'La línea roja', el debate digno y justificado que buscaba Mediaset España

Este martes, 26 de septiembre, Cuatro ha vuelto a poner a disposición de Jesús Cintora su prime time con el estreno de 'La línea roja', el tercer coqueteo de Mediaset España con el género de debate en menos de 3 meses.

Tras las burdas intentonas del grupo para devolver la tertulia al horario de máxima audiencia, Cuarzo Producciones ha conseguido con su espacio encontrar un enfoque digno y un tono justificado que dé un giro de tuerca óptimo a una idea manida y, en su planteamiendo, poco atractiva para el espectador.

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Una idea jugosa y atractiva

'La línea roja', que busca enfrentar a dos personas de niveles socioculturares y educación similares para que expongan los argumentos que les han llevado a posicionar su opinión en torno a diversos temas, no limita su campo de acción a un encorsetado plató plagado de testimonios polémicos y faltos de corazón. El programa se encarga de mostrar, en una rápida fotografía, el entorno natural de sus debatientes y el origen de sus posturas.

El espacio de Cuatro y su presentador se encargan de sacar al tertuliano de su zona de confort, enfrentándolo de bruces con su realidad más opuesta, a golpe de un choque cultural que apoye o lo libere de su ideología. Es aquí donde reside su idea y práctica más innovadora, que se convierte en el punto más jugoso y atractivo de un formato que ha vuelto a dejar sin argumentos a la tauromaquia, un sobado y ajado 'hot topic' que parece siempre estar de actualidad.

La actitud, riesgo y contenido de 'La línea roja' es una de las pruebas más vivientes y plausibles que demuestran que ningún género televisivo vive exento de poder ser revolucionado con una nueva fórmula o dirección que consiga adaptarse a una nueva manera de consumir contenido y conseguir mover a su espectador. Así lo prueba su impacto en Twitter, donde ha logrado erguirse como el espacio más comentado del día durante su horario de emisión gracias a su conexión con un público que necesita y ha logrado posicionarse a un lado de la línea roja.