Así ha sido el paso de Anabel Alonso en 'MasterChef': de "las retales" al beso con Jordi

Anabel Alonso se ha convertido en la octava expulsada de 'MasterChef Celebrity' tras no poder presentar ningun plato en la prueba de eliminación. La actriz se había convertido en una de las protagonistas de la edición gracias al peculiar tándem que integraba junto a Bibiana Fernández, autodenomidas como "las retales" por su tendencia a quedarse las últimas en la elección de equipos.

Además de los hilarantes momentos de amor-odio que ambas representaron, la vasca también ha destacado por sus dotes culinarias y su gran tenacidad, rasgo que quedó patente cuando salió airosa del reto de capitanear a los dos equipos a la vez o al intentar sobreponerse a los fatales errores que la llevaron a la eliminación.

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El eclair de la discordia

La prueba de eliminación de la noche se convirtió en un auténtico suplicio para Anabel. Edu, como vencedor del anterior reto, fue el encargado de repartir los diferentes postres entre sus compañeros. La actriz fue agraciada con el eclair, uno de los más sencillos del catálogo a primera vista, pero que supusó su sentencia.

Tras equivocarse al no diferenciar entre gramos y libras, Alonso se desconcentró y fue hilando errores e imprecisiones que la llevaron a no tener nada que presentar, algo inédito en una reto de salvación. Aún así, la vasca destacó por su pundonor y por no darse por vencida hasta el final. Pese al varapalo, el jurado le reconoció su entrega y su sentido del humor, lo que emocionó a la actriz y a sus compañeros.

Peineta y olé

Aunque la relación entre Anabel y Bibiana ha pasado por todas las etapas posibles, ambas actrices se han caracterizado siempre por su gran sentido del humor. "Las retales" pusieron la nota de color durante las primeras siete galas gracias a sus bromas y sus disfraces, cuya clímax tenía lugar en la grada desde donde los concursantes salvados observan el desarrollo de la prueba de eliminación.

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El dúo, siempre que se salvaba de acudir al último reto, realizaba un pequeño teatrillo en el plató, haciendo las delicias de todos los presentes con sus diálogos surrealistas. Uno de los vestuarios más comentados fue el conjunto de mantilla y peineta que se enfundaron para "hacer bonito" y decorar la barandilla. La cosa no quedó ahí y acabaron cantando 'Francisco Alegre' para expresar su alegría por no tener que cocinar en la prueba final.

Alta tensión entre fogones

Pero no todo han sido risas entre Bibiana y Anabel. El volcánico carácter de la que fuera chica Almodovar acabó chocando con la vasca, lo que provocó algunos de los choques más sonados entre fogones. La tensión alcanzó su punto más álgido en la quinta gala, cuando Bibi le pidió a Alonso que no discutieran mientras trabajaban, a lo que la dobladora de Dory respondió que eso era lo que siempre hacía ella.

Este reproche encendió los ánimos de Bibiana, que pasó al ataque, recordándole a su compañera que lo único que había hecho era "machacar las gambas". La disputa fue a más y, tras varios intercambios diálecticos, Anabel pidió que ésta dejase de gritar y ensuciar. "Límpialo y no te quejes" fue la respuesta que obtuvo, lo cuál provocó la mediación de Saúl para que reconducir la situación.

El apasionado beso con Jordi Cruz

La quinta gala no solo tuvo momentos tensos, también hubo hueco para el amor. En la prueba de eliminación, Anabel, que se encontraba en el balcón de los salvados, se atrevió a pedirle un beso a Jordi... y éste aceptó. La actriz se llevó una muestra de cariño del chef y desencadenó una lluvia de besos, coronado con el que tuvo lugar entre Eva González y Saúl Craviotto,

"¿Por qué no me besas a mí, Jordi?", cuestionó Anabel, ante la cara de incredulidad del chef, quién tras pensárselo un segundo, aceptó el envite. Con gritos de "cómele la boca" de fondo, la actriz bajó contoneándose ante la divertida mirada del cocinero y ambos acabaron fundiéndose en un intenso beso.

Las cómicas también lloran

Si algo ha demostrado la segunda edición de 'MasterChef Celebrity' es que las emociones están a flor de piel cuando se trabaja en una cocina. Muchos han sido los concursantes que han soltado lágrimas, bien por impotencia, rabia o cansacio, pero la primera que se emocionó fue Anabel, quién rompió a llorar y no pudo articular palabra en la segunda gala tras presentar la elaboración con la que pretendía salvarse de la eliminación. "Es la primera vez que lloro delante de una cámara sin interpretar", aseguró.

Al observar la escena, Silvia Abril no pudo evitar empatizar con su compañera y también dejó escapar alguna lágrima. "Nos dedicamos al humor pero tenemos corazón y somos frágiles. Intuí que se rompía, aunque no le veía la cara, pero el hecho de que no hablara... Y yo me rompí con ella", afirmó la catalana.

"No te rías de mi oficio"

Los principios no suelen ser sencillos y el comienzo de Anabel en el programa tampoco lo fue. La actitud de la intérprete no hizo mucha gracia al jurado en la primera gala, ya que pensaban que no se tomaba suficientemente en serio el concurso. Así se lo hicieron saber durante la valoración de su plato en la prueba de eliminación, donde Jordi le reprendió con dureza.

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"Tienes una parte que es maravillosa, hace mucho tiempo que te veo en televisión y me encanta la guasa que traes, pero aquí, en 'MasterChef', queremos ver tu guasa, sí, pero cuidado con reírte de mi oficio porque yo no me río del tuyo", le advirtió Cruz con cara seria.