Álex de la Iglesia se busca la enemistad de Pedro Almodóvar

“Haré todo lo posible para que regresen a la Academia de Cine antiguos miembros como José Luis Garci y Pedro Almodóvar”, decía en junio Álex de la Iglesia en su primera comparecencia como presidente del organismo. Pero parece ser que con decisiones como las de hoy, más que un acercamiento se va a producir un auténtico distanciamiento.

La Academia de Cine acaba de elegir, en un año que será recordado por la pobreza creativa del cine español, a sus tres candidatas al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar, no se encuentra entre ellas.

Sí lo estaban la última y muy criticada película de Isabel Coixet, Mapa de los sonidos de Tokio, donde se habla inglés, japonés y catalán pero no español; Gordos, la segunda cinta de Daniel Sánchez-Arévalo tras la excelente AzulOscuroCasiNegro; y la aún no estrenada, El baile de la victoria, del oscarizado Fernando Trueba.

Ni rastro de Almodóvar y la muy promocionada Los abrazos rotos. Y evidentemente, ni rastro de las dos películas españolas más taquilleras del año, Mentiras y gordas y Fuga de cerebros.

No obstante el cineasta manchego podría acabar concursando en la 82 edición de los Oscar en marzo de 2010 si su filme es elegido por la academia americana como ya ocurriera en 2002 con Hable con ella, que fue nominada a mejor guión original y mejor director.

El enésimo menosprecio

La historia del distanciamiento entre la Academia y Almodóvar viene de lejos quedando más que demostrado en 2004 con la baja de Pedro y Agustín Almodóvar tras conocerse las candidaturas de los premios Goya, galardones en los que La mala educación aspiraba “sólo” a cuatro categorías.

El primer enfado del oscarizado director llegó en 1990 en la quinta edición de los premios Goya. Lógico. ¡Átame!, su octava cinta y la primera tras la exitosa Mujeres al borde de un ataque de nervios, no logró llevarse ningún premio de los quince a los que estaba nominada.

Con sus siguientes películas tampoco tendría mucha suerte: Tacones lejanos no se llevó ningún Goya de cinco nominaciones obtenidas; Kika ganó uno (el de mejor actriz a Veronica Forqué) de ocho nominaciones; La flor de mi secreto se fue con las manos vacías tras seis nominaciones; y Carne Tremula ganó uno (José Sancho a mejor actor de reparto) de tres nominaciones.

Sería en 1999 con Todo sobre mi madre cuando Almodóvar hizo las paces con la Academia después de llevarse el galardón a mejor director (el único que tiene junto al de Volver) y mejor película. También se llevaría cinco premios más, entre ellos el de mejor actriz a Cecilia Roth.

Sin embargo la alegría duraría poco después de que la Academia ninguneará en 2002 a la premiada Hable con ella dejándola fuera del camino a los Oscar y otorgándole tan sólo un Goya (el de mejor música original).

La gota que colmó el vaso se produjo en 2004 cuando La mala educación consiguió "sólo" cuatro candidaturas a los Goya, lo que trajo consigo la baja de Pedro y Agustín Almodóvar.

No había vuelta atrás y Almodóvar plantó a la Academia en 2006 a pesar de ser el gran triunfador de la noche con Volver. Fue Penélope Cruz quién dio la cara entonces y recogió el premio a mejor director.

De momento el cineasta manchego y su productora no se han pronunciado al respecto, pero parece seguro que seguirá pensando aquello de que “en Francia me tratan mejor que en España”.