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El canibalismo televisivo se instala en Telecinco (de la mano de Jorge Javier)
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OPINIÓN DE 'LA TELETIPA'

El canibalismo televisivo se instala en Telecinco (de la mano de Jorge Javier)

Jorge Javier es el adalid de la televisión sin compasión, pero ha cruzado una línea complicada, la de la política

Foto: Jorge Javier. (Telecinco)
Jorge Javier. (Telecinco)

"Por favor, por favor, tócale el vestido a la Forqué y dime si pica o no, dime si es de esas telas tiesas que raspan". "Pregúntale quien es el diseñador". Siglo XX. Allí esta estaba yo, hace más de 20 años, 'achuchinada' y luchando por sobrevivir a la alfombra roja de la gala de los Goya entre empujones, una velada que por supuesto nada tiene que ver con lo que es hoy esa fiesta del cine. A lo que iba, si en una de aquellas noches interminables viene alguien de 'El Ministerio del tiempo' y me dice en ese momento que aquel barbilampiño, redactor de la revista 'Pronto', el taponcillo que, con la misma ironía que destila hoy se atrevía a comentar los modelitos imposible de actores y actrices, al tiempo que me suplicaba desde atrás que le echara un cable para saber quién era el responsable de aquellas calamidades, si en ese momento me dicen que iba a llegar a ser el presentador con más poder de la televisión en este país… Jamás lo habría creído. Bueno, es más, a Ana Conda y a mí nos hubiera dado un ataque de risa desenfrenado. Ya ven. Nosotros, desde nuestra atalaya de periódico nacional serio, despreciando al redactor de 'Pronto' y, ahora, dos décadas, cientos de litros de botox y ácido hialurónico después, a Jorge Javier no lo conoce ni la madre que lo parió.

Tras unos escarceos televisivos con la entonces intangible —como él hoy—, María Teresa Campos, tras pasar por su corrillo, a Jorge Javier Vázquez le tocó la lotería en forma de 'Tomate', un programa que cambió el modo de ver y tratar las historias del corazón en la televisión. El resto ya es historia, no procede que pierda el tiempo enumerándola, porque a donde quiero llegar con esta presentación es al canibalismo televisivo que se ha instalado en Telecinco, la cadena en la que Jorge Javier reina cual monarca absolutista. No puedo más.

placeholder Jorge Javier y Belén Esteban, en 'Sábado deluxe'. (Telecinco)
Jorge Javier y Belén Esteban, en 'Sábado deluxe'. (Telecinco)

Hace una semana de su último rifirrafe con la princesa del pueblo. Confieso que lo vi en directo y me resultó tan desagradable que para relajar el ambiente me paseé por algunos capítulos de 'The Big Bang Theory'. Hace una semana de la movida política y no voy a entrar a valorarla, que ya se ha escrito y dicho demasiado. Me guardo lo que pienso para las noches de canícula mesetaria con amigas, amigos y unas buenas dosis de Alhambra verde.

Si hay algo que me agota es la capacidad que tienen estos chicos de La fábrica de la Tele para estirar el chicle, para disfrazar un tema, darle cuarenta vueltas, en este caso darle cuarenta vueltas a la bronca política que protagonizaron en un programa del corazón el presentador buque insignia y la tertuliana entre las tertulianas. No solo dilatan la reyerta sino que son capaces de lograr el más difícil todavía, superarse con las cifras, subir la audiencia, conseguir otro 'belenazo' y que los españolitos, para olvidarlos de los rebrotes, llevemos una semana hablando del tema. Que sí, que habrá quien diga que no ve Telecinco, pero las audiencias son las que son. Queda muy intelectual decirlo, pero no encaja. De momento el 'Deluxe' de la contienda se alzó con un 17,2% de cuota de pantalla y sentó frente al televisor a 1.824.000 espectadores, lo que significa más de un punto por encima del regreso de la Borrego (16,1%) y seis décimas más que la entrevista a Ana María Aldón (16'6%).

Foto: Jorge Javier y Belén Esteban, en 'Sálvame'. (Telecinco)

Con esta costumbre de "contaminar la programación", como le explicó Manuel Villanueva a Carlos Herrera con mucha elegancia y maestría, lo único que han conseguido es que encender la tele sea sinónimo de: "No te lo voy a consentir. No vayas con ese rollo barato. Estoy del discursito de 'mis amigas viajan en metro'. ¿De qué coño te crees que viven mis hermanas? No vayas por ahí porque vamos a acabar muy cabreados. No me vas a dar lecciones de nada" —léase con indolencia y el dedo índice amenazante—. Ya no puedo más. Estoy hasta la coronilla del total, me lo sé de memoria y me provoca aún más rechazo que la primera vez.

Como era de esperar 'Sálvame' también se benefició de la pelea. El lunes, con el mosqueo todavía caliente y el monólogo de Belén Esteban pululando por la cabeza de los espectadores, el programa arrasó con un 20'3% de cuota de pantalla y 2.048.000 espectadores. El circo de 12 pistas que es 'Sálvame' montó una 'Cumbre por la paz' el martes y consiguió mejorar los datos hasta alcanzar el 22'6% y los 2.322.000 televidentes. El reencuentro de Jorge Javier Vázquez —San Judas Tadeo incluido— y Belén Esteban reventó la sala.

"Lo impuesto provoca rechazo compañero. 'Venceréis pero no convenceréis'. ¿Te suena? Permíteme un consejo, procura no mezclar churras con merinas"

Las mentes pensantes de La Fábrica de la Tele estiraron la trama y pretendieron resolver el conflicto con una migaja de humor. Belén Esteban se enfrentó al púlpito serena y expectante, al tiempo que Jorge Javier, aterrizó con cierta dosis de soberbia y se permitió el lujo de quitar fuego al asunto mientras lanzaba alguna que otra pullita a la de Paracuellos. Altivez, arrogancia y altanería que le otorga el saberse el presentador más poderoso de Mediaset. Su mera presencia al frente de cualquier formato es garantía de éxito. Ya lo he escrito antes.

placeholder Jorge Javier y Belén Esteban, en 'Sálvame'. (Telecinco)
Jorge Javier y Belén Esteban, en 'Sálvame'. (Telecinco)

Si algo sabe hacer el de Badalona es dirigir la orquesta, alimentar el morbo y el espectáculo. Tira de inteligencia, pincha, provoca y divierte como nadie. Es el adalid de la televisión sin compasión, pero ha cruzado una línea complicada, la de la política. Y lo digo desde la misma atalaya ideológica que él. Con una gran diferencia, yo respeto la Democracia, respeto a quien piensa de manera diferente a mí, no intento convencerlos, pero tampoco impongo mi opinión. Lo impuesto provoca rechazo compañero. "Venceréis pero no convenceréis". ¿Te suena? Permíteme un consejo, procura no mezclar churras con merinas. La política y el corazón son dos barcos complicados de timonear a la vez.

El canibalismo televisivo ha provocado que de este movidón se hayan hecho eco en todos los programas de la parrilla de Telecinco. En el 'fresh' de 'Ya es mediodía', en el corrillo de Ana Rosa, en 'Socialité', por supuesto en 'Sálvame' y no ha salido en los informativos de chiripa. Igual, incluso se han hecho eco y no me he enterado. Es agotador y cansino. Lo sé no debo ser media, porque las audiencias dicen lo contrario. El sábado pasado lo vi venir. Consciente de que íbamos a tener bronca hasta en la sopa de Telecinco me teletransporté al universo Asperger de Sheldon. Hemos pasado siete días de empacho, esta noche toca de nuevo 'Deluxe' y yo me pegunto: ¿Darán por finiquitado el tema? Ya no puedo más. Como decía el gran Camilo. "Siempre se repite la misma historia".

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"Por favor, por favor, tócale el vestido a la Forqué y dime si pica o no, dime si es de esas telas tiesas que raspan". "Pregúntale quien es el diseñador". Siglo XX. Allí esta estaba yo, hace más de 20 años, 'achuchinada' y luchando por sobrevivir a la alfombra roja de la gala de los Goya entre empujones, una velada que por supuesto nada tiene que ver con lo que es hoy esa fiesta del cine. A lo que iba, si en una de aquellas noches interminables viene alguien de 'El Ministerio del tiempo' y me dice en ese momento que aquel barbilampiño, redactor de la revista 'Pronto', el taponcillo que, con la misma ironía que destila hoy se atrevía a comentar los modelitos imposible de actores y actrices, al tiempo que me suplicaba desde atrás que le echara un cable para saber quién era el responsable de aquellas calamidades, si en ese momento me dicen que iba a llegar a ser el presentador con más poder de la televisión en este país… Jamás lo habría creído. Bueno, es más, a Ana Conda y a mí nos hubiera dado un ataque de risa desenfrenado. Ya ven. Nosotros, desde nuestra atalaya de periódico nacional serio, despreciando al redactor de 'Pronto' y, ahora, dos décadas, cientos de litros de botox y ácido hialurónico después, a Jorge Javier no lo conoce ni la madre que lo parió.

Jorge Javier Vázquez Telecinco
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