dijo ante un Chicote que se tomaba con humor las críticas de Aurelia. A pesar de todo, la propia Aurelia reconocía que durante su charla en persona el chef le había parecido mucho más agradable que en pantalla.

No fue el único cambio que la madre de Feli apreció en Chicote, ya que tampoco tuvo reparos a la hora de comentar el cambio físico del chef. "Está usted que no parece el mismo. ¿Ha hecho un régimen? Porque yo le veía en la tele que, madre mía, gordo... pero de a dónde va a parar", confesaba sin ningún tipo de filtro.

La participación de Aurelia no se redujo a un mero aporte cómico, ya que en la recta final del programa volvió a aparecer para mantener una conversación muy especial y emotiva con su hijo desde la emblemática ermita de la Virgen del Puerto de Plasencia.

Feli siempre ha tenido un sentimiento de culpa por todo el sufrimiento que tuvo que soportar su madre a raíz de sus adicciones y quiso aprovechar la ocasión para pedirle perdón. Aurelia, haciendo gala de su gran corazón, perdonó a su hijo por los errores del pasado y aseguró que, mientras viva, estará ahí para seguir apoyándolo. "¡Vaya pedazo de madre!", concluyó un Chicote emocionado ante este encuentro familiar.

Para despedirse de Chicote, Aurelia le regaló un táper de cabrito, uno de sus platos estrella, y una cuña de queso. Sin duda, la importancia de la figura materna y hacer que ella se sienta orgullosa fue para Feli un gran motivo por el que luchar y sacar adelante su restaurante.