Así fue la (insulsa) gala de sorpresas familiares de 'Gran Hermano 17'

'Gran Hermano 17' vivió este jueves 24 de noviembre la esperada gala de los familiares, cargada de sorpresas y de (poca) emoción. Los primeros en recibir la visita fueron Rodrigo y Bea, protagonistas de la semana en el 'reality show' tras vivir la primera hora sin cámaras de la edición. Las madres de ambos, unidas dentro de un corazón, fueron intercalándose en las ventanas en las que se encontraban sus hijos para besarles y comentarles que todo estaba bien. Pero esta no fue la única sorpresa para la pareja, pues ambos recibieron a tres amigos, con los que vivieron mayor emoción, siendo quienes más genuinamente disfrutaron, sobre todo ella.

Posteriormente llegó el turno de Alain, quien por fin pareció emocionarse. En su caso, sus familiares más cercanos no pudieron acudir, por lo que tanto su hermano como sus sobrinas y su mejor amigo le enviaron un emotivo vídeo que dejó la francés sin palabras.Su otra sorpresa fue un poco más extraña, pues una mujer vestida de catwoman le puso un arnés atado a una goma de la que tirar para poder acercarse a su amigo Olivier allí presente, acto seguido aparecería su hermano. Por si fuera poco, al final llegó su perro, regalando un auténtico momentazo. Lástima que su sorpresa se viera lastrada por las limitaciones del programa, pues Alain no llegaba a sus seres queridos, y estos no podian extenderse por miedo a tirar el decorado.

Miguel también tuvo que hacer ejercicio para poder recibir su sorpresa, pues corriendo en una cinta pudo hablar y tocar a su madre, quien le transmitió todo el amor del mundo. Después pudo descansar y besar a su tía, a quien no hizo más que pedirle una empanada. Su corte de pelo fue TT en todas sus conversaciones. "Tenía mucho miedo de que no me apoyaráis", le decía a su madre, quien replicó que "el amor de una madre es incondicional". Del mismo modo apareció también una de sus mejores amigas, transmitiéndole mucho apoyo.

Aunque Simona resultó expulsada, la rumana también tuvo su sorpresa antes de irse. Fue su novio el que acudió a la casa de Guadalix de la Sierra para abrazarle y darle muchos ánimos en este momento tan difícil. Ya expulsada, Simona no tuvo ningún artificio en su visita, pues el novio acudió directamente a la sala de expulsiones y pudieron hablarse y tocarse sin impedimentos.

A Meritxell le tocó vivir el mismo proceso que a Miguel para poder disfrutar de la compañía de sus familiares. A la primera que vio fue a su hermana, a quien no podía parar de repetirle lo mucho que "la ama". Idéntica reacción a la que tuvo con Laura, quien hay que recordar que fue aspirante a concursante durante la primera semana de concurso. Posteriormente fue el turno de su también amiga Anna, todas mujeres que le dijeron que "siguiera fiel a sí misma".

Adara fue la última en recibir su sorpresa, la cual siguió el mismo procedimiento que la de Alain, siendo en este caso un ninja el que le colocó el arnés. A la primera que vio fue a su madre, quien le habló con pasión de su buen hacer en el 'reality' e incluso de la legión de fans que tiene. Su tia fue la segunda en aparecer, enviándole un mensaje similar. El plato fuerte fue Pol, quien le reiteró su amor incondicional.

Punto y final a la noche de las visitas familiares con las sorpresas para Adara, a quien el público le regaló una noche junto a Pol. Pese a todo, el resultado fue una velada un tanto insulsa por la poca entrega que demostraron tanto los concursantes como sus familiares. Faltó realismo, lágrimas y emoción, mucha emoción.

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