Por qué el coche 'barato' de Tesla ni es barato ni va a salvar a la compañía
Tesla ha lanzado nuevos Model 3 y Model Y 'baratos' para luchar contra los eléctricos chinos y europeos, pero la realidad es que no pueden competir ni en precio ni en equipamiento
Demasiado tarde. Demasiado caro. Demasiado soso. Demasiado anticuado. Demasiado de lo mismo. Hay demasiados "demasiados" negativos con los nuevos coches baratos que Tesla anunció anteayer. Sus tan esperados modelos "asequibles" no son más que versiones recortadas del Model 3 y Model Y que algún genio del marketing llama ‘Standard’.
Tesla prometió que los Teslas “asequibles” solucionarían la caída global de ventas de la compañía, pero estos nuevos coches son una mala noticia para la empresa. Con su reputación hecha trizas después de que Musk suicidara a su marca apoyando a Trump y tras años de quejas sobre su calidad, estancamiento tecnológico y diseño cansino, la compañía esperaba que estos nuevos modelos “asequibles” les impulsaran de nuevo a la Luna más rápido que al Starship.
Pero podría acabar explotando en la rampa de lanzamiento, a juzgar por la reacción de casi todas las publicaciones que he encontrado. El consenso es que estos nuevos modelos son sólo un recorte en los costes de fabricación sin reducción de precio. No es sorprendente que las acciones de Tesla cayeran un 4% cuando salieron a la luz. Seguro que se recuperarán, pero mi predicción es que se desplomarán mucho más cuando lleguen los datos de ventas de los próximos dos trimestres y la gente se dé cuenta de lo malos que son estos modelos.
No pueden competir
Estos nuevos coches no pueden vencer a la competencia, ni china ni europea. Tampoco a la americana.
Dejando de lado el acabado mediocre y su diseño repetitivo, estos modelos asequibles no son asequibles en absoluto: el Model Y Standard cuesta 39.990 dólares (unos 37.800 euros) y el Model 3 Standard 36.990 dólares (aproximadamente 35.000 euros). Con estos precios no pueden competir en el mercado actual.
Las marcas chinas los superan en todos los aspectos. Ya ofrecen mejor precio y tecnología superior que los modelos caros actuales de Tesla. Por eso la cuota de mercado de la compañía cae en picado dondequiera que llegan los vehículos eléctricos chinos. Tienen baterías más duraderas, mejores acabados y equipamientos, e incluso autonomía de conducción gratuita de por vida en muchos modelos a precios genuinamente asequibles. El líder mundial del mercado de vehículos eléctricos BYD vende coches por debajo de los 30.000 dólares (unos 28.350 euros) a nivel global, con modelos como el Dolphin alrededor de 26.700 dólares (25.200 euros) y el compacto Seagull a menos de 10.000 dólares (9.400 euros) en China. Ni siquiera necesitas comparar con coches pequeños: el SUV Onvo L60 de NIO cuesta desde 30.439 dólares (28.700 euros) y ofrece más espacio interior y autonomía equivalente. ¿Cómo puede Tesla aspirar a vencerlos?
Incluso los competidores americanos ofrecen mejores opciones. El Chevrolet Equinox EV tiene un precio inicial de 34.995 dólares (unos 33.000 euros) y una autonomía de 513 km, superando claramente al nuevo Model Y de Tesla con equipamiento fundamental que Tesla ha eliminado, como la radio FM o los retrovisores eléctricos. Sí, los nuevos modelos no tienen radio FM y el nuevo Model 3 Standard es ahora "el único coche vendido en América con retrovisores laterales manuales", como señala la publicación The Drive. Japón también tiene eléctricos más baratos y mejores, como el SUV Toyota bZ4X, que comienza en 38.520 dólares (36.300 euros). Y, en Europa, si quieres un eléctrico realmente barato, está el Dacia Spring, el Renault 5 E-Tech o el Citroën ë-C3.
Lo que es peor aún: los nuevos Tesla ni siquiera compiten con sus propios modelos existentes. En EEUU, después de la eliminación de créditos fiscales federales (gracias al apoyo de Musk a Trump), los nuevos Tesla ‘baratos’ son más caros que los coches de Tesla de hace unos días, como señala el blog especializado Electrek. El Model Y anterior, por ejemplo, costaba 37.490 dólares (35.350 euros) tras los incentivos, unos 2.000 dólares menos que la versión Standard. Tesla ha logrado lanzar coches ‘más baratos’ que en realidad son más caros. Todo un logro. Enhorabuena, Elon. Aquí tienes tu galletita de un billón de dólares.
No es barato, es baratero
Y ésa es la otra clave de estos nuevos modelos: vienen con mucho menos equipamiento. La empresa ha eliminado sistemáticamente funciones en todo el vehículo. Por ejemplo, el Model Y ha reducido su autonomía en 58 km, quedando en 517 km. Algunas carencias básicas son la falta de radio FM, retrovisores eléctricos, asientos traseros calefactados o luces largas adaptativas. La revista Cars.com enumera un total de 15 sistemas que faltan.
Desaparecen las barras de luces LED que eran la firma de Tesla, según The Autopian. Ahora el Model Y ahora parece un crossover genérico con faros simples. En el interior, Tesla ha sustituido el cuero ‘vegano’ premium por inserciones textiles baratas, ha eliminado la pantalla táctil trasera que los pasajeros usaban —y que encantaba a los niños—, e incluso ha suprimido la iluminación ambiental en todo el habitáculo. El sistema de sonido se reduce de 15 altavoces con subwoofer a sólo siete altavoces. Los asientos traseros se pliegan manualmente en vez de eléctricamente. El maletero delantero se reduce en 28 litros y pierde su forro impermeable.
Los recortes en ingeniería son aún más preocupantes. Tesla ha degradado la suspensión, pasando de amortiguadores selectivos de frecuencia a amortiguadores pasivos básicos. ¿Por qué? No se sabe. Pero es especialmente sorprendente porque la suspensión ha sido un punto muy criticado por muchos usuarios y probadores de coches profesionales, como la revista MotorTrend, que pasó dos años con uno y lo terminó odiando.
El sistema de centrado automático de carril también ha desaparecido, una función de seguridad importante en una marca que es ahora conocida por tener unos de los coches más peligrosos en carretera. Se han reducido también el número de cámaras. Y, por supuesto, no hay conducción autónoma (lo que podría ser una bendición, dado el estado deficiente de esta tecnología, todavía muy lejos de las promesas futuristas de Musk).
Como observó un experto del sector: "Es difícil justificar una lista tan larga de funciones ausentes cuando la diferencia de precio es sólo de 5 000 dólares respecto al siguiente nivel”. Según un usuario de Reddit en uno de los muchos hilos criticando estos nuevos modelos, parece que en realidad no quieren vender estos coches, sino que los consumidores opten por la versión más cara con todo lo que han eliminado.
Si es así, es una forma extraña de recuperar el liderazgo en ventas. Una que no parece justificar el bonus salarial estratosférico de Musk. Quizás estos nuevos modelos son una admisión de que se ha dado por vencido con los coches y piensa que los robots y taxis autónomos salvarán a su empresa del desastre.
La última apuesta
Pero esa apuesta es ahora más peligrosa que nunca. Quizás sería posible si Tesla tuviera toda esa tecnología en fabricación, despliegue perfecto y en venta, pero su promesa de que los Robotaxis de Tesla estén presentes en todas las ciudades en 2026 sigue pareciendo completamente imposible, pese a lo que algún analista se esté fumando. Todavía está en pruebas en Austin y el área de la Bahía de San Francisco, mientras que competidores como Waymo y Apollo están estableciendo redes completas en metrópolis por todo el mundo. Y su promesa de que Optimus también se fabricará por millones el próximo año es también de risa. La última demostración real y pública (no preparada por el departamento de prensa de Musk) este septiembre fue dio vergüenza ajena. A menos que Musk invente un material imposible y la tecnología cuántica para viajar al futuro lejano y traerse de vuelta la forma de hacer que estas tecnologías funcionen, como ha prometido durante la última década sin cumplir, esos proyectos no traerán dinero significativo en años. Creerse cualquier promesa del magnate marciano después de años metiéndonos bolas es absurdo de por sí. Los Robotaxis y los robots Optimus lo son aún más.
Pero me voy por los cerros de Texas. Estábamos hablando de los coches nuevos, los Tesla que no son asequibles pero sí baratos, baratos del AliExpress. Por fin han llegado, con años de retraso tras cancelar su producción para hacer el Cybertruck, una camioneta que fue un gran éxito en Marte pero se desintegró como una prueba de Starship en la Tierra. Pero ahora que por fin están aquí, hemos descubierto que Musk nos la ha vuelto a meter por la escuadra.
Estos nuevos modelos son la antítesis de lo que debería ser un coche asequible. En realidad, son la enésima, quizás la última y definitiva prueba de cómo Tesla ha arruinado completamente su reputación como innovador.
Demasiado tarde. Demasiado caro. Demasiado soso. Demasiado anticuado. Demasiado de lo mismo. Hay demasiados "demasiados" negativos con los nuevos coches baratos que Tesla anunció anteayer. Sus tan esperados modelos "asequibles" no son más que versiones recortadas del Model 3 y Model Y que algún genio del marketing llama ‘Standard’.