Cristina Pardo se viste de Évole para desnudar al PP valenciano

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X.M.

Ha sido la primera vez que hemos visto a la sustituta habitual de Ferreras en ‘Al rojo vivo’ en un formato informativo sin la necesidad de ir atropellada. Pardo lleva años siguiendo de cerca toda la actualidad que rodea al partido de Génova y eso se notó a lo largo del programa. Aunque la periodista navarra es insistente y sagaz en sus preguntas, Pardo dejó hablar a los entrevistados, que son los verdaderos protagonistas de estas bochornosas tramas de corrupción.

El programa tiene similitudes con el 'Salvados' más serio de Jordi Évole. El sello del periodista catalán era inevitable, y es que hay que recordar que ‘Malas compañías’ está producido por Producciones del Barrio, de Évole y Ramón Lara. El propio Jordi reconoció en el programa de Ferreras que “disfruta viendo cómo les hace cantar a los entrevistados”.

"La polla insaciable"

El programa comenzó repasando las sórdidas conversaciones del empresario Enrique Ortiz, más conocido como “La polla insaciable”, en las que supuestamente sobornaba a concejales del PP de Alicante con el objetivo de ser favorecido en diversas operaciones urbanísticas.

"Yo, como empresario, si me dicen que tengo que dar un sobre para ampliar la terraza, supongo que lo haría", confesó el exconcejal del PP en Alicante Toño Sobrino. El exedil del Partido Popular, que era muy cercano a Sonia Castedo, no se cortó a la hora de asegurar que no le extrañaba que el constructor más importante de Alicante llevara a medio ayuntamiento a su barco.

"Yo considero que he sido un corrupto"

Esteban Cuesta era un enfermero que entró en el PP de la mano del polémico Alfonso Grau, hombre de confianza de la difunta exalcaldesa Rita Barberá. Cuesta le explicó a Pardo cómo cambió su vida tras entrar en el PP: saqueos, financiación ilegal y un ascenso desenfrenado.

El enfermero reconoció que contrató a su hermana a cambio de 500 euros para que sacara del cajero el dinero robado y lo repartiera. Cuesta llegó a cobrar más de 25.000 euros al mes del dinero que desviaban de la depuradora pública EMARSA. Cuesta admitió sin tapujos su culpabilidad ante la atenta mirada de Pardo: "Yo me considero que he sido un corrupto y me arrepiento muchísimo".

Es más que probable que el trabajo de Cristina Pardo no haya despertado demasiado entusiasmo en el núcleo duro de Génova. En una reciente entrevista concedida a EL CONFI TV, la propia periodista de Atresmedia aseguró haber percibido "cierto nerviosismo por parte de algunos políticos" del Partido Popular que "no quisieron dar su versión”. La última palabra la tendrá la audiencia.