La cadena pública israelí KAN ha dado un nuevo golpe de efecto en el tablero eurovisivo. A apenas unas semanas de la votación decisiva sobre su continuidad en el certamen, prevista para noviembre, la televisión del país ha confirmado que pondrá en marcha su tradicional preselección nacional, Hakokhav Haba (La próxima estrella de Eurovisión) en el canal Keshet 12. Un movimiento que muchos analistas interpretan como una maniobra de presión hacia la Unión Europea de Radiodifusión (UER), responsable de decidir si Israel podrá participar en Viena 2026.
En un comunicado difundido en hebreo a través de redes sociales, KAN confirmó que “el representante israelí para Eurovisión 2026 en Viena será elegido como parte del programa Next Star for Eurovision de Keshet 12”, un formato que lleva nueve temporadas en antena y del que han salido candidaturas como la de Yuval Raphael, segunda clasificada en Malmö 2025. La televisión también anunció oficialmente que emitirá las semifinales y la final de mayo en sus canales Kan 11 y Kan BOX, además de la aplicación oficial y sus radios asociadas.
Con este anuncio, la corporación no solo deja clara su intención de acudir a Viena, sino que actúa como si la votación sobre su expulsión fuera un mero trámite. Apenas unos días antes, la KAN había publicado un comunicado en el que advertía de las “implicaciones” de un posible veto, asegurando además que cualquier medida extraordinaria requería el apoyo del 75% de la Asamblea General de la UER. Sin embargo, el organismo europeo se apresuró a desmentir ese extremo, aclarando que bastará una mayoría simple —más del 50%— para adoptar la decisión.
El gesto israelí llega en un momento de máxima tensión. Hasta la fecha, cinco televisiones públicas han anunciado que no participarán en Eurovisión 2026 si se mantiene la delegación hebrea: RTVE (España), AVROTROS (Países Bajos), RÚV (Islandia), RTVSLO (Eslovenia) y RTÉ (Irlanda). A ellas podrían sumarse Bélgica y Portugal, según diversas informaciones, mientras que Noruega, Finlandia e incluso la BBC británica aparecen en distintas quinielas como posibles aliados de este bloque.
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El contexto internacional no juega a favor de Israel. La incursión en Gaza, iniciada hace dos años, ha deteriorado la imagen del país en foros internacionales y ha derivado en un debate creciente sobre la idoneidad de su presencia en el festival musical más visto de Europa. KAN, sin embargo, insiste en que Eurovisión es un concurso “cultural y apolítico”, defendiendo que su exclusión supondría un precedente peligroso.
En cualquier caso, la cuenta atrás está en marcha. La votación, inicialmente prevista para diciembre, se adelantó a noviembre por la presión internacional y se celebrará en una sesión extraordinaria. Israel, lejos de esperar en silencio, acelera su maquinaria eurovisiva para transmitir el mensaje de que, pase lo que pase en la UER, su hoja de ruta sigue intacta. Un desafío que coloca al festival en la encrucijada más delicada de su historia reciente.
La cadena pública israelí KAN ha dado un nuevo golpe de efecto en el tablero eurovisivo. A apenas unas semanas de la votación decisiva sobre su continuidad en el certamen, prevista para noviembre, la televisión del país ha confirmado que pondrá en marcha su tradicional preselección nacional, Hakokhav Haba (La próxima estrella de Eurovisión) en el canal Keshet 12. Un movimiento que muchos analistas interpretan como una maniobra de presión hacia la Unión Europea de Radiodifusión (UER), responsable de decidir si Israel podrá participar en Viena 2026.