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La 'mesa camilla' de Jane Fonda, las lágrimas de Gaga y la mala baba de Gervais
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La 'mesa camilla' de Jane Fonda, las lágrimas de Gaga y la mala baba de Gervais

Este 2016 la vena gamberra volvía de la mano del presentador de la gala, Ricky Gervais, que se permitió bromear sobre todo, incluso de las infidelidades de Ben Affleck y el alcoholismo de Mel Gibson

Foto: Jane Fonda en la alfombra roja
Jane Fonda en la alfombra roja

Nos sigue faltando Jack Nicholson, pero tenemos a Ricky Gervais. Si el año pasado nos quejábamos de lo que el alzhéimer nos quitó, la posibilidad de ver al protagonista de 'El resplandor' dando color y gamberrismo a estas galas de los Globos de Oro (vea AQUÍ cómo seguimos, minuto a minuto, la ceremonia) en las que más de una estrella se pasa con el alcohol (¿te suena de algo, Johnny Depp?) y los actorazos y actorcillos de la meca del cine se muestran más relajados que de costumbre, este 2016 la vena gamberra y disoluta volvía de la mano del presentador de la gala, Ricky Gervais. No solo entró en la alfombra roja con unas gafas de sol que no se quitó ni cuando el entrevistador de turno lo requirió, sino que salió al escenario cerveza en mano y mezcló en el mismo chiste la pederastia de 'Spotlight' con Roman Polanski… Todos los asistentes se quedaron ojipláticos ante la aguda broma a excepción de una Jane Fonda que parecía llevar incorporada una mesa camilla en la parte superior de su vestido y cuyo rictus hierático hace tiempo que dejó de ser el de guerrera 'hippie' y anti-Vietnam para convertirse en el de una señora que anuncia cremas antiedad.

El veneno reptiliano de Mr. Gervais no menguó con el avance de la gala. Tras el premio (vea AQUÍ la lista con todos los premiados) como mejor secundaria para Kate Winslet, que se hizo la sorprendida al ser la vencedora por 'Steve Jobs', como si no se hubiese llevado ya todos los premios habidos y por haber, el disoluto maestro de ceremonias hizo una broma que superó a todas las demás. Además de comentar sus referencias al alcoholismo de Mel Gibson hace años y reconciliarse con él sobre el escenario, también disparó dardos hablando de las infidelidades de Ben Affleck. “Soy el único al que no ha sido infiel”, aseguró, más ancho que largo, justo antes de introducir en escena al mejor amigo del director de 'Argo', un comedido Matt Damon. Comedimiento, esa esquiva palabra que tampoco faltó pese a las gamberradas gervasianas. (vea AQUÍ los mejores memes sobre la ceremonia)

Y es que, frente a los excesos estilísticos (vea AQUÍ la galería con las mejor y peor vestidas de la gala) de actrices como Katy Perry, con un vestidito de tirantes que desafiaba el buen gusto y el sentido común, hasta la habitualmente escandalosa Lady Gaga, con su 'look' (vea AQUÍ los mejores 'looks' de belleza de la alfombra roja) a lo Marilyn Monroe, parecía una monja de clausura al lado de la afilada lengua de Gervais. Ella prefirió la calidez de su beso en la alfombra roja con Taylor Kinney, aunque sí que se soltó la melena con lloros a cascoporro cuando, para sorpresa y disgusto de cierto sector del público, se llevó el premio a mejor actriz de miniserie por 'American Horror Story'.

Lady Gaga gana un Globo de Oro como mejor actriz

“Este es uno de los mejores momentos de toda mi vida”, dijo acongojada en un instante que casi supera en almíbar a otro de los grandes 'hits' de la noche, aquel en el que Sylvester Stallone, otro que no cataba un premio ni en sus mejores sueños, evocó su mítico Rocky e hizo llorar a su mujer al alzar su premio como mejor actor de reparto. Nuestro corazoncito también se encogió cuando el catódico Don Draper de 'Mad Men' se llevó a casa el Globo de Oro como mejor actor de drama en televisión. Ya le tocaba, dijeron algunos.

Desde luego, el John Hamm que recogía el premio estaba mucho más curtido que el de 2007, cuando comenzó la ya mítica serie. ¡Cómo pasa el tiempo!, debieron exclamar los espectadores más noctámbulos al ver tan curtido al publicista de Madison Avenue. El discurrir de los años también se notó en las canitas que lucía el Matt Damon que recogió el premio a mejor actor de comedia por ejercer de astronauta a lo MacGyver en 'Marte' no sin antes quejarse, entre dientes, de que solo le dejasen 29 segundos para agradecer el premio. Hasta Brad Pitt, que salió al escenario con Ryan Gosling como par de guapos oficiales, dejaba notar su edad, ya que parecía haberse inyectado bótox o haberse pasado con algún autobronceador de marca blanca. Y hablando de avejentados, ¿dónde quedó la lozanía de Gael García Bernal? ¿De verdad este hombre con canas incipientes que recogió el premio a mejor actor de comedia televisiva es el mismo que sedujo a nuestra Maribel Verdú en 'Y tu mamá también'? Definitivamente, sí. 'Time flies'.

Y si el tiempo vuela, también es el que nos deja una sensación de 'ya visto'. ¿De qué otra forma podríamos tomarnos el premio cantado para Leonardo DiCaprio por 'El renacido' o sus eternas reivindicaciones? A lo mejor es tanto proselitismo lo que espanta a sus novias, que suelen durarle menos que lo que tardó en hundirse el Titanic. Aunque, a decir verdad, su alegato por el pueblo indígena fue emocionante. Lo que nadie esperaba es que la cinta que protagoniza el bueno de Leo, 'El renacido', se llevase el premio a la mejor película. Lo que sí esperaba el planeta entero, sin embargo, fue el enésimo premio a Jennifer Lawrence, que va camino de convertirse en la nueva novia de América, con permiso de Julia Roberts. Lo que no, que esta vez no tropezase con alguna mesa, silla u objeto parecido. En resumidas cuentas, nada nuevo bajo un sol, el californiano, que ya alumbra a pocas estrellas duraderas y 'bigger than life'. Sin embargo, con Ricky Gervais o sin él, que nadie nos quite los Globos de Oro, sus mesas redondas llenas de alcohol y estrellas y ese toque insurrecto que los distingue de los Óscar. Al fin y al cabo, esto es Hollywood, amigos. Sigan soñando...

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Nos sigue faltando Jack Nicholson, pero tenemos a Ricky Gervais. Si el año pasado nos quejábamos de lo que el alzhéimer nos quitó, la posibilidad de ver al protagonista de 'El resplandor' dando color y gamberrismo a estas galas de los Globos de Oro (vea AQUÍ cómo seguimos, minuto a minuto, la ceremonia) en las que más de una estrella se pasa con el alcohol (¿te suena de algo, Johnny Depp?) y los actorazos y actorcillos de la meca del cine se muestran más relajados que de costumbre, este 2016 la vena gamberra y disoluta volvía de la mano del presentador de la gala, Ricky Gervais. No solo entró en la alfombra roja con unas gafas de sol que no se quitó ni cuando el entrevistador de turno lo requirió, sino que salió al escenario cerveza en mano y mezcló en el mismo chiste la pederastia de 'Spotlight' con Roman Polanski… Todos los asistentes se quedaron ojipláticos ante la aguda broma a excepción de una Jane Fonda que parecía llevar incorporada una mesa camilla en la parte superior de su vestido y cuyo rictus hierático hace tiempo que dejó de ser el de guerrera 'hippie' y anti-Vietnam para convertirse en el de una señora que anuncia cremas antiedad.

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