La lenta agonía de 'Informe Semanal'

Este miércolesquedaba certificada la lenta agonía por la que está pasando Informe Semanal. Tras más de cuarenta años en el prime time de TVE, la cadena pública decidía trasladarlo al late night o al segundo prime time, como de forma eufemística anunciaba en nota de prensa. Su baja audiencia, que esta temporada se mueve entre el 6% y 7% de share, ha sido la principal razón para este cambio ya tildado de histórico.

Y es que, desde su estreno en 1973, el programa más longevo de nuestra televisión solo había cambiado una vez su día y franja de emisión, según recuerda el portal Vertele. Fue en septiembre de 1993, cuando TVE, dirigida entonces por Ramón Colom, decidió probarlo los domingos a las 20.00 horas, "porque el fútbol le hacía mucho daño", aunque el movimiento no funcionó y el formato regresó al poco tiempo a su día habitual.

Ahora, ese daño a su audiencia no se lo ha infringido el fútbol sino la fragmentación televisivae, inedudiblemente, el creciente número de acusaciones de manipulación. Durante sus cuarenta años, Informe Semanal siempre ha estado bajo estas críticas. Durante la etapa de UCD, la diputada Anna Balletbó Puig acusó a la dirección de censurar un reportaje sobre las cárceles en España.

En la época de Felipe González, el PP acusó al programa de utilizar la música de la campaña electoral socialista en un reportaje sobre la OTAN y, más tarde, cuando gobernaba José María Aznar, el PSOE dijo que se censuraron las declaraciones de Antonio Guterres sobre Felipe González. En la etapa de Zapatero, la Generalitat Valenciana también acusó al programa de manchar la imagen de la Comunidad en un reportaje sobre urbanismo.

El número trece

Sin embargo, desde que Jenaro Castro se convirtiera en el décimotercer director de Informe Semanal, el programa ha sufrido el mayor número de acusaciones de manipulación. De hecho, doscientos sesenta profesionales de los programas Informe Semanal, Crónica y En portada firmaron hace un año un escrito contra la manipulación y criticando la actuación de Castro después de apartar a un realizador de Informe semanal por negarse a firmar un reportaje con cuyo enfoque y resultado final no estaba de acuerdo.

Después llegarían las críticas por olvidarse de hablar de la entrada en prisión del extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas; de la condena que hizo de la protesta popularizada como "escrache"; y la relación de la portavoz del PAH, Ada Colau, con ETA. Unos hechos que incluso llegó a denunciar la Defensora de TVE y el Consejo de Informativos de TVE.

"Las críticas hay que aceptarlas con deportividad y lo que hay que hacer es preparar tu trabajo lo mejor posible, dentro del estatuto de la información, sin faltar a la pluralidad, a la independencia y al rigor. Yo creo que esos requerimientos básicos los cumple Informe Semanal, los ha cumplido siempre y los va a seguir cumpliendo. Informe Semanal significa prestigio, significa programa de referencia informativa, significa rigor y significa calidad", se defendía Castro en este portal.

Sin embargo, esa referencia la ido perdiendo con el tiempo. Desde antes de la llegada de la dirección de Castro, Informe Semanal ya fue perdiendo progresivamente su audiencia. No obstante, durante el último año esa sangría ha sido más grave y ha pasado de promediar un 11,2% y 1.942.000 espectadores a un 7% y apenas un millón de espectadores.

También durante el mandato de Castro se ha prescindido de la mítica sintonía compuesta por Rafael Beltrán y el formato se redujo en quince minutos y pasó de cuatro a tres reportajes. Ahora, tras su exilio al late night, se introducirá un cuarto reportaje de actualidad incrementando así su duración en ocho minutos. Sin embargo, está lejos de sus mejores tiempos cuando algunos sábados llegaba a durar hasta una hora y media.