Cómo ser Edurne o los 7 trucos para ser una verdadera estrella eurovisiva

Las alfombras rojas sirven para que las personas normales se conviertan en estrellas. Antes de dirigirme este domingo al último acto del día que los periodistas teníamos que cubrir de la agenda televisiva, me preguntaba por qué estaba programado el paseo por la alfombra tres horas antes de la recepción oficial en el Ayuntamiento de Viena. En un momento pensé que quizá respondería al número de países, pero en realidad son 40 los que participan.

Si cada delegación gastaba tres minutos en recorrer los cerca de 200 metros extendidos de la tela roja hasta la puerta del ayuntamiento, sobraba todavía una hora. Pero si algo estoy aprendiendo en Eurovisión, es que aquí las estrellas lo son de verdad. Y si no lo son, tienen la prueba de la alfombra roja para convertirse en ellas… Quizá te preguntes qué hace falta para ser una estrella eurovisiva. Aquí te damos alguna pista, por si algún día quieres proponértelo y no llegar a la alfombra roja sin la proposición de serlo, porque es la prueba de la verdad.

1. Presencia. O al menos, saber cómo puedes sacar partido de ella. Los artistas que desfilaron el domingo por la alfombra roja parecían modelos… Modelos de todo tipo, guapos, feos, extraños de ver, sugerentes… Cada uno en su estilo, pero todos marcaban fuertemente su personalidad a nivel exterior para llamar la atención y que todos los focos se fijaran en ellos, desde los desgarbados austríacos hasta los rockeros finlandeses. Nuestra Edurne destacó por su belleza y simpatía por encima de todo, y porque como en cada ocasión en la que sale al público, iba muy acertada con su estilismo, con un elegante vestido cebreado ajustado y con escote corazón.

2. Cantar. Y hacerlo bien. Quizá esta sea una de las pruebas de fuego más importante para los cantantes… Hay cientos de medios de comunicación que a lo largo de la alfombra le preguntarán las mismas cosas y le pedirán una y otra vez que canten un trozo de la canción. Por tanto, llegará a muchos eurofans y de forma totalmente natural… A capela y sin instrumentos. Como estrella, debes saber bien qué trozo de la canción escoger, el más pegadizo o en el que luzcas bien tu voz. Edurne es lista y eligió para la ocasión su grito descarnado a lo tarzán del tema "Amanecer", "IeIeeeeo" donde lució la potencia de su voz para encandilar a todos los medios de comunicación. El resto de estrellas hicieron lo mismo, muchos de ellos estaban tan dispuestos a cantar que incluso antes de que se lo pidieran, ya lo hacían. Puede que sea una de las operaciones de marketing más importantes para los próximos días.

3. Hordas de fans: que todos se aglutinen con tu bandera y gritando tu nombre. Puedes contratarlos para que hagan mucho ruido con el objetivo de hacer temblar a tus rivales para los próximos días, o bien tener el magnetismo de Edurne para traer a cientos de aficionados españoles hasta Viena durante una semana. Detrás de la barrera de los periodistas, los eurofans españoles se agolpaban con sus banderas en primera fila para aclamar a la madrileña, dedicarle piropos y muchos "Ieieeeo", a su paso por la alfombra roja hasta el ayuntamiento de Viena. Con su simpatía habitual y entre entrevista y entrevista, Edurne les dedicaba saludos y sonrisas, para hacer que las horas de espera y los aplastamientos de todos ellos mereciera la pena.

4. Saber un inglés perfecto. Cuanto mejor hables inglés, más entrevistas podrás dar y mas reclamado serás. El inglés es el idioma universal del Festival, incluso todos los periodistas españoles que acudimos a las ruedas de prensa y recepciones como la alfombra roja, hablamos inglés para dirigirnos a Edurne: la intención es que los medios internacionales también vean lo bien que se desenvuelve y la información que puede aportar para vender mejor su papel en el Festival. Es una delicia escuchar a Edurne hablar en un inglés tan correcto y hacer tan buen papel frente a los medios internacionales, en la que nunca pierde la positividad y disposición por atender a todos, desde el más grande hasta el más pequeño. Y esto solo lo hacen las estrellas de verdad, porque siempre van iluminadas por ese aura natural.

5. Mimar a los eurofans. Es imprescindible: tanto si como artista has sido seguidor del Festival como si no, has de mimar a todos los eurofans que sacrifican vacaciones, familia y sueldos por estar allí durante una semana a verte. Quien no lo sepa, está perdiendo muchos puntos, porque los eurofans además de ser "hooligans" del representante de su propio país, también lo son de otros a los que admira por sus carreras, su voz o canción, y por quienes están dispuestos también a esperar en la salida del hotel o perseguir hasta el Stadte Hall para conseguir un selfie. Incluso algunos eurofans se han convertido en eurobloggeros, disfrutando del mismo acceso que los periodistas tienen a todos los actos de prensa que se organizan dentro del Festival. Y son a ellos a quienes a veces echan mano los artistas para preguntarles qué les parece todo, si lo hacen bien o qué opinan de la actuación. Tomarse la opinión de todos ellos en serio hará que estos hagan mejor prensa de ti en todos los círculos en los que se mueven. Y sobre todo, que te defiendan a muerte cuando la ocasión lo merece. Edurne lo sabe bien, y sigue este consejo a rajatabla, hasta el punto de aprenderse el nombre de alguno de ellos cada vez que le ve en estos actos. Es la mejor manera de aumentar el fervor de los eurofans y llegar lo suficientemente fuerte para la final.

6. No dejar de sonreír. Quizá este sea el consejo que mejor sabe llevar Edurne. Además de ser positiva, es una de las cantantes que más está disfrutando su presencia en Eurovisión: nunca le falta una sonrisa aún cuando los eurofans, bloggeros y periodistas le piden más selfies de lo habitual. Ella disfruta con ello, nunca pone pegas, y siempre se muestra agradecida con las muestras de cariño a través de su sonrisa. Eurovisión no está hecho para personas que no saben dibujar sonrisas en la cara ni para aquellos que tienen poca paciencia con los actos, fans y obligaciones a cumplir.

7. Destacar en las ruedas de prensa. En su primer contacto con los medios en Viena, Edurne utilizó sus habituales armas para realizar una buena aparición en prensa: simpatía, sonrisa, disposición y belleza. Pero supo muy bien cómo aprovechar la circunstancia del halago de un fan australiano para hacer una convocatoria diferente: le regaló a capela la canción que le estaba mencionando. Edurne se llevó más aplausos de lo habitual y dejó con muy buen sabor de boca a todos los presentes, y un recuerdo imborrable a aquel fan para el que se ganó una lealtad imperecedera.