Luces y sombras de Tinet Rubira, productor ejecutivo de 'OT 2018' y 'Tu cara me suena'

Tinet Rubira se ha convertido, por méritos propios, en uno de los protagonistas de 'Operación Triunfo'. Uno de los componentes de la cúpula de Gestmusic, productora responsable del talent show musical que emite Televisión Española, ha traspasado la barrera del despacho para convertirse en una persona mediática. El experto se muestra desde hace tiempo sin filtros y participa activamente en todo lo que ocurre en el programa, ya esté directamente relacionado con él o no.

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Su figura, como ocurre en la mayoría de estos casos, debería ser conocida de puertas para dentro, pero Tinet es la excepción. No solo es fácil encontrar mensajes personalizados en redes sociales y foros de internet aplaudiendo o condenando sus decisiones, sino que se ha convertido en un elemento más en los programas de su empresa (entre los que actualmente también se encuentra 'Tu cara me suena').

Desde que en el año 2011 dejara su faceta como director de espacios (llevó la batuta de las ocho primeras ediciones de 'OT', las dos de 'La granja de los famosos', 'Hotel Glam' o 'El castillo de las mentes prodigiosas') para meterse más a fondo en Gestmusic, Rubira ha ido a más hasta ser conocido dentro y fuera de la industria. De ahí que se haya convertido en el productor deseado (o tal vez no) por los programas.

A continuación, analizamos sus luces y sombras tras examinar sus intervenciones públicas en los últimos años, tanto en ruedas de prensa y entrevistas como en redes sociales:

Puntos a favor

1. Profesionalidad. La profesionalidad de Rubira es indudable. Ha estado ligado al mundo de la televisión casi desde que terminó su etapa de formación allá por los años 80. Sabe de lo que habla y cómo se habla, moviéndose como pez en el agua en la pequeña pantalla.

2. Pasión por su trabajo. Se nota que a Tinet le gusta lo que hace y lo defiende con uñas y dientes. Durante la rueda de prensa de 'OT 2018' se podía observar cómo presentaba con un orgullo sobresaliente todas las novedades. No se dejó ni un solo detalle por desvelar a los periodistas que allí se encontraban.

3. Persona accesible. Es de agradecer que la persona que mejor conoce el programa (ya que él toma las decisiones finales) tenga cara y nombre para sus seguidores. Asimismo, gracias a la 'adicción' que tiene a las redes sociales, es fácil hacerle preguntas o sugerencias y recibir una respuesta.

4. Afán siempre de mejorar. Puede que parezca un tópico, pero Rubira es una persona inconformista que siempre quiere dar un paso más allá. Es consciente de que continuamente se puede mejorar, dar un giro de tuerca a lo que ya tiene entre manos, jugar con el factor sorpresa...

5. Reconoce sus fracasos. Puede que no siempre lo haga a la primera, pero al final es consciente de sus fracasos profesionales y así los asume. Igual que cuando algo funciona alardea de ello, cuando otro proyecto no ha gustado al gran público o se ha hecho mal también sabe hacer autocrítica.

Puntos en contra

1. Intransigencia ante las críticas. Con sus tuits en la mano y algunas declaraciones en medios de comunicación, llegamos a la conclusión de que no lleva muy bien las críticas. En líneas generales parece que a Tinet le cuesta encajar otros puntos de vista y opiniones diferentes a la suya.

2. Exceso de protagonismo. No hay polémica relacionada con alguno de sus programas en la que no esté metido. Más allá de dar la cara por sus productos, en ocasiones da la sensación de que busca cierto protagonismo ante cualquier cuestión, llegando a convertirse en el centro del conflicto.

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3. Cae en la provocación. En no pocas ocasiones la defensa que hace de sus espacios se le va de las manos. A estas alturas ya todo el mundo sabe cómo funciona Twitter, la impunidad que existe ante las faltas de respeto y la cobardía que se esconde entre los usuarios que no usan su nombre y su rostro. Pero Tinet, en vez de pasar de los haters, entra una y otra vez en los ataques que recibe.

4. Le fallan las formas. Justamente hablando de esas respuestas en las redes sociales, ha llegado en multitud de ocasiones a ponerse a la altura de aquellas personas que le embisten, tanto en el tono como en las palabras. Quizá, por el puesto de trabajo que tiene, debería controlar algunas de esas contestaciones que no hacen más que restarle credibilidad.

En definitiva, nos encontramos ante un directivo de televisión poco convencional que está más expuesto públicamente de lo habitual. El catalán deja al descubierto su parte pasional y guerrera, lo que conlleva aspectos positivos y negativos, algo que puede sumar o restar a la imagen de sus productos. Lo que queda claro, tanto para bien como para mal, es que todo lo que lleva la marca Gestmusic está relacionado mediáticamente con él.