La UER recula y suspende la votación de noviembre sobre la participación de Israel en Eurovisión 2026

La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha dado marcha atrás. El organismo responsable del Festival de Eurovisión ha suspendido la votación extraordinaria prevista para el próximo 15 de noviembre sobre la posible expulsión de Israel del certamen, y ha decidido retomar el calendario original, trasladando el debate a la Asamblea General de diciembre, que se celebrará los días 4 y 5 en Ginebra (Suiza).

Según publica el medio austriaco derstandard.at (país anfitrión de la próxima edición del festival) y avanzan periodistas de The New York Times como Alex Marshall, este movimiento llega apenas unas horas después de que se iniciara un proceso de paz en Oriente Próximo que ha derivado en un alto el fuego y un intercambio de rehenes y prisioneros entre Israel y Palestina.

La UER reconoce que existe “una clara necesidad de un debate abierto y presencial entre los miembros sobre la participación de Israel en Eurovisión 2026”. El Consejo Ejecutivo, encabezado por su vicepresidente Petr Dvořák, justifica la marcha atrás en “la nueva situación política” y en el deseo de que la decisión “no se tome de forma precipitada ni por votación telemática”.

Un debate que divide a Europa

La decisión supone un frenazo en seco a las tensiones internas que se habían intensificado en las últimas semanas. Hasta cinco países, entre ellos España, Irlanda, Países Bajos, Islandia y Eslovenia, habían amenazado con retirarse del concurso si Israel competía en Viena mientras continuara el conflicto en Gaza.

Por el contrario, otros socios relevantes como Alemania o la propia Austria, país anfitrión, defendieron públicamente la presencia de la delegación israelí. “Israel tiene que estar allí. Es un escándalo que se esté discutiendo siquiera”, llegó a declarar el canciller alemán Friedrich Merz.

La presión cruzada llevó a la UER a adelantar el debate a noviembre, pero el nuevo contexto diplomático ha cambiado por completo el tablero. Con el inicio del acuerdo de paz impulsado por Estados Unidos, el organismo busca ahora ganar tiempo y rebajar la tensión entre los miembros más enfrentados.

España mantiene su posición: “Si Israel participa, TVE no”

De momento, la postura de RTVE sigue siendo firme. La corporación española reiteró el pasado jueves, a través de su directora de Comunicación, María Eizaguirre, que España no participará en Eurovisión si Israel no es excluida del certamen: “No hay cambios respecto a lo aprobado por el Consejo de Administración”, recalcó durante la presentación de los 18 candidatos del Benidorm Fest 2026.

La medida, aprobada por mayoría en el consejo del ente público, supondría la primera ausencia de España en Eurovisión en toda su historia, un gesto político y simbólico sin precedentes dentro de la UER. Esta postura, en cambio, podría variar de aquí a la asamblea de diciembre, en función de cómo se desarrollen los acontecimientos en Oriente Próximo o, por el contrario, mantenerse como gesto de protesta ante el genocidio.

Una decisión aún abierta

La principal incógnita ahora es si en la Asamblea de diciembre habrá votación o no. Algunas fuentes cercanas al organismo apuntan a que la UER podría limitarse a un debate sin carácter vinculante, lo que garantizaría de facto la participación de Israel en Viena 2026.

Sea cual sea el desenlace, la crisis ha dejado en evidencia la fractura interna de la UER y el carácter político inevitable de Eurovisión, un festival que, pese a su lema de “unir a Europa a través de la música”, vuelve a verse condicionado por el contexto geopolítico internacional.

Con el calendario español previsto para febrero de la mano del Benidorm Fest y los preparativos ya en marcha en Viena, la incertidumbre sobre la participación de Israel —y, por extensión, de España— mantiene en vilo a toda la maquinaria eurovisiva. El próximo mes de diciembre, en Ginebra, se sabrá si Eurovisión 2026 se celebra con todos… o sin algunos de sus históricos protagonistas.