El aplaudido alegato de Valentín (Los Lobos) sobre la educación y los padres en '¡Boom!'

Insubook, el equipo rival de Los Lobos, destacó este martes en '¡Boom!' la importancia que tiene la inteligencia emocional, especialmente en los niños. La inteligencia emocional es la capacidad que tenemos las personas para gestionar, comprender o manejar nuestras emociones. Según el psicólogo y periodista estadounidense Daniel Goleman, este conjunto de habilidades, entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo, además de ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida, nos permite desarrollar y tener mejores relaciones con los demás.

Antes de la tercera bomba, aprovechando el comentario de Insubook, Juanra Bonet quiso también conocer la opinión de Valentín. El profesor del equipo Los Lobos realizó un discurso sobre cómo actualmente se da demasiado peso a los profesores a la hora de educar a los niños y cómo, en muchos aspectos relacionados con la predisposición al aprendizaje, han de venir dados de casa. Las redes sociales destacaron de manera muy positiva el alegato de Valentín.

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"Si no hay emoción no se aprende"

"Yo trabajaba con niños pequeñitos, de 3 a 5 años, y eso es fundamental... las emociones", arrancó diciendo Valentín. "Si no hay emoción no se aprende porque aprender es un deseo. Y resulta necesario crear las condiciones de desear aprender y crecer".

"Cuando yo trabajé con ellos, en los años 80 y 90, nosotros llamábamos (a esa capacidad) 'conseguir la transferencia dentro del aula en el grupo', que es un término más psicoanálitico. Esto de la inteligencia emocional es un poco posmoderno", aseguró el concursante zamorano. "Lo que aporta de nuevo es compartimentar la inteligencia que creo que no se debe (hacer), porque la inteligencia es un global y hay que construir todas las cualidades y calidades a la vez".

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"Aprender a educar"

Antes de finalizar su alegato a favor de los profesores, Valentín Ferrero quiso recordar el papel que tienen los padres en la educación de sus hijos, algo que en la sociedad actual parece haber pasado a un segundo nivel. "La sociedad deposita cada vez más responsabilidad en las escuelas y se la quita a las familias, que son las principales responsables de que los niños estén sanos y tengan la capacidad de tener una emoción sana, porque la violencia también es una emoción".

"Los daños emocionales vienen con los niños de casa", y solucionarlos no es una tarea que le corresponda a la escuela

"Las familias deben ser muy conscientes de que tienen trabajo que hacer en casa". Según Valentín Ferrero, "cuando los niños llegan a la escuela ya llegan con las taras. Pedirle a la escuela que resuelva eso es una tarea que no le corresponde. La escuela ayuda, acompaña, enseña... pero los daños emocionales vienen con ellos de casa. Las familias deberían aprender a educar y a querer a sus hijos".