Buenafuente sobre Pedro Sánchez: "Llamar a 'Sálvame' no te humaniza precisamente"

Si mañana la competencia llama a lapuerta de Andreu Buenafuente con un formato televisivo a su medida,le daría carpetazo por una cuestión de fidelidad y comodidad tras años de relación contractual con Atresmedia: “Llevo toda la vida trabajando con ellos, y adoro laSexta, la vi nacer. Además, nuestros programas son muy de fidelidad y no me iría”. Y charlando sobre la competencia, el tema de los últimos días no ha tardado en relucir: la llamada a Sálvame del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

“La gente pide seriedad, ahora mismo estamos pasando momentos en que queremos unos políticos serios. Y no sé si entrar en Sálvame es la mejor manera de ‘humanizarse’ precisamente. Habría que elegir bien los sitios a los que uno decide entrar”, asevera Buenafuente, que remata aduciendo que flaco favor se le hace a la persona que termina ‘viralizada’ en “el mejor programa del mundo, el Whatsapp”, confiesa a Vanitatis.

Andreu Buenafuente atesora buenas palpitaciones con esta nueva temporada de En el aire, porque va a retomar un camino labrado y curtido: “Ya sabemos cómo hacerlo, y ahora nos queda mejorar en lo que hacemos”, asegura.

No le gusta someter a casting a los nuevos fichajes: “Nunca los hago, me baso en que gusten. Voy sondeando y doy con ellos. Con Javier Coronas he cumplido un viejo sueño de trabajar juntos y con El Sevilla trabajé hace quince años”, relata sobre las nuevas caras que compartirán plató de formal coral junto a Loulogio, Ricardo Moure y Eduardo Aldán.

Buenafuente no se ha desmarcado de aquellas informaciones que veían peligrar su programa por la demora en su emisión: “Es una disciplina de cadena, a mí me llamaron para decirme el día del estreno y nada más. De todas formas, es una temporada larga en la que te metes en un túnel de lavado”, matiza mientras confiesa que esta ‘tardanza’ la ha agradecido sobremanera su familia por apurar el tiempo con ellos.

Después de tantos años sumergido entre luces y taquígrafos, el catalán ha sabido alcanzar una relación sana con las críticas: “Me he distanciado de ellas, fíjate, ha llegado un momento en que me incomodan hasta las buenas. Prefiero hacer mi trabajo y volver a mi casa”. Es de los que defiende que en este país no hay críticos de televisión, sino cronistas fugaces: “Ahora se comenta un programa y al día siguiente ya no se emite, se critica la nada”.

Inevitable fue no abarcar la independencia de Cataluña y la polémica que envolvió a La Diada: “Yo no vi polémica, vi una expresión de la gente, una Barcelona llena. Vi espíritu democrático, algo de lo que todos hablan, pero pocos saben lo que significa”. Pide respeto a la libertad de opinión y al discurso social. Y quiere que se le recuerde como “un buen tipo”.