La divertida experiencia de El Cigala en la mili: "Mi madre me traía bocadillos"

Bertín Osborne entrevistó por primera vez a El Cigala en 'Mi casa es la tuya' y le preguntó tanto por su vida personal como profesional. El cantaor flamenco no dudó en contar su experiencia en el servicio militar, donde era arrestado día sí, día también.

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El Cigala relató en el programa cómo se dio cuenta de que quería ser cantaor. "Me doy cuenta desde chico, desde que mi padre traía a Paco de Lucía, Manolete, Mario Malla y aristazos al patio de casa y los veía cantando y bailando. Un día me llevaron a ver a mi tío Rafael Farina en el Teatro Calderón y cuando lo vi bajar las escaleras cantando dije: quiero ser así. De regalo de Reyes quería ser como él, lo tenía clarísimo. Al final los Reyes me concedieron ese regalo de la vida que es cantar lo que tú quieres y como tú lo sientes".

La mayor mentira a sus padres

El cantaor tuvo tiempo de hablar sobre algunas anécdotas de su infancia y adolescencia, como cuando mintió a sus padres sobre su paradero. "Siendo menor de edad engañé a mis padres porque les dije que me iba a Londres y me fui a Japón con 15 años. Falsifiqué la firma de mi padre y dije que me iba un mes de gira a Londres. Cuando se enteró porque llamé diciendo que estaba en Tokio, al gitano por poco le da un jamacuco. En ese viaje me sentí solo y había días que me levantaba depre al estar tan lejos".

"De allí me gustaba que las mujeres se vistieran con los palillos, me gusta mucho Japón, además es un país muy seguro. Se me fue la cabeza de emborracharme y disfrutar con los amigos y decir: ¿tenemos que ir a tocar? Ya no me lo puedo permitir pero me ha pasado alguna vez".

Servicio militar

"Hice la mili en transmisiones dentro de Prado del Rey y de los 13 meses que estuve, me tiré 8 arrestado. Muchas veces era porque no iba vestido con el uniforme, casi siempre iba de faena con el mono. Otras veces era porque se pasaba lista y no estaba o porque me faltaba algo, era un auténtico desastre. Incluso a veces me ponía a cantar despertando a todos", relató El Cigala.

"Me encantaba estar arrestado porque mi madre me traía bocadillos, me metían en la prevención y estaba sentado y viendo la tele. Fue una época bonita, haces buenas amistades, te ríes y hay mucho compañerismo. Aun así, lo pasé fatal con el periodo de isntrucción, me salieron unas ampollas...Me metían en la mochila unas piedras para andar y les decía: "meted aunque sea fruta", concluyó.