Reaparece el protagonista de 'Pim, pam, toma Lacasitos': "Era un descerebrado"

Ha pasado una década desde que media España descubriera a Ares, uno de los primeros protagonistas virales en nuestro país. El programa Callejeros grababa un reportaje sobre los peligros del alcohol al volante cuando Ares y sus amigos aparecieron en un control de alcoholemia. El resto ya es historia de la televisión de nuestro país.

Los agentes hicieron soplar a Ares, que tardó una infinidad en hacerlo ante la paciencia infinita de los policías. Era un conductor novel, ya que estaba en su primer año como conductor, y dio 0,50 mg/l aire espirado, el doble de lo permitido. Pero eso no fue lo que llevó a la fama a Ares, sino sus bailes delante de los agentes y sus frases que han pasado a la historia como parte del espectáculo que dio entonces.

Sin duda, la más célebre es la de ‘Pim, pam, toma Lacasitos’, algo que días después repetían miles de jóvenes por todo el país recordando a Ares. Pero en aquel reportaje dejó muchas más, como la de ‘Viva España, viva el Rey, viva el orden y la ley’. Hace una década Ares se llevó una sanción de 600 euros, pero ahora ha reaparecido para reconocer que “era joven y descerebrado”.

“No lo volvería a hacer”

Michelin le ha recuperado para una serie de vídeos en los que enfrenta a conductores buenos con otros no tan buenos. Ha sido en Soria y lo ha entrevistado Cristina Ureta, una empresaria soriana con la que ha recordado su pasado. Ares no se reconoce en las imágenes: “Ese no soy yo, es el Lacasitos”.

Así recuerda el protagonista aquella noche: "Fuimos una noche de fiesta, una de tantas, yo y un par de colegas. Nos pusimos como atunes y, a la salida de la discoteca, nos estaban esperando. Yo me vine arriba, vi la situación y nada. Me puse a hacer el payasete por ahí". Ese vídeo le lanzó a la fama e, incluso, le hizo ganar dinero, “dinero que viene y va”, asegura.

Diez años después reconoce que “si volviera atrás, no lo haría. No soy el más correcto para decirle a nadie nada, pero hacerse famoso por ir borracho o por hacer tonterías, tampoco es muy agradable”. Ahora su vida ha cambiado y se considera un buen conductor: “Hasta me pongo el cinturón y todo. Antes solo estaba pendiente de ponerme un cubata entre las piernas… No puedes conducir borracho y no solo por ti, sino por el resto de las personas que van por la vía”.