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De cómo Pixar les convierte en malos de la película
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De cómo Pixar les convierte en malos de la película

¿Puede una campaña publicitaria ser mejor que aquello que anuncia? Desde luego que sí. Esta película es una prueba evidente de ello. Desde hace meses, la

¿Puede una campaña publicitaria ser mejor que aquello que anuncia? Desde luego que sí. Esta película es una prueba evidente de ello. Desde hace meses, la red se había llenado de personajes amarillos, minions, mostrando su carácter; de homenajes tarantinianos y otra serie de trailers. Todo para calentar a una audiencia cada vez más ansiosa de productos animados: Pixar nos tiene muy mal acostumbrados a unos guiones casi intachables desarrollados con una destreza muy reseñable. Es por esto que Gru. Mi villano favorito (Despicable Me, en su título original) desinfla totalmente las expectativas al ser algo que no va más allá de una serie de pequeños gags dispersos en un relato, en el que, eso sí, encontramos personajes ciertamente encantadores. 

¿Puede una campaña publicitaria ser mejor que aquello que anuncia? Desde luego que sí. Esta película es una prueba evidente de ello. Desde hace meses, la red se había llenado de personajes amarillos, minions, mostrando su carácter; de homenajes tarantinianos y otra serie de trailers. Todo para calentar a una audiencia cada vez más ansiosa de productos animados: Pixar nos tiene muy mal acostumbrados a unos guiones casi intachables desarrollados con una destreza muy reseñable. Es por esto que Gru. Mi villano favorito (Despicable Me, en su título original) desinfla totalmente las expectativas al ser algo que no va más allá de una serie de pequeños gags dispersos en un relato, en el que, eso sí, encontramos personajes ciertamente encantadores.