Portugal y Francia 'rescatan' a España de hacer el ridículo en Eurovisión

A pesar de que la representante de España en Eurovisión, la gallega Lucía Pérez, decía que no se creía las encuestas, las cuales la colocaban en las últimas posiciones, nuestro país volvió el sábado a hacer el ridículo en el conocido Festival de la canción europea, al quedar en la antepenúltima posición.

Ridículo porque a pesar de que la cantante brilló con luz propia gracias a su positivismo y profesionalidad, la puesta en escena y la coreografía dejaron mucho que desear rozando lo patético y pueril. Los doce puntos de Portugal y Francia rescataron a España de repetir el último puesto de Remedios Amaya en 1983.

Pero, dejando aparte el ridículo de TVE, una televisión que se empeña en llevar al conocido certamen lo peor de la música española, ganó merecidamente Azerbaiyán, un país que lleva años intentando alzarse con el triunfo y que finalmente lo ha conseguido con un número musical elegante y sencillo. Sorprendente fue también el segundo puesto de Italia, que después de trece años de ausencia volvió por la puerta grande al festival con el jazz Madness of love.

Francia y Reino Unido, dos de las favoritas, quedaron lejos del triunfo, mientras que Suecia quedó en tercera posición. A su vez, Estonia, que también era favorita, quedó penúltima.

 

 

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