Alberto Chicote se queda solo en un restaurante: "Esto no me ha pasado nunca"

'Pesadilla en la cocina' emitió este jueves la segunda entrega de su séptima temporada. Alberto Chicote y todo su equipo se trasladaron a Paiporta (Valencia) para intentar reflotar un mesón tradicional que vivía su etapa más crítica, con la suciedad y la dejadez campando a sus anchas. Sin clientes y prácticamente sin trabajadores, Emilio, el dueño del restaurante vio en Chicote su última esperanza para salvar el negocio.

[Suciedad, arcadas y precariedad en el segundo programa de 'Pesadilla en la cocina']

La cosa empezó mal desde el principio, pero sirvió para regalar a los espectadores del programa un momento de lo más surrealista. Y es que tras siete temporadas en antena, Alberto Chicote sigue viviendo situaciones de lo más peculiares.

A los pocos minutos de su llegada al local, el presentador del programa de La Sexta decidió que quería probar, además de diferentes carnes a la brasa, una de las lubinas que ofrecía el menú. Fue entonces cuando Carlos, el camarero y único empleado del establecimiento, le informó de que tenía que ausentarse para ir a comprar el pescado al supermercado. Fue entonces cuando salió por la puerta y dejó a Chicote en el local, con la única compañía de otros tres clientes en la mesa de al lado. Ver para creer... pero cierto.

"¡Se ha ido! No me ha pasado en la vida, ni en 'Pesadilla en la cocina' ni en ningún sitio, que me dejen solo en un restaurante", expresó atónito el chef. Para mayor drama, en el supermercado no tenían lubina, por lo que Chicote tuvo que conformarse con una dorada.

El popular chef aprovechó la marcha de Carlos para comentar la comida que ya le había servido. La presentación no fue del agrado del experto: "El jamón parece que lo han cortado con una de las espadas del Trono de Hierro, porque está destrozado". Por su parte, Carlos reconocía ante las cámaras que eran habituales sus viajes al supermercado, ya que el dueño del local no se molestaba en tener el género comprado previamente. "Yo en ocasiones he llegado a traer incluso huevos de mi casa", reveló.

La situación siguió empeorando y es que al regreso de Carlos, Alberto Chicote descubrió que el dispensador de aceite era realmente el envase de un ambientador aromatizado, algo que está totalmente prohibido y que podría ocasionar intoxicaciones graves entre los consumidores. ¿Qué situaciones insólitas le tocarán vivir a Chicote en las próximas entregas de 'Pesadilla en la cocina'?