Chicote desarma con 3 grandes pilladas a las Consejerías de Sanidad y Salud de Canarias

'¿Te lo vas a comer?' abordó este miércoles, 5 de junio, la alimentación infantil en los comedores escolares, desplazándose a diferentes localidades de la geografía española para conocer de primera mano cómo se elaboraban los menús, quién los supervisaba y, sobre todo, hasta qué punto eran nutricionalmente equilibrados.

[La policía interviene tras los insultos a Chicote en '¿Te lo vas a comer?' en La Sexta]

A lo largo de su investigación, Alberto Chicote mostró las grandes irregularidades de las diferentes administraciones públicas, pero probablemente el caso más llamativo de los abordados en el programa resultó ser el de Canarias, precisamente una de las cuatro Comunidades Autónomas con mayores tasas de obesidad infantil.

Chicote: "Cuando llevan años realizando un control y llego yo con estas evidencias, ¿qué cara se les queda?"

"En general son menús bastante pobres nutricionalmente, con muchos alimentos procesados, fritos y rebozados. Lo máximo que debería permitirse sería tres fritos al mes ya que la obesidad es un problema que, si no se coge a tiempo, deriva en cosas muy graves porque los niños se acostumbran a comer de ese modo y es muy complicado sacarle luego ese hábito", comentaba uno de los nutricionistas consultados por el espacio de La Sexta al echar un simple vistazo a los menús escolares.

Allí Chicote no solo descubrió cómo los menús diarios no cumplen con los requisitos mínimos exigidos, sino que se enfrentó cara a cara con sus responsables, a quienes sacó los colores con pruebas en la mano.

Miembros de la Consejería de Sanidad y del Departamento de Salud Pública de Canarias dieron la cara ante Alberto para explicar cómo simplemente llevan un control "a través de inspecciones sanitarias de dos visitas por colegio durante el curso" pese a que la ley estipula que ya desde la elaboración de los menús "deben ser supervisados por profesionales sanitarios con formación acreditada en nutrición". Como comprobó el propio Chicote, en la mayoría de los casos eran las propias cocineras las que decidían el menú sin ningún tipo de asesoramiento nutricional por lo que su supervisión, por tanto, dejaba mucho que desear.

"Cuando llevan años realizando un control y llego yo con estas evidencias, ¿qué cara se les queda?", les espetaba contundente el presentador, ante lo que no tenían más remedio que agachar las orejas: "Algo está fallando, desde luego. Esto no es admisible y habría que cambiarlo".

Tras esta primera gran pillada de Chicote, los miembros de la Consejería de Sanidad se comprometieron a acompañar a Alberto al día siguiente en la citada supervisión periódica que se realiza supuestamente en los colegios Canarios. Y así lo hicieron, pero el problema llegó cuando el cocinero se dio cuenta de que la visita estaba completamente preparada y, por tanto, carecía de valor.

Nada más llegar al colegio seleccionado, las autoridades presentaron al Inspector de Salud Pública del Gobierno de Canarias, quien reconocía que no se encontraba en el colegio que le tocaba ese día inspeccionar: "Hoy no, no me tocaba este", le reconocía el susodicho.

"¿Cómo qué no?", preguntaba extrañado Chicote, y saltaba la liebre: "Me pidió que acompañáramos a una inspección y nosotros liberamos a un inspector para hacerlo", replicaba uno de los altos cargos. "Ya, sí, pero yo quería acompañarle a él en el sitio en el que le tocase, no en el que hubiesen preparado ustedes. No le tocaba pero hemos venido aquí y quiero saber por qué hemos venido a este colegio en particular", inquiría entonces Alberto. "Por proximidad y porque respondía a las características", se limitaban a responder. Y pese a haberlo preparado, la elaboración nutricional de este menú tampoco acababa convenciendo al presentador.

"Es completamente falso"

Por si las dos anteriores pilladas no fueran ya significativas, Chicote se guardaba una última revelación que dejaría en bragas a los responsables últimos de garantizar la calidad de los comedores escolares públicos de Canarias: "Una trabajadora de la empresa de catering Naranjo y Enríquez, que alimenta a más de 40 colegios públicos, me dio el nombre del nutricionista que certifica sus menús, Aitor Sánchez. Da la casualidad de que es mi amigo y esto es rotundamente falso".

"Eso no puede ser, es completamente falso. Nunca he trabajado para ese catering ni tampoco he supervisado ninguno de esos menús. Cuando solemos asesorar a un colegio recomendamos que vayan abandonado de manera progresiva los alimentos procesados y apuesten por las materias primas frescas", confirmaba el propio Aitor al programa de La Sexta, dejando desencajados a las autoridades allí presentes. "En algún sitio el mecanismo falla y hay que investigarlo", se limitaban a asegurar.

'¿Te lo vas a comer?' concluía desmontando una vez más a los máximos responsables de la alimentación de una parte de la población, en este caso los niños, un grupo especialmente vulnerable y que debería estar especialmente protegido para inculcarle unos hábitos saludables para prevenir la obesidad infantil y sus más que graves consecuencias.