Carmen Maura: "Para Francia, España es la culpable de todo"

Sincera y divertida, charlar con ella es como conversar con la divertida Pepa de Mujeres al borde de un ataque de nervios o la cariñosa Irene de Volver. Y así, sin reparos ni pelos en la lengua, Maura no duda ni un momento en criticar abiertamente al país donde últimamente ha desarrollado su carrera: Francia. Ha sido una historia de amor y odio, confiesa.

-¿Habías interpretado alguna vez un personaje parecido?
-Tan loca como ella nunca, me estoy divirtiendo como mucho con ella porque me permite hacer unas veces de mala, otras de buena y siempre con un sentido del humor de lo más especial. Además me dan la libertad de añadir aquello que se me ocurre y me lo estoy pasando en grande que es lo que más me apetece hacer a estas alturas de mi carrera.

-¿Sois unas chicas de oro muy jóvenes?

-Bueno, lo que pasa es que nos conservamos muy bien. Últimamente era siempre la mayor del equipo y aquí resulta que soy la más jovencita.

-Hace mucho que no trabajas en España...

-Mucho, las últimas seis películas que he rodado han sido fuera de España, me he pasado los últimos inviernos de mi vida en París y me duele que el público español crea que no trabajo, por eso me apetecía volver a la tele.

-¿No tienes prejuicios contra la televisión?
-Ninguno, nunca he despreciado la televisión, el trabajo más difícil que he hecho en toda mi vida ha sido el de presentadora. La televisión es muy importante, se trata de un trabajo muy directo, debes conquistar al espectador desde el primer segundo para que no se vaya a otra habitación. A mi me gusta todo lo que sea comunicación, disfruto hasta haciendo un spot. Lo que no haría otra vez es volver a presentar, me parece un trabajo durísimo.

-¿Crees que un programa como Tola tendría hueco en la pequeña pantalla?

-El programa de Tola no tendría el éxito que tuvimos. Entonces solo existía la uno y la dos, no había otra cosa. Y además nacimos cuando empezó la democracia, éramos más osados. Pero hoy en día hay mucha batalla con los programas de insultos y de analizar la vida de la gente.

-¿Que te gusta ver en televisión?
-Tengo el plus. La TDT no me termina de funcionar la TDT. Pero te sale cada canal de esos raros…

¿Cómo cuál?

-Hay muchos nombres que ni había oído hablar y que sale gente muy rara o vendiendo cosas, o diciendo u opinando cosas raras. Intereconomía siempre me sale.

El recibimiento de la audiencia

-¿Te preocupa el recibimiento del público?
-Muchísimo, es lo que más, las críticas buenas siempre vienen bien y ayudan pero a mi lo que me importa de verdad es la opinión de la calle, la gente conmigo no se corta un pelo y sé que al día siguiente del estreno, cuando salga a la calle me van a decir si les ha gustado o no.

-¿Confías en que será un boom?
-No soy muy triunfalista, el éxito de una serie es siempre un misterio, estamos poniendo mucha energía en este trabajo, nos tratan muy bien y estamos contentas pero nunca se sabe, a mi lo que me gustaría de verdad es que esta serie la vieran las masas.

-¿Te queda algún reto por afrontar?
-He hecho de todo, incluso marranadas varias pero nunca he querido hacer ningún papel que no me hayan ofrecido, soy más positiva que todo eso, hago lo que me ofrecen.

-¿Qué te parece que la serie se emita sin publicidad?
-Es un orgullo enorme, de hecho me chuleo de ello en Francia porque ellos todavía no la han quitado.

-¿Qué tal se está en París?

-En Francia soy más española de lo normal porque me las han hecho pasar muy mal. Llevo ya yendo veintitantos años allí y he llorado mucho. Me he acostumbrado a su manera de ser y ahora como ya domino el francés y no me deben nada, voy más segura (…) Decimos que los franceses son muy chovinistas, pero nosotros somos todo lo contrario. Ya se encargan ellos de poner mal a España. Como haya una mala noticia de España, somos la primera noticia. Eso me jode. Cuando la gripe aviar éramos los culpables. Si nos descuidamos somos los culpables de los tsunamis.

-¿Qué tal os lleváis fuera del plató?

Lo que más gracia me hace de aquí es lo distinta que somos, en los cabreos, las alegrías, en las maneras de enfrentarnos con el vestuario. Somos completamente diferentes y eso es un filón. Aun no hemos discutido ni una vez pero hay que darle tiempo al tiempo. Lo importante es que todas son buenas chicas y cuando se trabaja entre buenas personas se puede salvar todo.

-¿Vas a compaginar la serie con algún otro proyecto?
-Estamos aquí hasta el treinta de septiembre y luego en octubre rodaré con un joven catalán casi francés que acaba de salir becado de la escuela francesa y me ha dado el papel de madre en una comedia amoral y bestia que me encanta sobre una familia judía.

-¿Cómo crees que afrontarás el éxito?
-Me organizo muy bien para no tener problemas con nadie, me he portado siempre como Dios manda y cuando me para la gente por la calle lo que hago es preguntarles yo, así me entero de lo que piensan de verdad y entablo conversación.