Scream se vuelve parodia, pero con la maestría de Craven

Wes Craven no lo tenía fácil. Después de la aparición de la saga Scary Movie, las películas de terror adolescente, aquellas que tanto costó a Craven revitalizar, ya no se miraban de la misma forma y resultaba difícil no sacarles el punto cómico. Digamos, que como ya ocurriera en los años 90 con la primera cinta de Scream, tenía la misión de rescatar el género. Y así ha sido. Y es que, utilizando las mismas armas de los 90 -humor y suspense-, aunque adaptadas a los nuevos tiempos, el director norteamericano no sólo ha conseguido salvar el obstáculo de Scary Movie en Scream 4 sino que se ha permitido el lujo de reírse del cine terror -también del suyo propio- e incluso dar lecciones de cómo debe hacerse.

"Nueva década, nuevas reglas", reza el lema de la cinta. Y como tal, Craven ha sabido autoparodiar con maestría la saga de terror adolescente más famoso de los 90, sin llegar por ello a convertirse en una película cómica, y de paso demostrar que para hacer terror no es necesario grandes efectos especiales. Ya está bien de niñas japonesas, cine gore o exorcismos. El miedo puede estar en cualquier lugar. Cualquier cosa puede asustarnos. Y más ahora que estamos rodeados de tanta tecnología.

Consigue además el director este tono paródico gracias a un trío protagonista al cual el paso del tiempo no ha perdonado, pero que no tiene ningún reparo en reírse de sí mismo. De hecho, Courtney Cox, más parecida a Felicity Huffman en Transamerica que a la reportera Climas Gale de Scream, saca a relucir a la divertida Jules Cobb de Cougar Town, permitiéndose el lujo de hacer bromas sobre su matrimonio en la vida real.

Y aunque Scream 4 no deje de ser una simple película de terror adolescente, Craven, que nos recuerda que la saga Scream forma parte de nuestra historia, aprovecha también la ocasión para lanzar algunos "tiritos" sobre el cine de terror actual -"un remake no puede joder nunca al original"-, opinar sobre el éxito de Scary Movie -"la tragedia de una generación es la parodia de la siguiente", hacer homenaje a otras cintas de terror (atención a los carteles de películas que aparecen) o criticar la fama y la telebasura.

Nunca una película de terror adolescente dio tanto de sí. ¿Nueva década, nuevas reglas?