Azúcar Moreno: del flirteo de Antonia con Bertín Osborne a las lágrimas de Encarna

Antonia y Encarna Salazar, es decir, Azúcar Moreno, han sido las nuevas invitadas de 'Mi casa es la tuya', el programa de entrevistas de Bertín Osborne en Telecinco. Para esta nueva entrega del espacio de Proamagna, la pequeña del dúo musical, es decir, Antonia, que no Toñi, ya que no quiere que la llamen más por ese diminutivo, ha abierto las puertas de su casa en Madrid, un dúplex en una urbanización.

Bertín ha charlado en primer lugar y a solas con la que fuera concursante de la primera edición de 'Tu cara me suena', la cual ha repasado sus primeros recuerdos familiares: "Éramos una familia humilde de 9 hermanos, no teníamos nada, apenas algo de ropa... es más, las primeras y únicas muñecas que tivimos, mi madre las compró a plazos. Cuando nos vinimos a vivir a la capital construimos nuestra propia chabola en Vallecas. Ahí, mis padres ponían por la noche los colchones en el medio y dormíamos todos juntos", momentos que recuerda con mucho cariño al estar todos y en familia.

Ninguno de los hermanos Salazar fue al colegio porque tenían que trabajar para comer: "Encarna y yo vendíamos lotería en la Puerta del Sol, y tuvimos la suerte de conocer a una profesora que nos daba gratis clases por la tarde. Nosotras no queríamos ser unas analfabetas y así, tras vender la lotería, aprendíamos poco a poco".

Antonia: "Es fuerte decirlo, pero mi madre ya no quería estar viva, y cuando falleció, me alegré por ella"

El primer drama familiar que recuerda es la muerte de su hermano Enrique con 24 años: "Lo viví con mucho dolor, se nos descolocó la vida. Él era el tercer componente de Los Chunguitos y lo pasamos realmente mal. Mi madre nunca llegó a superarlo, era el hijo con el que tenía más afinidad, y a los dos años Dios se la llevó. Es fuerte decirlo, pero mi madre ya no quería estar vivay cuando falleció, me alegré por ella", recordando que nuevamente a los dos años, a su padre le dio un infarto y también murió.

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La exnovia de Roberto Liaño siempre ha sido una mujer de armas tomar: "Pese a ser gitana yo jamás me he hecho la prueba del pañuelo. Aparecí en mi casa embarazada con 20 añosy les dije:'Esto es lo que hay, voy a ser madre soltera'. Yasí fue", recordando que todo el mundo les decía que más que gitanas parecían payas, como si de un insulto se tratara.

Por su parte, y mientras la dueña de la casa se iba a la compra, Encarna también se emocionaba al recordar a su familia y aquellos momentos en los que económicamente no marchaban muy bien: "Yo sabía que vender lotería no era algo normal para nuestra edad, que realmente teníamos que estar en el colegio, pero fui feliz. Además, o trabajábamos para poder comer o la cosa no marchaba".

En cuanto a sus comienzos profesionales, la hermana mayor lo tiene claro: "Gracias a Eurovisión dimos el pelotazo y comenzó realmente nuestra carrera musical. Pese a los problemas con el sonido, que nos dejaron sin escucharlo y tuvimos que empezar de nuevo, quedamos en un muy buen puesto", en referencia a la quinta posición que lograron.

El momento más drámatico de la vida de Encarna fue sin duda su enfermedad: "Es muy complicado explicar cómo te enfrentas a un cáncer. Hasta que no lo vives no sabes realmente lo que es. Sientes que se te acaba la vida y que tu final está muy cerca. Que se acabó la fiesta". Pero por suerte pudo salir de ella reforzada: "Ahora veo la vida de otra manera".

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Ya juntas con Bertín en la cocina, llegaba la verdadera revolución de esta entrega de 'Mi casa es la tuya'. Antonia se negaba a cocinar, ella solo quería ligar con Bertín: "Mira que yo estoy soltera y tú estás para un apaño", le decía entre risas. Encarna, mientras que cocinaba, ponía orden y pedía ayuda para que el plato que estaba preparando saliera lo mejor posible. Y Osborne, por su parte y muerto de calor, se reía con las hermanas mientras continuaba bebiendo vino: "Mira que últimamente solo bebo cuando grabo, pero es que me tomo dos copas y ya voy contento".

Como no podía ser de otra manera, el invitado sacó el tema de los hombres y el ligoteo, dejando al descubierto que, según las hermanas, a Antonia le gustan más surfistas y con tatuajes y a Encarna rollo ejecutivos; que hoy en día ellas también entran a los hombres, y que en líneas generales a las mujeres siempre le gustan los canallas con corazón. "Yo lo que quiero es ser princesa de muchos príncipes y tener pasión", confesaba abiertamente Toñi.

El momento más emotivo del mítico dúo musical con Bertín llegaba cuando ya estaban los tres comiendo al recordar el tema de la separación. "Lo peor que pudimos hacer fue juntar a nuestras parejas con nuestra profesión. Desde que han salido de nuestras vidas somos más felices y Azúcar Moreno ha vuelto a ser lo que era", declaraba Antonia, confesando que de lo único que se arrepiente en su vida es de los años que estuvo sin su hermana.

"Tal y como dice Antonia, ella es más para fuera y yo más para dentro, algo que sé que no es del todo bueno, pero a veces por no hacer daño a tus seres queridos te guardas las cosas", desvelaba Encarna, emocionándose y soltando algunas lagrimillas al darse cuenta del paso del tiempo, los familiares que ya no están, sus comienzos y lo "privilegiadas que somos".

Para finalizar, y antes de la emotiva despedida con el presentador, la Salazar rebelde concluía al decir: "Mi hermana es mi hermana y por encima de todas las cosas está ella. En el fondo estamos muy solas; por lo tanto, Encarna, quieras o no quieras, tenemos que estar juntas".

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