Isabel Pantoja ronea en 'Supervivientes' con Colate y vive la adolescencia que nunca tuvo

Llevo unos días estresada. Enciendo la tele y no sé si estoy viendo 'Lo que necesitas es amor', 'Amor a primera vista', 'Su media naranja' o 'Luna de miel'. El concurso de supervivencia se le ha quedado corto a Mediaset y ahora se trata de jugar a las parejas mientras pasan calamidades, hambre y frío.

En esta edición del 'reality', Cupido se ha instalado en Playa Uva, ha desperdigado sus flechas y la ha liado parda. Bueno... Cupido o, en su defecto, los productores de 'Supervivientes' que saben cómo influye un romance en la audiencia. En el fondo, todos somos unos románticos, no hay nada que nos guste más que una historia de amor.

Si ahora es ella la que quiere, déjenla ronear, déjenla disfrutar del tiempo perdido

Confieso que estoy encantada con la Pantoja. La tonadillera lo está dando todo. Entre las discusiones con el 'gallito' Lozano, el amago de abandono, sus ronquidos, su dedo inquisidor, el cante nocturno y su roneo con Colate, Isabel Pantoja se ha convertido en la verdadera protagonista de esta edición de 'Supervivientes'. Flechazo incluido.

En un principio, no parecía Colate el candidato perfecto para robarle el corazón a la Pantoja. Conociendo su historial, yo hubiera apostado una cena porque Carlos Lozano, que presume de perfil guaperas y canalla, estaba destinado a convertirse en el Coronado de la isla. No se olviden que fue el protagonista de 'No habrá paz para los malvados' el que supuestamente se llevó al huerto a la viuda de España en el rodaje de 'Yo soy esa'. "Fue un toro difícil de torear", confesó Coronado en el programa de Bertín Osborne.

Sin duda, la Pantoja es más lista que yo. No se ha dejado engañar por el canalla, por el exmodelo y presentador, que en el momento en el que repartieron la sustancia gris estaba de espaldas, mirándose al espejo y comprobando la perfección de sus músculos. Desde el minuto uno ella se fijó en Colate. Jorge Javier, que es muy largo, pilló al vuelo las caiditas de ojos de la Pantoja y cuando la audiencia le regaló una cama se adelantó a la cantante: "¿A que no me equivoco si digo que te gustaría compartirla con Colate?". "Pues… no te equivocas", le contestó tajante.

¡A Isabel Pantoja le gusta Colate! ¡Que paren los motores! ¡Aquí hay tomate! El presentador acababa de abrir la Caja de Pandora. ¡Hay que hacer algo... ya!

"No hubo cucharita"

Para alimentar el morbo de la audiencia, Isabel Pantoja se despidió de su tálamo acompañada por el ex de Paulina Rubio. ¡Uy, perdón! No le gusta nada que le recuerden así. Colate prefiere que lo comparen con Hugh Grant antes de que lo mencionen por su matrimonio con la cantante mexicana.

Al final, la 'Celestina Mediaset' no consiguió lo que buscaba. No hubo cucharita. La noche que pasaron juntos entre Isabel y Colate corrió el aire. Cada uno se agarró a su peluche y punto, pero hubo un gesto que la delató. La tonadillera se soltó la coleta. Confieso que dormir con la melena suelta es incomodísimo y nadie se desmelena si no quiere fiesta. Esto es de primero de seducción. Lamentablemente, la noche de amor terminó en nada.

"Lo que pasa en Cayo Paloma, se queda en Cayo Paloma, no voy a contar ni un detalle", confesaba Colate. "No, no, lo que ha pasado, ha pasado", zanjaba la tonadillera. Pues sí, a la Pantoja se le ha enamorado el alma y Colate, consciente de que no le viene mal, se deja querer.

"La Pantoja, en una nube"

Isabel Pantoja está como una adolescente, feliz, en una nube y disfrutando. Se contonea por la playa, levita entre la arena luciendo bañadores y palmito (sí, luciendo palmito, no me he equivocado, que la señora el próximo 2 de agosto cumple 63 años y ya firmarían muchos para llegar como ella a esa edad).

Isabel Pantoja estrena adolescencia puesto que nunca la tuvo. A los 7 años ya estaba bailando en el cuadro flamenco de su primo Chiquetete. Al morir su padre, ella y su arte fueron los encargados de mantener a toda la familia. La niña Pantoja recorrió la geografía española con su madre como centurión. Era imposible quedarse a solas con ella. Si no me creen revisen la hemeroteca. En aquella época, Máximo Valverde bebía los vientos por la bella gitana, pero doña Ana se atrincheró como carabina no le "fuera a robar la flor a su hija".

Su boda fue un alarde de excesos, llegó al templo del Gran Poder en una calesa tirada por cuatro yeguas vírgenes, si ella lo era los animales no iban a ser menos. Su viudez y su vuelta a los escenarios engordaron el mito. El resto ya es historia.

Dicen los que la conocen que ella siempre se ha dejado querer por todos y por todas. Si ahora es ella la que quiere, déjenla ronear, déjenla disfrutar del tiempo perdido. Esto va por aquellos que al ver las imágenes gritan a los cuatro vientos que les da vergüenza ver lo que está haciendo siendo tan mayor. Si fuera un hombre, ¿pensarían lo mismo? Basta ya de machismo.

Fernández Tapias, Risto, Pedro J, Julio Iglesias, Norman Foster, Trump, Harrison Ford, Johnny Depp, Alec Baldwin, Alberto de Mónaco, Bruce Willis, Warren Beatty, Michael Douglas, Woody Allen... Todos son tan 'padres' de sus parejas como Briggitte es 'madre' de Macron o la Pantoja de Colate. A quién le importa la edad que tenga, ella parece feliz y está dando mucho juego. Recuerden lo que escribió el poeta: en el amor, la locura es lo más sensato.

Por cierto, a los que se desgañitan y consideran que el programa está siendo demasiado partidista con la 'marinera de Honduras' yo solo les hago una pregunta: ¿Y si no estuviera ella, qué estaríamos viendo?