Javier Álvarez, el otro gran héroe desconocido de 'Pasapalabra'

'Pasapalabra' ha ofrecido un total de 50 botes desde que Mediaset España se hiciera con sus derechos de emisión, allá por 2007. Desde entonces el concurso de Telecinco ha repartido más de 18 millones de euros entre sus concursantes. Algunos han alcanzado una enorme popularidad gracias al número de programas que han necesitado para hacerse con el gran bote; pero otros, en cambio, pasarían hoy día desapercibidos para la gran mayoría de todos nosotros.

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En Telecinco, tan solo dos concursantes han hecho historia tras lograr, contra todo pronóstico, completar el rosco en su primera tarde. El último en lograrlo fue Julio Escartín, en marzo de 2017. Este zaragozano, profesor de música, se embolsó 318.000 euros tras acertar las 25 definiciones del rosco en su primer día de concurso. Sin duda, impresionante.

Fastidia que la cadena anuncie que van a dar el bote, pero es una maniobra para elevar la audiencia del concurso

Pero hay otro concursante que logró muchísimo antes, concretamente en noviembre de 2008, llevarse el bote en su primer rosco. Javier Álvarez, abogado madrileño, que acumulaba más de 10 meses de desempleo hasta el día de su participación, logró resolver de manera espectacular las 25 definiciones que Christian Gálvez le propuso en la prueba final. Lo sorprendente es que desde entonces no ha vuelto a pisar el plató de 'Pasapalabra', por lo que se ha convertido en otro de los grandes héroes 'desconocidos' en la historia del formato.

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"Me llamaron en el último momento"

"En aquella época el enfrentamiento siempre era entre chico y chica", recuerda Javier. "Nunca podían coincidir dos concursantes del mismo sexo, así que te tenían en el banquillo... por si acaso. Fue curioso porque me llamaron un lunes a las doce del mediodía para decirme si quería ir a comer a Telecinco. En aquella etapa, el programa siempre intentaba que los concursantes comiésemos juntos para conocer a los invitados. Y como yo vivo cerca de los estudios de Fuencarral, que era donde antes de grababa 'Pasapalabra', me llamaron en el último momento. Recuerdo que aquella noche había dormido muy mal, pero no me lo pensé dos veces".

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"Soy una persona bastante ansiosa, pero estuve todo el programa tranquilo", nos recuerda Javier. "Estaba convencido de que lo iba a ganar. Tenía una situación anímica muy extraña. Mis hijos me habían sometido a tal situación de seguridad que sentía que iba a resolver ese día el rosco". Tal y como nos confiesa este madrileño, "concursé como si fuera la final de la Champions para ganar segundos y así llegar mucho más tranquilo a la prueba final. Me mostré muy competitivo, pero no es algo que vaya con mi personalidad".

Javier fue poco a poco completando el rosco y tan solo cuando vio que le faltaba una palabra se puso nervioso. "La única palabra que me costó empezaba por la letra 'i'. Era una palabra fácil pero también era fácil equivocarse porque las respuestas que me venían eran varias. El término correcto era 'inalterado' y la definición 'algo que es nuevo, que no ha sido estrenado ni alterado".

"Ahora los roscos son más difíciles"

"Yo creo que ahora los roscos son mucho más difíciles que los de antes", dice convencido. "Los roscos de Antena 3 e incluso los primeros de Telecinco eran mucho más sencillos que los de hoy día. Ahora siempre hay 2 o 3 palabras 'imposibles' que las ponen para no dar el rosco", asegura este exconcursante de 'Pasapalabra'.

El interés por el programa crece de manera exponencial a medida que el bote es cada vez mayor, aunque el verdadero éxito se da cuando uno de los concursantes logra mantenerse invicto durante un largo periodo de tiempo. Según Javier, estos dos motivos garantizan el éxito del programa. A finales de enero, Fran González se hizo con el megabote de 'Pasapalabra' (1.542.000 euros) tras permanecer en el programa durante 168 entregas. Y la audiencia respaldó dicha entrega: 'Pasapalabra' firmó su mejor marca histórica tras dispararse hasta el 26,2%. Ni más ni menos que 4 millones de espectadores (4.028.000) no quisieron perderse la resolución del último rosco de Fran González.

Para muchos espectadores, los juegos introducidos por 'Pasapalabra' en las últimas temporadas han sido todo un acierto, aunque viejos concursantes como Eduardo Benito no lo ven tan claro. "Se supone que era un programa del diccionario, de aprender cosas sobre nuestra lengua. No me gusta que pregunten cosas que saben que son prácticamente imposibles de saber. Una cosa es que los concursantes sean inteligentes y otra muy diferente es que sepan absolutamente de todo. Hoy día, se preguntan cosas muy locas en estos concursos".

Javier Álvarez recuerda que hace ya 10 años 'Pasapalabra' era así. "A mí me gusta que se combinen las cosas y que no sea un concurso solo centrado en el diccionario o inaccesible para el público normal. Creo positivo que se mezcle cosas de la lengua con el cine, la literatura, el teatro...".

"He intentado colarme"

"Veía 'Pasapalabra' junto a mi hijo de 12 años y como muchas veces resolvía bien el rosco siempre me decía que fuese a concursar. Recuerdo que llamé en abril o mayo de 2008 y me devolvieron la llamada a principios de verano. Me hicieron un rosco telefónico y acerté todas", asegura tajante. Tras el verano, en septiembre, fue convocado a un casting presencial en un hotel de Madrid y tan solo dos meses después, concretamente el 10 de noviembre, lo llamaron para participar en 'Pasapalabra'.

Me gustaba mucho el rosco, pero lo cierto es que no veía el resto de las pruebas de 'Pasapalabra'

Javier Álvarez fue el primer concursante de 'Pasapalabra', ya en su etapa en Telecinco, que se hizo con el bote del programa en su primer día de participación. El concurso acababa de superar la brillante cifra de 400 programas en la cadena y con los 312.000 euros que ganó en el bote el concurso alcanzó la barrera de los 3 millones de euros en premios. En aquel momento, fue el segundo bote más alto que entregaba el concurso en Telecinco.

Javier reconoce que le gustaría regresar a 'Pasapalabra', consciente de la dificultad que entrañan hoy día los roscos finales. De hecho, tal y como nos ha reconocido en esta entrevista, ha intentado sin éxito 'colarse' en el programa dos ocasiones. "Un día vi que había un casting en el Instituto Cervantes de Gran Vía (Madrid) y entré a hacer la prueba. Hice un par de roscos por escrito y me pasaron a una prueba de cámara, sin embargo, una persona del equipo me reconoció y me dijo que no tenía que volver a pasar por aquel proceso. Aun así, hace dos meses tenté nuevamente a la suerte en la universidad, pero me pillaron y me dijeron que no podía estar allí".

"He dado una buena educación a mis hijos"

Javier Álvarez se llevó 312.000 euros de 'Pasapalabra' y aunque la cifra poco o nada tiene que ver con el bote de Fran González el madrileño ha sabido sacar provechó al premio. "Mi hija de 14 años estaba convencida de que iba a ganar, incluso ya había pensado en qué emplear el dinero del bote. Quería que hiciésemos obras en casa y así lo hicimos. Fue una obra muy gorda que si por mí fuese no la hubiésemos acometido".

Y aunque Hacienda se quedó con la mitad del premio, Javier pudo enviar a uno de sus hijos a Irlanda durante todo un año y a su otra hija a Estados Unidos. "Pudimos dedicar el dinero a la formación de nuestros hijos y a vivir con tranquilidad durante varios años".

"Desconocía la mecánica de 'Pasapalabra"

Resolver correctamente las 25 definiciones del rosco de 'Pasapalabra' no está a altura de cualquiera. En los últimos doce años más de 2.900 concursantes han peleado por alzarse con el gran bote del programa, pero tan solo unos elegidos han logrado completar con éxito esta hazaña. 50 para ser exactos.

Muchos han dedicado años de sus vidas para prepararse, mientras que otros optaron simplemente por probar suerte. Fue el caso de Javier Álvarez. "Yo no estudié ni para la carrera de abogado", confiesa entre risas este madrileño. "Siempre he tenido bastante facilidad para retener las cosas".

"Me gustaba mucho el rosco, pero lo cierto es que no veía el resto de las pruebas". Su fascinación era tal que "grababa el programa todos los días, aunque con mi hijo veía luego únicamente el rosco. Desconocía la mecánica de las pruebas, así que poco antes de ir a concursar me tuve que poner a ver con detalle cómo eran el resto de las pruebas".

"Capacidad de abstracción"

Pero si hay algo que para Javier fue fundamental eso fue la capacidad de abstracción. "Los concursantes en plató no ven el rosco, es algo que la gente desde sus casas no se da cuenta. Precisamente por ello, la parte de memoria fotográfica es esencial, sobre todo para luego la segunda vuelta. Los concursantes tienen que hacer un sobreesfuerzo para recordar las letras que han ido dejando atrás".

"La capacidad de abstracción" es otro de los factores que llevó a Javier a completar su rosco. "La atención que uno debe prestar cuando te dicen la letra sin estar viéndola es muy grande. Parece una tontería, pero lo tengo comprobadísimo".

"Me han descartado para '¡Boom!"

'Cifras y letras', 'Pasapalabra', 'Trivial'... Javier Álvarez ha tenido ocasión de concursar en algunos de los concursos más conocidos de la pequeña pantalla y aunque también ha intentado entrar en '¡Boom!' no lo ha logrado. "Yo y otros tres amigos hicimos el casting para el concurso de Antena 3, pero no nos cogieron. Ni siquiera nos llamaron y ya han pasado 2 o 3 años desde aquella prueba. Los cuatro seríamos muy buenos, pero no tuvimos ocasión de demostrarlo. Nos descartaron para '¡Boom!".

Según Álvarez, '¡Boom!' es un concurso "muy bueno", pero al igual que en 'Pasapalabra' está convencido de que introducen 3 o 4 preguntas imposibles de contestar. !Aun así el otro día (coincidiendo con la entrega 400 de Los Lobos), el equipo logró acertar correctamente del tirón las primeras 14 preguntas". De hecho, Los Lobos fallaron en la última pregunta, cuya respuesta sí conocía Javier Álvarez. Preguntaron por el país cuyo prefijo telefónico coincidía con el 91 de la Comunidad de Madrid. "Mis hijas son adoptadas de la India, así que sabía que ese era el prefijo".