Benidorm Fest 2023: luces y sombras de la preselección española para Eurovisión

• Benidorm Fest, en directo

Con la victoria de Blanca Paloma, llega a su fin la segunda edición del Benidorm Fest, un evento que estaba en el punto de mira, tras las polémicas que en cierto modo pudieron enturbiar su estreno. 2023 debía ser el año de la consolidación, el posterior al histórico 'Chanelazo' de España en Eurovisión. En definitiva, el de asentar las bases de la apuesta más poderosa de Televisión Española que se recuerda en las últimas décadas.

Ahora que se apagan los focos y se cierran las puertas del Palau D'Esports de L'Illa, es el momento de hacer balance. En EL CONFI TV, sección de televisión de El Confidencial, hemos estado presentes en la ciudad alicantina toda la semana, siguiendo minuto a minuto todo cuanto sucedía delante y detrás de las cámaras. A continuación, señalamos las luces y las sombras que ha tenido este año la preselección eurovisiva.

Las sombras

La técnica, una asignatura pendiente

En este 2023, después del éxito de la edición anterior, el Benidorm Fest ha contado con un presupuesto que rebasa los 4 millones de euros, un millón más que en 2022, según datos que ofreció el Portal de Transparencia de RTVE a Newtral. Un 58% de la cuantía ha estado destinado a la productora responsable, de nuevo Boomerang TV, que realiza el formato musical más potente de nuestra televisión, La voz y sus distintas versiones.

Sin embargo, el sonido de las galas ha sido mejorable y ha lastrado algunos espectáculos, como el de Sharonne, el de Aritz Aren o el de José Otero. Por otro lado, Rakky Ripper, eliminada en la segunda semifinal, alzó la voz contra la productora por falta de entendimiento con su equipo, sobre todo, en lo que a la iluminación se refiere.

Artistas demasiado noveles

No puede negarse que, en algunos casos, se ha echado en falta un mayor aplomo sobre el escenario. Para el Benidorm Fest 2023, el comité de expertos que elige las candidaturas optó por artistas desconocidos, algo positivo siempre y cuando no sea sinónimo de inexperiencia, con todas las consecuencias que ello acarrea para el show televisivo.

Así las cosas, quedaron al descubierto las carencias de concursantes como Aritz, bailarín profesional, pero cantante en ciernes. También las de Sofía Martín, que interpretando su Tuki supo lo que era subirse a un escenario de grandes dimensiones por primera vez, o las de Fusa Nocta, con más callo sobre las tablas, pero con un tema difícil de plasmar correctamente en televisión si no se usan los recursos de forma adecuada.

Los presentadores, perdidos en ciertos momentos

Una de las novedades que presentaba este Benidorm Fest era el plantel de presentadores. Máximo Huerta y Alaska se bajaban de la preselección española y dejaban hueco a Mónica Naranjo, uno de los grandes reclamos de la edición, y a Rodrigo Vázquez, que se va asentando como uno de los rostros de referencia de La 1 por su buen hacer en El cazador y en Todos contra uno.

De esta forma, solo Inés Hernand, más pegada al público joven y al lenguaje de las redes sociales, repetía como conductora del formato. No obstante, de cara al futuro, sería necesario que la Corporación repensase el guion de los programas para hacer que estos tres perfiles, tan distintos entre sí, se complementen. En determinados puntos de las galas, parecía haber una ligera desconexión entre los comunicadores, así como altas dosis de improvisación en lugar del seguimiento de unas directrices claras, por ejemplo, entre actuaciones, cuando el equipo ha de desmontar una puesta en escena y colocar la siguiente en tiempo récord.

El desarraigo de la audiencia

Consolidar una marca como la del Benidorm Fest no es algo que pueda conseguirse en un año. Esta carrera de fondo implica una estrategia cristalina, en la que es importante cuidar los detalles, como la forma de presentación de los candidatos. Ni un microespacio enlatado de menos de 10 minutos, ni una gala atropellada y repleta de fallos técnicos (Benidorm Fest. Los elegidos, emitida a finales de octubre), es buena forma de conectar a los espectadores con el grupo de artistas entre los que está el próximo representante de su país en Eurovisión.

Tampoco ayuda que, como cualquier buen festival que se precie, no exista un cabeza de cartel potente, un gancho que atraiga al público generalista, más allá de los seguidores del certamen europeo. No es que sobren artistas emergentes en la hornada de participantes de 2023, pero sí se ha echado en falta algún que otro nombre atractivo, como pudieron serlo Rigoberta Bandini, Rayden, Azúcar Moreno o Javiera Mena en 2022.

¿El resultado? Una primera semifinal que perdió casi dos puntos respecto a la del año pasado (10% y 1.728.000 espectadores) y una segunda que se quedó en el unidígito (9,4% y 1.020.000 espectadores), casi cinco puntos menos que en la de la primera edición. Toca valorar los datos y extraer conclusiones, si bien los números no son precisamente alentadores.

Las luces

La música en TV es una buena noticia

En una era de plena revolución en el consumo de la música, que esta suene en televisión siempre será una buena noticia. El Benidorm Fest coloca en el foco musical y televisivo a artistas que probablemente, a través de otra vía, nunca hubieran conseguido ese nivel de exposición. Los 18 concursantes, cada uno con los recursos de los que disponen, han trabajado muy duro para ofrecer un show de calidad durante los escasos tres minutos de actuación.

Semifinales impredecibles

El hecho de que este año el cartel del Benidorm Fest se componga de rostros casi desconocidos para el espectador medio encierra un punto a favor: es más fácil que el televidente vea el festival sin demasiadas expectativas y se sorprenda con los espectáculos de artistas que, hasta ese momento, les eran totalmente ajenos. Al espectador le resulta casi imposible lanzar una predicción del resultado de las votaciones, lo cual genera mucha más emoción, ingrediente fundamental de la televisión en directo.

Sorpresas en este sentido no han faltado, tanto para bien como para mal. En la primera semifinal, a pesar de no pasar la criba, Sharonne acercó la cultura drag queen al público masivo y demostró sus entrenadas cualidades vocales cantando Aire. Las Twin Melody, cuya elección como candidatas fue muy criticada, callaron bocas, evidenciando que son capaces de ofrecer un número de altura, al son de Sayonara. En la segunda eliminatoria, quedó patente que presentar una escenografía cuidada y tener el apoyo de una discográfica no es sinónimo de avanzar en el concurso. Si no, que se lo digan a Alfred García, que no logró pasar a la final con su Desde que tú no estás.

Ampliación del jurado profesional

Uno de los aspectos que elevaron el Benidorm Fest 2022 prácticamente a una cuestión de Estado fueron las votaciones del jurado. Mientras que el televoto manifestó que las representantes de España en Eurovisión debían ser las chicas de Tanxugueiras, los profesionales auparon a Chanel Terrero a lo más alto, convirtiéndola en nuestra abanderada en Turín.

Para evitar males mayores, este año TVE ha ampliado el jurado de expertos. Ya no son cinco, sino ocho, los que tienen un poder de decisión del 50% en la elección de la candidatura ganadora. Cada miembro del jurado posee una pantalla en su asiento para valorar las actuaciones desde plató, basándose en unos criterios acotados por un comité de expertos del ente público. Eso sí, por muy marcadas que estén estas pautas, la diversidad de opiniones entre los jueces a todas luces hace el proceso más enriquecedor.

El Benidorm Fest siempre será mejor que lo anterior

Con sus errores y aciertos, con la posibilidad de pulir detalles año a año, pero España necesitaba un Benidorm Fest. Eurovisión, el evento no deportivo más seguido del planeta, tiene todas las cualidades para despertar un interés inmenso, siempre y cuando se plantee una estrategia lógica para promocionarlo dentro de nuestras fronteras.

No hace faltar echar la vista demasiado atrás para ver de dónde veníamos. Objetivo Eurovisión, Mira quién va a Eurovisión, Destino Eurovisión... Distintos títulos, galas similares. Esas en las que Televisión Española iba a cubrir el expediente, a seleccionar a un candidato que ese año estuviera dispuesto a pasar el trago. Programas que no mostraban al completo el talento a raudales que existe en nuestro panorama musical. La mejora es obvia, pero no olvidemos los antecedentes, en los que es fácil caer de nuevo. Conviene no dormirse.