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¿Quién dijo que la ficción patria no podía competir con la americana?
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¿Quién dijo que la ficción patria no podía competir con la americana?

La ficción nacional no pasa por su mejor momento. La crisis publicitaria ha obligado a las cadenas privadas a invertir en productos menos costosos, e incluso han guardado algunas

La ficción nacional no pasa por su mejor momento. La crisis publicitaria ha obligado a las cadenas privadas a invertir en productos menos costosos, e incluso han guardado algunas de sus series en un cajón hasta que puedan rentabilizarlas.

Ante esta situación, algunas productoras han decidido probar suerte en el extranjero. Han entendido que son tiempos para fomentar la coproducción, aportar guiones flexibles y adaptados al gusto internacional.

Ejemplo de ello es Portocabo, una joven productora gallega filial del Grupo Boomerang que rueda en Madrid, con equipo técnico 100% nacional, The Avatars, una ficción juvenil ambientada en Nueva York y dirigida al mercado internacional.

La idea es que vaya a un mercado global, que un mismo producto guste en varios países. Y uno, o hacíamos un thriller, o dos, hacíamos una serie para adolescentes. Y ahí es donde vimos que había oportunidad en el mercado para jóvenes. Después dio la casualidad de que el Mipcom nos encontramos con dos empresas italianas que tenían el proyecto escrito”, comenta el productor ejecutivo de la serie, Fosco Blanco.

Pero, ¿cómo consiguieron convencerles para aventurarse en este proyecto? “En Boomerang y Portocabo hemos hecho productos muy bien armados en relación calidad precio. Y, además, en España tenemos una ventaja competitiva: tenemos una industria muy sólida y con precios más bajos”. Suyos son Gallegos en el mundo o Gran Nord.

Trabajando en dos idiomas

Interpretada por actores americanos y rodada en inglés, la serie cuenta las aventuras de un grupo de adolescentes que sueñan con convertirse en estrellas de rock. Su vida cambia cuando crean una banda virtual, triunfan y se ven obligados a llevar una doble vida.

Nos fuimos a Nueva York a hacer casting con las directoras de casting de Grupo 7 y Lo imposible, Eva Leira y Yolanda Serrano. Sólo hemos traído a cinco actores americanos. Los 73 restantes los hemos buscado en España en un casting para angloparlantes que pudieran poner acento americano”, explica.

Este hecho les obliga a que parte del equipo hable inglés. “Las hojas de trabajo están en los dos idiomas. Quizá un operador de cámara no tiene que hablar en inglés, pero los que estamos en contacto directo con ellos, sí”, confiesa uno de los directores, Toño López (Mareas vivas, Nada es para siempre).

“Al ser una sitcom, el grado de emociones que se expresan no es complejo. Pero hay que saber expresar el gesto o la reacción que quieres. Son máquinas de precisión que necesitan ser bien dirigidas (…) Es muy cómodo trabajar con ellos porque son extremadamente disciplinados, generosos ofreciendo ideas, cumplidores… No fallan ni una coma. ”, añade.

También han necesitado ambientar los decoradores para que parecieran el Upper East Side de Nueva York. “Cuando vemos las series americanas, parece que no hay diferencias. Pero al final es casi todo: los equipos de música, los cereales, el tamaño de las cosas, las tazas, la ropa, las mochilas…”, explica Blanco.

Hacia una ficción europea

Y aunque de momento sólo ha sido vendida a la italiana Rai Kids y a la alemana ZDF Kids, Blanco confía en vender el producto de forma internacional. En estos momentos mantienen conversaciones con Disney y otros distribuidores internacionales.

“La cosa pinta bien. Que entren canales tan exigentes como Rai y ZDF nos hace ser optimistas. La gran ventaja es que no producimos para un canal. Somos los productores. Ahora que sabemos que nos está quedando bien, podemos vender la vaca despiezada. Podemos ir a Disney en América, a Nickelodeon en Argentina. Nos sentaremos al mejor postor”, comenta.

“Si todo va bien, nuestra idea es hacer un centro de producción regular de este tipo de productos. A todos los canales les va a interesar que se haga producción europea para niños. Nuestro mercado no puede ser el gallego o el español. Mínimo tiene que ser el europeo. El mejor ejemplo es Alatriste, que va a ser producido por varios países.”, confiesa.

La ficción nacional no pasa por su mejor momento. La crisis publicitaria ha obligado a las cadenas privadas a invertir en productos menos costosos, e incluso han guardado algunas de sus series en un cajón hasta que puedan rentabilizarlas.