Odile Rodríguez de la Fuente: "Mi padre nunca escribió un guion, improvisaba"
La hija del naturalista y divulgador medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente nos descubre al genio delante y detrás de las cámaras en el 40 aniversario de su muerte
'El hombre y la Tierra' es, con más de 800 millones de espectadores a nivel mundial, el programa televisivo en castellano más exitoso de todos los tiempos. Rodado en España, Venezuela, Canadá y Alaska, este legendario espacio se emitió desde 1974 a 1981 con un total de 124 episodios que marcaron un antes y un después en la forma de grabar documentales de naturaleza. También lo hicieron los programas televisivos 'Faunia', 'Animalia' o 'Planeta Azul', el radiofónico 'La aventura de la vida' (el más escuchado en España durante la década de 1970) o la 'Enciclopedia Salvat de la Fauna', la más vendida en castellano con 18 millones de volúmenes solo en España.
Lo más impresionante de Félix Rodríguez de la Fuente es cómo su pensamiento sigue siendo actual y necesario hoy en día. Entre las horas y horas de metraje televisivo y en las incontables cintas del 'copión' de Radio Nacional de España, hay todo un legado humanista, naturalista y ecologista del hombre que despertó la conciencia medioambiental de millones de personas en todo el mundo.
La bióloga y divulgadora Odile Rodríguez de la Fuente, hija del 'amigo de los animales' (aunque aclara que este apelativo, aunque cariñoso, es "reduccionista en cuanto al verdadero alcance de Félix"), se dio cuenta del material que tenía entre manos cada vez que en la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, que creó en 2004, tenían que sacar algún corte de su padre. Ahí empezó a bucear en su obra, y ahora, cuando se cumplen 40 años de la trágica muerte del genio, Odile recoge todo su legado en el libro 'Félix. Un hombre en la tierra', un compendio ilustrado del pensamiento de su padre.
PREGUNTA: ¿Cuándo fuiste consciente de que tu padre era un icono mediático para la sociedad española?
RESPUESTA: La verdad es que no tengo conciencia de ello. Yo lo interpretaba como normal, no tenía referencias de que fuese alguien famoso. Tenía muy claro que mi padre era un ser excepcional y que irradiaba pasión por la vida y su trabajo. Yo crecí con eso, formaba parte de mi vida.
P: ¿Y pudo influir esa normalidad con la que viviste la dimensión de tu padre en la decisión de seguir sus pasos?
R: Eso es algo que descubrí con el tiempo. Yo me he preguntado muchas veces si el seguir su camino se debía a la pérdida y a tratar de llenar el vacío que dejó. Pero estando en la Fundación, mientras recuperaba el archivo, me encontré con una revista de finales de los 70 en la que salía yo en la portada con mi padre y decía el texto: "Mi hija pequeña quiere seguir mis pasos". Fue en ese momento cuando me di cuenta de que siempre fue así. Me encantaba cómo mi padre veía el mundo, me encantaba la vida, la naturaleza, y me encantaba la idea de contarlo y compartirlo con los demás, que es la esencia de lo que hacía mi padre.
P: Antes de tu padre, la divulgación medioambiental en España estaba muy verde. A partir de Félix Rodríguez de la Fuente todo cambió…
R: La verdad es que es un privilegio ver cómo mi padre está tan presente en el trabajo de naturalistas, técnicos forestales, científicos, educadores… Es un lujo ver cómo ha despertado vocaciones en tanta gente como lo hizo conmigo. Yo me siento muy hermanada a muchos niños que también sintieron esa pérdida y para los que mi padre fue una inspiración.
P: ¿Y cómo se explica que llegara a tantos niños cuando en sus programas utilizaba un lenguaje científico?
R: Él se dirigía a toda la familia, pero sí es verdad que menciona mucho a los niños. En el libro recojo muchos extractos en los que él dice que tiene que hacer un gran esfuerzo para no simplificar mucho el mensaje para los adultos, pero tampoco hacerlo demasiado complejo para no capturar la atención de los niños y que no lo entiendan. Pero si lo escuchas te das cuenta de que utiliza un lenguaje muy rico, científico, con términos costumbristas… No era un lenguaje para niños, en absoluto, y sin embargo conectaba muchísimo con ellos. Es muy sorprendente.
P: Quizás por eso, entre otras cosas, siempre se acude al término 'genio' para referirse a Félix Rodríguez de la Fuente, pero ¿cómo era ese genio de puertas para adentro? ¿Qué parte había de genialidad y qué parte de preparación en casa?
R: Una de las cosas más excepcionales de mi padre y de las que me he ido dando cuenta ya de adulta, es que era la excepción a la norma, ya que era una persona totalmente realizada con lo que hacía. Era tan generoso que todo lo que le ocurría lo compartía con los demás. De hecho, yo creo que era tan creativo y fue capaz de producir una obra tan ingente en tan poco tiempo porque no retenía. Todo lo que se le ocurría lo soltaba. Y eso tiene que ver con el culto que le rendía a la tradición oral. Él era un orador.
En la radio nunca llevó un guion, improvisaba sobre la marcha y muchas veces no sabía de lo que iba a hablar hasta que no se sentaba delante del micrófono. Pero es que, en televisión, en 'El hombre y la Tierra', por ejemplo, nunca se escribió un guion, él improvisaba la voz en off. Incluso su obra escrita es dictada. 'El arte de cetrería' se lo dictó a mi madre.
P: ¿Y en el plano técnico? Porque a la hora de realizar y montar los programas lo hacía con mucha maestría, sin tener una formación audiovisual…
R: Es verdad que él hizo cine a principios de los años 60 (por ejemplo, como asesor de cetrería en la película 'El Cid', de Anthony Mann en 1964), por lo que ya conocía la técnica del cine. Pero yo creo que, al final, el cine no es tan complicado. Con unos conocimientos básicos se puede hacer, pero lo importante es tener el arte de contar historias, y él era un cuentacuentos. Hay cuentos radiofónicos de mi padre que dan para hacer una película.
"El hombre y la Tierra' era brillante técnicamente, gente de la BBC me ha dicho que miraban con lupa lo que se hacía aquí"
P: ¿Y lo que ha venido después? ¿Tú cuando te sientas a ver documentales de naturalezas actuales ves la mano de tu padre?
R: Sí y no. Yo estuve cinco años en National Geographic y he visto mucho documental de naturaleza y probablemente muchos de los productores no conocieron el trabajo de mi padre. Hoy la técnica es cada vez mejor, las imágenes son impresionantes, pero falta alma. 'El hombre y la Tierra' era brillante técnicamente, incluso gente de la BBC me ha dicho que miraban con lupa lo que se hacía aquí. Y aunque pase el tiempo y técnicamente esos documentales puedan quedar cada vez más obsoletos, la voz y el mensaje de mi padre no. Y en los documentales de hoy, aunque visualmente son impactantes, es complicado encontrar esa fuerza, visión y manera de contar.
P: Además, tu padre fue pionero en la manera de filmar a los protagonistas de sus documentales, lo que le valió algunas críticas por utilizar animales salvajes troquelados (educados).
R: Yo, que he tenido la fortuna de estudiar producción de cine en una universidad como la USC de Los Ángeles, he trabajado en National Geographic, y conozco muy bien la producción de cine de naturaleza, te puedo decir que casi todas las producciones de los años 80 y 90 utilizan el método de los animales troquelados para obtener tomas íntimas que serían imposibles de obtener en la naturaleza. Los documentales de mi padre se hicieron en los 70, con cámaras de cine de 35mm de alrededor de 80 kilos de peso y con unos equipos de sonido que hacían un ruido tremendo, por lo que hubiese sido inviable obtener esas imágenes de otra manera.
P: ¿Realmente ha cambiado tanto la manera de filmar la naturaleza hoy?
R: Hoy hay drones, hay cámaras tan pequeñas que se pueden poner encima de un animal y ver desde su punto de vista. En un momento dado, en la industria del cine de naturaleza, se planteó la cuestión ética de decirle a la audiencia que se estaban utilizando imágenes de animales en cautividad. Mi padre nunca ocultó esto. Es más, en muchos capítulos de 'El hombre y la Tierra' aparecía en Pelegrina, explicando lo que había allí, incluso le hicieron entrevistas en aquel campamento.
P: ¿Y cómo era ese plató natural que tu padre 'instaló' en Pelegrina (Guadalajara)?
R: Muchos de los animales que llegaban al campamento de Pelegrina eran cazados por alimañeros y estaban siendo matados y envenenados por toda España. Estos animales estaban en un lugar en condiciones de semilibertad para que pudieran retener parte de su conducta natural y estaban tratados y cuidados. Desafortunadamente en este país somos muy cainitas y envidiosos y mucha gente ha intentado difamar el trabajo de mi padre por este motivo. Y además una vez fallecido…
"Si ves hoy 'El hombre y la Tierra', por las grabaciones de la naturaleza puede pasar por actual, pero luego ves a mi padre con esa ropa..."
P: ¿Y qué ha quedado al final? Porque hoy preguntas por Félix Rodríguez de la Fuente y el recuerdo es nítido y muy positivo, pero ¿y los más jóvenes? ¿Saben quién fue tu padre y lo que hizo?
R: Hay de todo. Hace relativamente poco me llegó una tesis de un joven sobre mi padre y es de lo mejor que he leído sobre él. Me puse en contacto con él y ha participado en alguna mesa redonda sobre mi padre porque me interesaba mucho su visión 'millennial'. Luego habrá gente joven que no lo conocerá y es una pena porque creo que mi padre sigue siendo el mejor catalizador de conciencias para reconectarnos hoy con la naturaleza.
P: ¿Podría 'El hombre y la Tierra' podría pasar por un documental actual?
R: Lo curioso es que hace unos años se hizo una reemisión con la primera remasterización y como estaba rodado con calidad de cine si solo ves la naturaleza hasta puede colar como algo actual, pero de repente sale mi padre con unos cuellos de los de los años 70 y te choca. Los espectadores podrán volver a ver la serie a partir de este 14 de marzo, ya que La 2 va a volver a poner todos los episodios remasterizados en HD.
P: Pero su mensaje sí es muy actual…
R: El mensaje es atemporal completamente. 'El hombre y la Tierra' es como la guinda, pero todo lo que dijo en la radio es impresionante. Buena parte de las citas más actuales de mi padre que incluyo en el libro vienen de la radio, y cada una de ellas viene indexada al final y te dice a qué programa corresponde. Y como esos programas están en su mayoría en la página web de RTVE, puedes escuchar esas citas de la voz de mi propio padre.
'Félix. Un hombre en la tierra' es una selección de los textos más significativos y desconocidos de la obra de Félix Rodríguez de la Fuente, así como las transcripciones de sus principales intervenciones radiofónicas y televisivas. Odile Rodríguez de la Fuente ha sido la encargada de organizar esta ingente cantidad de material en diez capítulos temáticos que cuentan con las ilustraciones de Christa Soriano, prólogos de la escritora María Sánchez y el ambientalista Benigno Varillas y un broche final con los testimonios de personalidades que glosan la figura de su padre como Andreu Buenafuente, Rosa Montero, Jesús Calleja o Juan Luis Arsuaga, entre otros.
'El hombre y la Tierra' es, con más de 800 millones de espectadores a nivel mundial, el programa televisivo en castellano más exitoso de todos los tiempos. Rodado en España, Venezuela, Canadá y Alaska, este legendario espacio se emitió desde 1974 a 1981 con un total de 124 episodios que marcaron un antes y un después en la forma de grabar documentales de naturaleza. También lo hicieron los programas televisivos 'Faunia', 'Animalia' o 'Planeta Azul', el radiofónico 'La aventura de la vida' (el más escuchado en España durante la década de 1970) o la 'Enciclopedia Salvat de la Fauna', la más vendida en castellano con 18 millones de volúmenes solo en España.