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'Britney vs. Spears': el documental de Netflix que pone contra las cuerdas a Jamie Spears
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'Britney vs. Spears': el documental de Netflix que pone contra las cuerdas a Jamie Spears

Un nuevo documental relata los intereses ocultos detrás de la tutela permanente que ha ejercido el padre de Britney Spears durante 13 años y que acaba de retirarse

Foto: Manifestación en apoyo a Britney el pasado mes de julio en Los Ángeles. (EFE)
Manifestación en apoyo a Britney el pasado mes de julio en Los Ángeles. (EFE)

Britney Spears ya es libre. Al menos parcialmente, ya que ha logrado desprenderse de la tutela que ha ejercido su padre sobre ella desde hace 13 años y que le ha impedido tomar cualquier tipo de decisión sobre su vida personal y profesional, negándole incluso el derecho a elegir a su propio abogado o a tener hijos. Tan solo un día antes del juicio, celebrado en Los Ángeles el pasado 29 de septiembre, Netflix estrenó 'Britney vs. Spears', un documental que desentraña los entresijos judiciales del caso y recorre el infierno que ha vivido la cantante bajo el férreo control de Jamie Spears y su entorno.

Aunque 'Framing Britney Spears', el documental producido por 'The New York Times', ya sacó a la luz casi todos los detalles del caso, Netflix prometió que el suyo contendría pruebas y testimonios inéditos hasta la fecha.

"El interés por seguir explotando a la gallina de los huevos de oro es evidente"

'Britney vs. Spears' es el resultado de la investigación de la cineasta Erin Lee Carr, toda una experta en este tipo de formatos. Hace dos años ya se puso al frente de 'En el corazón de oro', el documental de HBO sobre los terribles abusos sexuales que cometió Larry Nassar contra más de 250 gimnastas estadounidenses. Para investigar el caso de Britney ha contado con la colaboración de Jenny Eliscu, redactora de la revista 'Rolling Stone', que entrevistó a la estrella en dos ocasiones y estableció con ella una estrecha relación de amistad.

placeholder Cartel del documental de Netflix 'Britney vs. Spears'. (Netflix)
Cartel del documental de Netflix 'Britney vs. Spears'. (Netflix)

El documental de Netflix narra la lucha de la llamada princesa del pop, todo un icono para varias generaciones, por recuperar el control de su vida tras su sonada crisis de 2008. Aquel año, la cantante perdió la custodia de sus hijos tras divorciarse de Kevin Federline, un hecho que hizo mella en su salud mental y provocó su ingreso en una clínica psiquiátrica. Fue entonces cuando su padre, Jamie Spears, se convirtió en su tutor legal por orden judicial para proteger sus finanzas.

Testimonios inéditos

El documental pretende demostrar que el control que ha ejercido Jaime sobre su hija ha sido totalmente abusivo y que no se ha limitado a salvaguardar su patrimonio, que ronda los 60 millones de dólares, sino a explotar a la cantante para seguir generando ingresos millonarios a su costa. Como tutor legal, Jaime se ha adjudicado un sueldo mensual de 16.000 dólares y un 1,5% del beneficio de la venta de las entradas de los conciertos.

'Britney vs. Spears' también señala a otras personas de su entorno que se habrían beneficiado económicamente de la tutela, como Lou Taylor, la antigua representante de Britney; o Jaime Lynn Spears, su hermana pequeña.

placeholder Britney Spears en una entrega de premios de los Video Music Awards. (EFE)
Britney Spears en una entrega de premios de los Video Music Awards. (EFE)

Carr aporta diversos testimonios como el de un abogado especializado en tutelas legales, ​​Tony Chicotel, que explica ante las cámaras datos muy esclarecedores. Por ejemplo, que las tutelas deberían aprobarse únicamente tras haber agotado otras vías menos restrictivas o que la ley desaconseja que los tutores legales sean los familiares directos, para evitar que entren en juego intereses económicos. En cualquier caso, las tutelas permanentes suelen aplicarse con ancianos que han perdido totalmente sus facultades mentales o con personas que sufren algún tipo de discapacidad intelectual, no con casos como el de Britney, que debería haberse revisado anualmente. Sin embargo, sus abogados nunca lo solicitaron a pesar de que Britney mostró su desacuerdo en numerosas ocasiones.

Otro de los asuntos que la cinta pone en duda es el informe médico que propició que se decretase la tutela, que diagnosticaba a Britney como enferma de demencia. El documental trata de demostrar que fue el psiquiatra James Edward Spar el encargado de realizar el polémico diagnóstico, aunque este lo niega.

En cualquier caso, si la enfermedad que sufría era tan grave, ¿por qué le permitieron seguir trabajando? Bajo la tutela, Britney Spears ha trabajado sin descanso con el beneplácito de la Justicia: ha sido jueza del programa 'Factor X', ha publicado cuatro discos, ha lanzado varios perfumes, además de realizar cuatro giras mundiales y dos residencias en Las Vegas, con conciertos prácticamente a diario.

placeholder Manifestación a favor de Britney en Los Ángeles. (EFE)
Manifestación a favor de Britney en Los Ángeles. (EFE)

Lo cierto es que Britney Spears no ha dejado de ser rentable tras dos décadas de carrera. Desde que pulverizó todos los récords con su disco debut en 1998, 'Baby One More Time', que vendió más de 30 millones de copias, no ha parado de regalarnos 'hits' como 'Oops!... I Did It Again', 'Toxic', 'Womanizer', 'Gimme More', 'Till The Words Ends', 'I Wanna Go', entre otros. Su lista de éxitos es interminable. Y el interés por seguir explotando a la gallina de los huevos de oro es evidente, según el relato que defiende Erin Lee Carr.

Las piezas clave del caso

Una de las figuras clave en las que se centra el documental es en la de Sam Ingham, el abogado designado para Britney en contra de su voluntad que nunca luchó por acabar con la tutela permanente. La prohibición de que la estrella pudiese elegir a su propio abogado ha provocado toda una oleada de rumores y teorías, que apuntan a que Ingham podría haber trabajado en la sombra para Jamie, aprovechándose económicamente de la situación e impidiendo que la cantante recuperara el control de su vida.

Por supuesto, desde el entorno de Jamie Spears siempre han negado las acusaciones, desviando la atención hacia otras dos personas: Adnan Ghalib y Sam Lufti, expareja y exrepresentante de la cantante, respectivamente. Jamie siempre ha defendido que ambos intentaron aprovecharse económicamente de su hija, y que incluso la drogaban habitualmente, algo que nunca pudo probarse en los tribunales. Por ese motivo, el padre de Britney consideró que debía hacerse cargo de la tutela de su hija, aunque nunca ha aclarado públicamente por qué la situación se ha alargado más de una década, a pesar de que la estrella lleva años sin mantener ningún tipo de contacto con Ghalib y Lufti.

placeholder Britney y su actual pareja, Sam Asghari, en el estreno de 'Érase una vez' en Hollywood. (EFE)
Britney y su actual pareja, Sam Asghari, en el estreno de 'Érase una vez' en Hollywood. (EFE)

En el documental, Ghalib y Lufti acceden a ser entrevistados y relatan que ambos lucharon, sin éxito, para que Britney pudiese acceder a un nuevo abogado y librarse de la tutela. Lufti denuncia abiertamente ante las cámaras de Netflix que la familia de Britney le eligió como chivo expiatorio para limpiar su imagen ante la opinión pública.

La fuerza imparable de #FreeBritney

Los fans de la cantante llevan dos años reclamando su libertad incansablemente, a través de manifestaciones y multitud de publicaciones en redes sociales, formando un poderoso movimiento conocido como #FreeBritney. Hemos contactado con Paula Navarro y José Suárez, los dueños de la cuenta de Twitter Britney Spears Spain (@BritneySSpain), una de las más activas en nuestro país en apoyo a la estrella, para entender el impacto y alcance del movimiento.

"El movimiento surgió a principios del 2019, poco después de la cancelación de 'Domination', la segunda residencia en Las Vegas, ya que muchos fans no se creían los problemas de salud de Jamie. En ese momento, todo eran teorías, pero un pódcast sobre Britney llamado 'Britneysgram' sacó a la luz, a través de un testimonio anónimo, que había sido ingresada en un centro psiquiátrico en contra de su voluntad. Ahí fue cuando se empezó a tirar de la manta y a destaparse todo", nos explica Paula.

placeholder Una pancarta de Britney en una de las manifestaciones en apoyo a la cantante. (EFE)
Una pancarta de Britney en una de las manifestaciones en apoyo a la cantante. (EFE)

Los propios fans ejercieron como investigadores del caso tras destaparse el escándalo. "Muchos fans empezaron a indagar en los documentos públicos del juicio y detectaron indicios de que algo iba mal. El equipo de Britney intentó taparlo todo con publicaciones en Instagram y apariciones en público forzadas, pero es muy difícil engañar a un fan, que solo con ver la cara de su ídolo ya sabe si algo no va bien", opina.

José, por su parte, cree que este caso se ha destapado gracias a la presión mediática que ha ejercido el movimiento #FreeBritney. "Se nos trató de paranoicos y conspiracionistas cuando todo empezó y, al final, el 90% de nuestras teorías han acabado siendo verdad, total o parcialmente. Hablar de los orígenes del movimiento #FreeBritney es algo que he echado en falta en todos los documentales. En el de Netflix al menos entrevistan a Jordan Miller —uno de los propulsores del movimiento a nivel internacional— como un claro un guiño a los fans", nos cuenta.

Britney, harta de los documentales

Britney Spears nunca se ha manifestado públicamente sobre el asunto de la tutela. Sin embargo, tras el lanzamiento de diferentes documentales sobre su vida, como el de Netflix o el de CNN, "Toxic: Britney Spears' Battle For Freedom", la cantante sí ha querido pronunciarse a través de Instagram. "Tantos documentales sobre mí este año con las opiniones de otras personas sobre mi vida... Estos documentales son tan hipócritas, critican a los medios ¿y luego hacen lo mismo?", se cuestiona.

La semana pasada, la cantante ha vuelto a posicionarse a través de las redes sociales. "Es realmente una locura... Vi un poco del último documental y debo decir que me rasqué la cabeza un par de veces. ¡Realmente estoy tratando de desvincularme del drama! En primer lugar... ¡eso ya es pasado! En segundo lugar... ¿podrían ser más amables con los diálogos? En tercer lugar... ¡¡¡wow, usaron las imágenes más bonitas que hay de mí en el mundo!!!”, escribió con sarcasmo, sin aclarar a qué documental se refería, si al de Netflix o al de CNN, lanzados prácticamente a la vez.

placeholder Manifestantes en Los Ángeles, el pasado mes de septiembre. (EFE)
Manifestantes en Los Ángeles, el pasado mes de septiembre. (EFE)

Para José, fan acérrimo de la cantante, es evidente que los medios están explotando la historia para obtener beneficios económicos. "Entiendo perfectamente que a Britney no le guste tanto drama, sobre todo si hablamos del documental de la CNN, al cual creo que se refiere ella en su publicación. En ese documental se centran en su peor época, entre 2007 y 2008, usando imágenes de su momento más duro —que en el de Netflix evitan mostrar—. Pero, al mismo tiempo, creo que estos documentales también ayudan a dar visibilidad al tema de cara a la población general, que no está tan al día del asunto como los fans", afirma.

Britney Spears ha conseguido finalmente liberarse del yugo parental, que le ha impedido mantener una vida digna, tras conseguir ser representada por un nuevo abogado, Mathew Rosengart, que sí ha luchado activamente por conseguir su libertad. El litigio ha generado el interés del mundo entero y nos ha vuelto a mostrar, por enésima vez, hasta dónde pueden llegar los tentáculos del patriarcado.

Britney Spears ya es libre. Al menos parcialmente, ya que ha logrado desprenderse de la tutela que ha ejercido su padre sobre ella desde hace 13 años y que le ha impedido tomar cualquier tipo de decisión sobre su vida personal y profesional, negándole incluso el derecho a elegir a su propio abogado o a tener hijos. Tan solo un día antes del juicio, celebrado en Los Ángeles el pasado 29 de septiembre, Netflix estrenó 'Britney vs. Spears', un documental que desentraña los entresijos judiciales del caso y recorre el infierno que ha vivido la cantante bajo el férreo control de Jamie Spears y su entorno.

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