El 'peligro' de pertenecer al casting de 'El hormiguero'

El hormiguero es uno de los programas mejor valorados por los invitados que allí acuden. Promoción paras sus proyectos y un momento muy divertido en antena. Sin embargo, todo premio tiene su consecuencia. Y es que El hormiguero es un ir y venir de caídas, llamaradas y accidentes. Ni el equipo del programa se salva. La magia del directo. Un precio que incluso Pablo Motos ha tenido que pagar.

Este martes, Cayetano fue el último en sumarse a la lista de accidentados del programa. El extotero acudió al programa de Antena 3 para mostrar su faceta más personal, poco vista en los medios de comunicación. El hormiguero le puso a prueba y una mala caída le fracturó el peroné. Una anécdota más.

Sin embargo, la lista de lesionados no es corta. Ni Mario Vaquerizo, fichaje del programa hace varias temporadas, se ha podido librar. El showman ha tenido que levantarse unas cuantas veces del suelo entre prueba y prueba. Lo más importante es que siempre repite.

El humor de Jandro también pasó por los suelos. El cómico tiene que entrar y salir rápidamente de plató en cada uno de sus intervenciones y en más de una ocasión el suelo le ha jugado una mala pasada.

Y es que el suelo es un gran enemigo del equipo de El hormiguero. Todos tienen que pasar por él y no siempre ha salido bien el resultado. Otra que tropezó fue Silvia Abril. Una salida aparatosa.

Aunque muchos invitados han tenido que pasar por la ira de El hormiguero, el que más ha sufrido ha sido el propio Pablo Motos. El presentador del programa es la cobaya de muchos de los experimentos y las pruebas que se realizan en directo y no siempre han salido del todo bien. Con más de un chichón ha llegado a casa.

Pero, sin duda, la avalancha fue el susto más grande que se llevó el equipo de El hormiguero. Pablo Motos y Marron tendrían que salir de un cubo lleno de bolas de poliestireno. La broma se les fue de las manos y es, de lejos, la prueba más claustrofóbica del programa.

El hormiguero debería tener un cartel de precaución a su entrada al plató y sus invitados deberían tener un seguro de vida. Sin embargo, y pase lo que pase, todos piensan lo mismo al salir: ha merecido la pena.