Los errores del doctor House, al descubierto
Cuántas veces se habrán preguntado ustedes si la medicina es realmente así tras ver una serie como House. Pues bien, el doctor Alberto Amador Gil ha
Cuántas veces se habrán preguntado ustedes si la medicina es realmente así tras ver una serie como House. Pues bien, el doctor Alberto Amador Gil ha puesto en duda el rigor de la ficción protagonizada por Hugh Laurie en un capítulo del libro House. Patologías de la verdad (Dolmen Editorial), escrito por el profesor e investigador de la Universidad de Sevilla, J.J. Vargas.
En dicho capítulo, Amador Gil, profesional del Hospital Universitario Nuestra Señora de Valme (Sevilla), analiza algunas de las contradicciones y errores más importantes de la serie demostrando que, "a pesar de que en la medicina prácticamente nada es imposible", existen anotaciones que indican la imposibilidad de las patologías, diagnósticos o tratamientos mostrados a lo largo de la serie.
Para empezar, según este médico, "los síntomas" que se presentan al principio de cada episodio "son realistas y su escenificación suele ser buena". Sin embargo, es a la hora del diagnóstico cuando empiezan a surgir los gazapos ya que "se incrementan las listas de diagnósticos diferenciales o se olvidan los primeros síntomas por considerar que los nuevos son más importantes".
Los errores también se producen en las pruebas o tratamientos. De hecho, según Amador Gil, es esta sección donde se presentan una mayor cantidad de errores, "ya que el carácter de espéctaculo prima sobre lo científicamente correcto". En este sentido destaca sobre todo el uso de tratamientos erróneos o exagerados en el 50% de los episodios, la documentación es errónea en un 41% (se confuden unas enfermedades con otras, errores de traducción), el uso de la ciencia ficción o la exageración se utiliza en un 30% de los episodios (se utilizan prototipos tecnológicos aún en fase de estudio) o se modifica el resultado de las pruebas en un 26%.
En lo que respecta al diagnóstico final, Amador Gil sostiene que se han pasado de "soluciones notablemente buenas en las tres primeras temporadas" a conclusiones cada vez más mediocres, que o bien no cuadran con la clínica que presenta el paciente, o bien quedan resueltas con una explicación demasiado forzada para ser creíble.
Cuántas veces se habrán preguntado ustedes si la medicina es realmente así tras ver una serie como House. Pues bien, el doctor Alberto Amador Gil ha puesto en duda el rigor de la ficción protagonizada por Hugh Laurie en un capítulo del libro House. Patologías de la verdad (Dolmen Editorial), escrito por el profesor e investigador de la Universidad de Sevilla, J.J. Vargas.