Es noticia
El onanismo mental de Lars Von Trier
  1. Televisión

El onanismo mental de Lars Von Trier

Lars Von Trier avisa: "Quiero invitarles a apartar la cortina y echar un vistazo al lado oscuro de mi imaginación, la naturaleza de mis miedos, a

Lars Von Trier avisa: "Quiero invitarles a apartar la cortina y echar un vistazo al lado oscuro de mi imaginación, la naturaleza de mis miedos, a la naturaleza del Anticristo”. No se trata de una película de terror al uso USA y su tendencia actual de fagocitar elementos de serie B para proyectarlos a través de producciones de Serie A.

Así pues, en la nueva cinta de Von Trier, los aspectos más perturbadores e interesantes ni se suavizan, ni se eliminan. El cineasta nos sirve en bandeja un terror psicológico visceral que clava al espectador y acaba retorciéndolo en su butaca. Una película ciertamente incómoda, perturbadora y por ello fascinante.

La transgresión del danés (enfant terrible –todo un logro para alguien con más de 50 años- del cine europeo y “niño mimado” de Cannes) no es otra cosa que una marca más de la casa. Su cine poco convencional está lleno, como él mismo, de fobias y obsesiones; tan recurrente en ocasiones a signos y símbolos, como (y no nos dejemos engañar) a veces carente de propio significado.

Cuando se rebasan las convenciones sociales y morales, es fácil caer en la provocación y por tanto, el polemizar, se convierte en el objetivo único. Al fin y al cabo que se hable de tí, bien o mal, es lo de menos, pero se que hable; y Von Trier, que lo sabe, no tiene ni un pelo de tonto. De cuerdo, ya es otro cantar.

Y así, llegamos a un punto en este Anticristo, en el que poco o nada importa lo que nos está contando, sino el cómo.

La historia resulta un tanto floja o al menos para justificar los actos que acaban realizando la única pareja protagonista, unos pletóricos Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg. En el camino que recorren juntos hacia el Mal, la razón brilla por su ausencia y de nada sirve que se le antojen a uno influencias de Nietzsche o Strindberg (que ríase usted de quien lee hoy a estos sujetos).

Sin embargo, uno se queda con la lluvia torrencial de imágenes de una fuerza visual desgarradora y aquí las influencias son más claras: la pintura romántica de Friedrich y Füssli (la naturaleza como tema recurrente, lo irracional, pasional y definitivamente el asentamiento del caos frente a la razón); los ecos del cine de Buñuel y su ojo cercenado en El perro andaluz, o la automutilación del órgano sexual en La pianista de Haneke, otro cineasta no menos inquietante.

Un consejo gratis para cualquier avispado programador de teatros: que junte al danés con el grupo teatral La Fura dels Baus. Sería un bombazo.

Lo peor: que precisamente en esas imágenes nadie vea la terrible belleza que conllevan y que su halo de provocación sea en el fondo banal.

ÁLBUM DE FOTOS | TRAILER

Lars Von Trier avisa: "Quiero invitarles a apartar la cortina y echar un vistazo al lado oscuro de mi imaginación, la naturaleza de mis miedos, a la naturaleza del Anticristo”. No se trata de una película de terror al uso USA y su tendencia actual de fagocitar elementos de serie B para proyectarlos a través de producciones de Serie A.