José Luis Berlanga tras la muerte de su hermano: "Vaya racha tan desgraciada llevamos"
Estaba sedado y murió en silencio, sin enterarse de nada. Un cáncer de hígado se llevó a Jorge Berlanga a la una de la madrugada del
Estaba sedado y murió en silencio, sin enterarse de nada. Un cáncer de hígado se llevó a Jorge Berlanga a la una de la madrugada del jueves 8 de junio. Una nueva desgracia para una familia que perdió a su patriarca, el recordado Luis García Berlanga, hace apenas siete meses. Y que en el 2002 también se enfrentaba a la muerte prematura de otro de los hermanos, el músico Carlos Berlanga.
Jorge llevaba años luchando contra la enfermedad, y su hermano José Luis cuenta a Vanitatis que “a Jorge le diagnosticaron hace dos años el cáncer, le hicieron un trasplante de hígado y salió todo muy bien. Pero hace más o menos un año se le reprodujo la enfermedad. Vaya racha desgraciada que llevamos, porque nuestro padre falleció hace siete meses, y ahora Jorge…”
Cuando hablamos con José Luis, apenas han pasado doce horas de este adiós tan prematuro. Es la una del mediodía del jueves 9 de junio, y la madre de los Berlanga, la viuda del gran cineasta, no se ha enterado todavía de la muerte de su hijo. “Mi madre – prosigue José Luis -, no sabe nada, está durmiendo todavía. Cuando despierte le daremos la noticia. No me quiero ni imaginar cómo se va a sentir”.
A Jorge le enterrarán este viernes, a las once de la mañana, en el madrileño cementerio de Pozuelo de Alarcón. Sus últimos días de vida los pasó sedado en una habitación del hospital. José Luis descubre que “le fallaron todos los órganos, estaba muy mal, y era predecible un fatal desenlace. Estamos todos consternados. Jorge era un hombre estupendo, una gran persona. Todo el mundo le quería…”.
Escritor y guionista
Nació el 8 de agosto de 1958 y era el tercer hijo del cineasta valenciano Luis García Berlanga, para el que trabajó como guionista en algunas de sus últimas películas como Todos a la cárcel (1993) y París Tombuctú (1999), además de para otros directores como Carlos Gil, con Alas rotas (2002).
Como uno de los primeros promotores de la movida madrileña de la década de los ochenta, Berlanga se encontraba inmerso en el proyecto de un musical que rindiera tributo a este fenómeno que enroló a artistas de relevancia nacional.
En su faceta de escritor, había publicado dos novelas de humor y también fue el traductor al castellano de algunas obras del escritor estadounidense Charles Bukowski.
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