Dani Mateo, sobre López y los pelos de Montero: "La libertad de expresión está incluso cuando se dicen estas gilipolleces"

Dani Mateo está de vacaciones en Marbella y no se pierde ni un concierto del famoso Festival Starlite, en el que baila y se lo canta todo. Ayer, martes 23 de julio, en el concierto de Sting, atendió a EL CONFI TV para comentar la sonada polémica de la crítica machista de Jesús López a Irene Montero, por no depilarse las axilas: "Espero que si esta tipa es vicepresidente del Gobierno se afeite los pelos del sobaco" es la frase exacta.

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El comentario no ha dejado indiferente al humorista, que puntualiza que: “Venga ya, que nos dejen a los cómicos los chistes y que los políticos hagan política que es lo que deben hacer”. Para Mateo, el comentario del edil del Partido Popular en Twitter (lleva ya más de mil respuestas) es inadmisible: “Hemos avanzado muchísimo en este país, pero si hay alguien que todavía juzga a una mujer por el pelo que tiene en el sobaco, tenemos un problema y tenemos que avanzar mucho más”.

El humorista de 'El intermedio' no se corta y cuestiona a López: “¿Era una broma lo que quería hacer? Como cómico le digo que no se dedique al humor porque si ha querido hacer una broma con lo de Irene Montero, como broma es malísima. Ahora también digo lo siguiente '¿le pondría una multa o lo metería en la cárcel?' Pues no. Soy un defensor acérrimo de la libertad de expresión, incluso cuando se dicen estas gilipolleces. La libertad de expresión está para los que dicen cosas que molestan. Incluso para demostrar alguno lo tonto que es”.

La clave del revuelo que se montó con la bandera fueron las redes sociales. Ese mismo sketch hace diez años hubiera pasado desapercibido

Dani ha estado este año en el ojo del huracán después del polémico sketch en La Sexta, en el que se sonaba la nariz con una bandera de España. “Imagínate si hubiera salido entonces con trenzas en los sobacos”, bromea. El también locutor de radio no solo se convirtió en el centro de las críticas, sino que el momento supuso la pérdida de algunos anunciantes para el programa de El Gran Wyoming y el paso del humorista por el juzgado, acusado de delitos de odio y ultraje a símbolos nacionales.

La causa fue archivada este 16 de enero. El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid acordó el archivo provisional al estimar que no hay pruebas suficientes para imputarle un delito de odio y tampoco de ultraje a la bandera, "conforme al principio de intervención mínima del Derecho Penal y la amplia libertad de expresión que viene tutelando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo", y aunque se trate de una actuación "muy desafortunada y provocadora". Ahora, que ha llovido sobre mojado después de ocho meses, Dani, explica que: “La gente entendió que la intencionalidad del sketch no era tan mala como la gente quiso ver. La clave de todo el revuelo que se montó, si te soy sincero, fueron las redes sociales. Ese mismo sketch hace diez años hubiera pasado desapercibido, porque la gente que ve 'El intermedio' ya sabe de qué palo va. Pero salió del programa, se descontextualizó y es muy difícil de explicar”.

He pasado un año que no te quiero ni contar, no quiero que la gente piense que soy más transgresor de lo que realmente soy

El catalán define aquel momento como una "tormenta perfecta". Cuando le preguntamos si ha subido su caché desde entonces nos hace una mueca “¿Mi caché? [risas] ¿a costa de qué? Porque he pasado un año que no te quiero ni contar, no quiero que la gente piense que soy más transgresor de lo que realmente soy. Yo soy un payaso que hace comedia y mi intención es hacer reír. El problema es que no te puedo hacer reír si no te gusta el tipo de humor que hago".

A medida que pasa el tiempo el actor tiene muy claro que “hubo una utilización política del sketch muy clara. Trabajar en 'El intermedio' es un deporte de riesgo. Yo lo asumo y soy consciente. Cada día saltas de un puente rezando para que la goma se tense y no te estrelles contra las rocas”.

Para finalizar también comenta la última polémica en la que el fiscal pide 18 meses de cárcel a un tuitero que se burló del niño Julen. El mismo tuitero declaró en calidad de investigado ante un juzgado de instrucción de Madrid, que solicito que siguiera el procedimiento y aseguró que eran chistes y no eran ofensivos: "Al margen de todo esto, el problema es ¿qué hacemos con el humor? ¿nos podemos reír o no? El humor puede ser malo, pero nunca delito, es lo que pienso. Si no te gustan los comentarios de alguien es tan fácil como dejar de seguir, pero prohibirlo no”.