Ucrania, ¿ganadora de Eurovisión? Cómo influye en las apuestas la guerra con Rusia
En medio de la guerra, el país es el gran favorito para ganar el festival. Sus representantes, Kalusch Orchestra, han alzado el que es un "himno" para los ciudadanos ucranianos
No solo Italia, con Mahmood de nuevo como representante en Eurovisión 2022 junto a Blanco, tras visitar ya el festival en 2019, o la propia España, más presente que nunca en las apuestas del festival y entre los favoritos que tienen opciones para llevarse el micrófono de cristal, están liderando la carrera del Festival de la Canción de Eurovisión. Ucrania, en plena guerra contra Rusia —expulsada del concurso por la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y del propio ente tras invadir el país vecino con una operación militar que ha dado paso a "una crisis sin precedentes", manifestaba el organismo público— ocupa la parte alta de la tabla de las apuestas de Eurovisión en un gesto de solidaridad que podría materializarse en la final del festival con la victoria del país gracias a la unión de Europa por una política común de rechazo a la invasión de Ucrania en todos los frentes.
A pesar de la polémica que persiguió a la cantante Alina Pash, quien fue elegida en un primer momento para representar a la delegación ucraniana en Eurovisión 2022 y que retiró finalmente su candidatura el pasado mes de febrero ante el polémico revuelo en redes sociales que había generado un viaje suyo a Crimea —una república autónoma bañada por el mar Negro que Rusia se anexionó de forma ilegal en 2014—, los actuales representantes ucranianos para Eurovisión, Kalush Orchestra, parten en Turín con un respaldo comunitario que podría hacer, sumado al voto popular, que Ucrania se alzase con el triunfo en Eurovisión 2022 por solidaridad.
Rather impressed but also confused by how Ukraine is still expected to win #eurovision this year, according to current odds. pic.twitter.com/ruXcJUIT1f
— James K Puchowski (@kvisleis) March 13, 2022
La casa de apuestas Betfair, el portal por excelencia en el que se monetizan las apuestas del festival, lleva semanas dando por ganador más probable a Ucrania, seguido del anfitrión Italia, Suecia, Reino Unido y, en actual quinto lugar, España. Pero Betfair no está sola en el barco, ya que como se puede comprobar en la página web Eurovision World son varias las casas de apuesta que colocan a Ucrania en el puesto número 1 en cuanto a opciones de ganar, con un 60 % de posibilidades —era un 35 hace unas semanas— frente al 10 % de Suecia o Reino Unido o el 5 % para Chanel Terrero, la representante de España, e Italia. Aquí las tornas han cambiado un tanto, ya que Suecia ha tomado el relevo a Italia y Reino Unido ha crecido.
Este buen augurio se ha gestado de la atracción que ha cosechado Kalush Orchestra durante la promoción previa a Eurovisión, tanto por la propia historia del grupo como por la letra misma del tema que, a pesar de que el Festival de la Canción de Eurovisión prohíbe palabras con un tinte político expreso, ha sabido recoger el mismo sentimiento de solidaridad con el pueblo ucraniano que se manifestó, por ejemplo, con la intervención del presidente Volodímir Zelenski en el Congreso de los Diputados patrio. "Siempre encontraré el camino a casa, incluso si todos los caminos están destruidos", dice llegado un punto la canción de 'Stefania', que en un principio se escribió pensando en la madre del vocalista, pero que ha adquirido un mayor significado.
El vocalista del grupo, Oleh Psiuk, ha liderado un grupo de voluntarios para proveer de ayuda y medicamentos a quienes salían de Ucrania
Tras asegurarse su presencia en Turín al conseguir un permiso especial para salir del país a pesar de la ley marcial que obliga a los hombres en edad militar a quedarse dentro de las fronteras, después de estar separados por la guerra —consiguieron por primera vez ensayar de forma presencial el pasado 2 de abril en la ciudad de Leópolis— y de servir incluso, en el caso de uno de los miembros de la banda, en el campo de batalla, el grupo de raperos optó por hacer un tour de conciertos, arrancando desde Israel, que le sirvió tanto de promoción antes del festival como para recaudar fondos con el objetivo de reconstruir su país. El vocalista del grupo, Oleh Psiuk, ha liderado además durante parte del conflicto un grupo de voluntarios para proveer de ayuda y medicamentos a las personas que trataban de salir del país como refugiadas, en sintonía con lo que informa por ejemplo 'Reuters'.
Así, en este contexto de guerra, los seis miembros de la banda que mezcla rap y música tradicional y que representa a Ucrania en Turín han sembrado un caldo de cultivo de favoritos que ya en el pasado, pegado también el país al conflicto con Rusia, garantizó una victoria. Ya de por sí, para empezar, la canción de 'Stefanía' se ha convertido, en palabras del propio cantante líder de Kalush Orchestra, en un "himno" para los ciudadanos ucranianos. "Queremos mostrar al mundo la música ucraniana, el espíritu y lo invencibles que somos. Realmente necesitamos apoyo en este momento difícil", ha interpelado incluso la banda en declaraciones recogidas por 'The New York Times'. “No importa en qué circunstancias vayamos a Eurovisión, intentaré ser útil para Ucrania. Incluso si [la guerra] termina en un futuro cercano, no será fácil porque necesitaremos mucho tiempo para reconstruir. El país está en ruinas”, ha añadido asimismo Psiuk.
El antecedente de la victoria de Jamala
Las reglas por las que se rige el Festival de la Canción de Eurovisión son claras: el concurso es "un evento apolítico" y se pide a los países que en ningún caso se politice o instrumentalice con un fin concreto. Sin embargo, para ningún espectador es una sorpresa el hecho de que las votaciones están muy condicionadas por los países vecinos y por cierta geopolítica. De hecho, en el pasado el conflicto bélico y las tensiones con el Gobierno de Vladímir Putin ya se colaron en el escenario de Eurovisión, jugando al límite de lo que la UER permite en su espectáculo.
Ya en la edición de 2009, año en que el festival se celebraba precisamente en Moscú, la apuesta de Georgia resultó polémica —una canción bajo el título en inglés 'We Don't Wanna Put In' en un claro juego de palabras al presidente ruso que acababa de dejar el cargo un año antes—, y se resolvió finalmente con los organizadores rechazando el tema por ser abiertamente político y no respetar las reglas de Eurovisión en lo referente a que no están permitidos "letras, discursos o gestos políticos o de naturaleza similar". La polémica se daba después de una guerra entre Rusia y Georgia y la letra decía de forma insinuante en el estribillo algo así: "No queremos permitir, el movimiento negativo, está matando el ritmo".
En aquella época, tropas y tanques rusos entraron en Georgia para dar respuesta a un intento militar georgiano de retomar la región rebelde de Osetia del Sur, respaldada por el Kremlin. Así, las fuerzas rusas ocuparon franjas de territorio y bombardearon objetivos en Georgia antes de retirarse en su mayoría a Osetia del Sur y otra región disidente, Abjasia.
En lo que se refiere a la trayectoria de Ucrania, a la que en preselecciones como la del representante alemán, Malik Harris, sí se ha apoyado con un mensaje explícito, hay un precedente que aúpa la teoría de lo que podría pasar: la victoria de Jamala en Eurovisión 2016 con la canción '1944'. Esta tártara de Crimea, cuyo nombre real es Susana Jamaladinova, triunfó con un tema sobre la deportación de cientos de miles de personas de su patria en el mar Negro por parte del exlíder soviético Joseph Stalin, dos años después de que Rusia se anexionara de forma ilegal el territorio. Al año siguiente se le prohibió la participación a Rusia después de que Ucrania y las emisoras públicas europeas pidieran la expulsión del país de la UER.
No solo Italia, con Mahmood de nuevo como representante en Eurovisión 2022 junto a Blanco, tras visitar ya el festival en 2019, o la propia España, más presente que nunca en las apuestas del festival y entre los favoritos que tienen opciones para llevarse el micrófono de cristal, están liderando la carrera del Festival de la Canción de Eurovisión. Ucrania, en plena guerra contra Rusia —expulsada del concurso por la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y del propio ente tras invadir el país vecino con una operación militar que ha dado paso a "una crisis sin precedentes", manifestaba el organismo público— ocupa la parte alta de la tabla de las apuestas de Eurovisión en un gesto de solidaridad que podría materializarse en la final del festival con la victoria del país gracias a la unión de Europa por una política común de rechazo a la invasión de Ucrania en todos los frentes.
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