El viaje más duro de Jorge Javier: sudor y lágrimas con Calleja

Tiene cero espíritu aventurero y lo reconoce. El presentador de 'Sálvame' aseguró que iría a 'Planeta Calleja' si le llevaran a alguna playa chula y le dijeron "que por eso no había problema, que fenomenal", pero algo más le tenían preparado. No fue fácil para él conseguir el reto. La selva fue más dura de lo que pensaba y la humedad y los mosquitos pudieron con su paciencia y con la del aventurero leonés, que tuvo que tirar de él durante todo el viaje. A golpes de humor pero también de lágrimas, Jorge Javier Vázquez consiguió superarse a sí mismo y "sentirse joven de nuevo". Durante toda su vida había sentido un hándicap con su físico y sus capacidades, pero esta vez, a sus 46 años, el presentador había logrado el reto de participar en el programa de Jesús Calleja. Había merecido la pena el sufrimiento y el esfuerzo y el paisaje, único en el mundo, en la Polinesia Francesa, le hizo emocionarse.

"No me gusta estar en un trabajo en el que la gente sufra"

Las experiencias que siempre plantea Jesús Calleja hacen reflexionar a sus invitados. El presentador de ‘Supervivientes’ no ha dudado en expresar todo lo que se le pasaba por la cabeza y ha manifestado sus inquietudes en la isla de Moorea, mientras hacía trekking por mitad de la selva. “Si yo la palmara ahora, ¿hubiera merecido la pena mi vida?”, se ha preguntado en voz alta. Jorge Javier confiesa haber estado durante años formando su futuro, pero ahora siente que tiene que hacer algo “de cara a los demás”. El programa ‘Sálvame’ también ha estado muy presente en las reflexiones del presentador: “Cada vez me afectan más los conflictos. No me gusta estar en un trabajo en el que la gente sufra”.

Todo esfuerzo tiene su recompensa y bien lo sabe el de Badalona, no solo por los triunfos que ha conseguido a lo largo de su trayectoria profesional, sino también por el esfuerzo que le ha supuesto esta nueva aventura de su vida que ha puesto a prueba su resistencia física. Jorge Javier no ha podido evitar emocionarse al finalizar uno de los tramos y observar las increíbles vistas que le esperaban a su llegada: “¡Ostras, qué pasada!, me estoy emocionando", decía mientras le caían algunos lagrimones en las mejillas y mira que él no es de llorar en programas de televisión.

Tras nadar entre tiburones y tener algunos problemas practicando rapel en una cascada y resbalar entre agua y rocas, Jorge tuvo momentos para hablar sobre la independencia catalana y pensar en su vida y en su padre, al que el catalán siente que ha defraudado: “Le hubiera gustado verme casado y con hijos o que estudiara una carrera de ciencias”. Para su madre también tiene palabras: “Ha desarrollado una paciencia y un pasar de todo conmigo que me encanta”.