Dos fugas en 'Pesadilla en la cocina' por Chicote, que estalla: "No te aguanta ni Dios"

Chicote hizo frente este miércoles, 27 de junio, a un nuevo reto en 'Pesadilla en la cocina': reflotar el restaurante La Casuca. Si normalmente los cocineros y camareros no se lo ponen fácil, por su actitud, en esta ocasión alcanzaron nuevas cotas contra el chef, llegando a desertar dos personas ante su llegada.

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Cinco eran los integrantes del restaurante cuando Chicote llegó, pero solo tres de ellos aguantarían la presión creada por el popular rostro: el padre y la hermana de la dueña tiraban la toalla y no regresaban al restaurante tras una tensa disputa con Alberto. El causante: un steak tartar.

Tras desertar: "Ha dicho que no vuelve, que su steak tartar es de 10"

La cocinera jefe se mostraba orgullosa de su elaboración, pese a que tanto uno de los comensales como el propio Chicote se lo criticaban duramente: "La carne está asquerosa", decía uno de los clientes, pidiendo que le cambiaran el plato.

Alberto Chicote estaba de acuerdo: "Esto es carne picada, no un steak tartar. Yo tampoco me lo comería". La cocinera no llevaba nada bien las críticas a su plato estrella y abandonaba el programa. "Ha dicho que no vuelve, que su steak tartar es de 10".

Ni rastro de ella ni de su padre en la segunda parte del espacio, momento en el que Chicote realiza terapia con los protagonistas y renueva tanto el restaurante como su carta. "No van a volver, que lo dejan todo en nuestras manos", confirmaba la dueña del bar.

"Lo que acabas de hacer es de vergüenza"

Con estas palabras reaccionaba Chicote ante la mala noticia: "Dos personas para sacar un servicio y un ayudante. Si ayer fue imposible, hoy ya...". Dicho y hecho. Un completo desastre, con la camarera completamente desquiciada con los clientes, a quienes llegaba a decir que "se iban a quedar sin comer", fruto de no saber gestionar la presión.

"¿Tengo que aguantar que me vaciles? Lo que acabas de hacer es de puta vergüenza", le espetaba contundente Chicote tras ver su mal trato a los clientes. Ella trataba de justificarse, pero le podía la impotencia de no saber reflotar su restaurante: "Me falta el canto de un duro para mandar a tomar por culo todo, a él y al bar".

Chicote: "O estáis dispuestos a currar o esta va a ser vuestra tumba"

"He escuchado una cantidad de sandeces ahora que hablabas pensando que no estaba... Se me quitan las ganas de todo. No puedes tratar a la gente de esta forma", le reprimía una y otra vez Chicote, tratando de hacerle ver que tiene que cambiar de actitud: "No hay Dios que te aguante así".

"Tienes que cambiar la actitud y lo sabes", le reiteraba su marido, reconvertido a cocinero tras las deserciones. "Por lo menos me he quedado, pero ganas no me han faltado para pirarme como tu padre y tu hermana. O estáis dispuestos a currar o esta va a ser vuestra tumba", continuaba contundente Chicote, quien se ponía manos a la obra para salvar la situación.

Una remodelación del local, una sesión de coaching con ambos protagonistas para mejorar su actitud y sus ganas, y una renovada carta eran los ases en la manga con los que 'Pesadilla en la cocina' puso la carne en el asador para reflotar el restaurante. El primer servicio no mejoró en exceso, pero con la ayuda de Chicote todo cambió de forma notable. ¿Seguirá así en el futuro o caerán en la misma espiral de tensión que les ha llevado a recurrir al programa de La Sexta?