Los problemas técnicos del futuro escudo antidrones contra Rusia
El muro de defensa europeo contra los ataques con drones rusos es más complicado y problemático de lo que se piensa, sobre todo en estos momentos. Ninguna solución es perfecta
En las últimas semanas se ha observado un número creciente de drones en torno a los aeropuertos de Dinamarca. Los incidentes más recientes en los aeropuertos de Aalborg y Billund provocaron importantes perturbaciones, dado que se impidió el aterrizaje y el despegue de vuelos programados.
Estos incidentes siguen a varios otros, incluido uno en el aeropuerto de Copenhague. La situación es similar a la perturbación experimentada en torno al aeropuerto londinense de Gatwick en 2023, que de nuevo causó trastornos generalizados.
Además de haberse avistado drones en torno a aeropuertos civiles, también ha habido avistamientos en bases aéreas militares donde están desplegados los aviones de combate F-16 y F-35 daneses.
Los vuelos de drones civiles han sido prohibidos durante una semana antes de la cumbre de la Unión Europea celebrada en Copenhague el 1 de octubre.
Dadas las perturbaciones generalizadas que se han producido, se plantean interrogantes sobre qué puede hacerse para suprimir o destruir los drones y evitar futuros ataques. Existe también un riesgo para las aeronaves civiles por colisiones en pleno vuelo con los drones y la posibilidad de muertes y heridas entre la población civil.
El Gobierno danés ha afirmado que estos vuelos de drones más recientes han sido realizados por alguien que intenta sembrar el miedo entre la población danesa. También se ha afirmado que forman parte de operaciones híbridas rusas más amplias, cuyo objetivo es perturbar la defensa danesa.
Las sospechas de una mayor actividad rusa se han visto alimentadas por un número creciente de incursiones de drones en el espacio aéreo de varias otras naciones. Esto es algo que ha sido rotundamente desmentido por el Kremlin.
Láseres, proyectiles y misiles
Las fuerzas ucranianas han empleado redes de pesca para intentar capturar drones rusos desplegados contra sus posiciones. Algunos drones incluso han sido diseñados para disparar redes con el fin de atrapar otros drones.
Otra manera de reducir o eliminar esta amenaza relativamente nueva es derribar directamente los drones que se encuentran en el espacio aéreo de aeropuertos y bases aéreas. Esto podría hacerse con aviones de combate, pero también con láseres de alta potencia. Sin embargo, no es tan sencillo como parece.
Uno de los mayores desafíos para adoptar esta medida es que normalmente requiere que los parlamentos nacionales aprueben nueva legislación. Incluso con legislación de emergencia esto puede llevar tiempo, lo que significa que no se trata de la respuesta inmediata a la amenaza que resulta claramente necesaria. Una legislación similar a la que está considerando el parlamento danés fue aprobada en el Reino Unido en 2018.
Pero una vez aprobada la legislación, las dificultades persisten. Dado el tamaño relativamente reducido de los drones que causan la perturbación, a menudo pueden resultar muy difíciles de atacar mediante medios militares tradicionales. Incluso aunque los drones puedan ser atacados, se plantea entonces un riesgo adicional: cuando un dron es derribado del cielo, hay poco control sobre su trayectoria mientras cae a tierra.
Una vez destruido, podría caer fácilmente sobre infraestructuras aeroportuarias, sobre propiedades civiles o, en el peor de los casos, sobre personas, causando heridas o muertes.
Por tanto, las decisiones sobre si atacar drones que causan esta perturbación deben tomarse tras una gran reflexión y consideración. No obstante, existen otros métodos y se están desarrollando nuevas tecnologías que pueden ofrecer soluciones más eficaces en el futuro.
Tecnología de bloqueo
En lugar de emplear los llamados métodos cinéticos para destruir físicamente los drones que plantean este problema, podría emplearse tecnología de bloqueo para interrumpir el enlace de comunicaciones entre el dron y el operador. Al igual que con el ataque cinético, esta respuesta plantea el desafío de qué ocurre con el propio dron una vez que la señal ha sido bloqueada y éste cae del cielo.
Sin embargo, este enfoque presenta varias ventajas. La primera y más importante ventaja es que el bloqueo puede funcionar a distancias relativamente largas. Esto desincentiva nuevos ataques ya que, en teoría al menos, ningún dron en vuelo puede acercarse lo suficiente como para causar el nivel de perturbación que se ha observado en Dinamarca.
Además de esto, la ausencia de destrucción física derivada del enfrentamiento cinético significa que, en teoría al menos, el dron puede ser recuperado y puede descubrirse información sobre su funcionamiento y si se trata de un activo civil o militar.
Pero el empleo de tecnología de bloqueo para impedir que los drones vuelen en torno a aeropuertos civiles y bases aéreas militares tiene sus propios inconvenientes. La tecnología de bloqueo, tal como existe actualmente, no puede dirigirse contra aeronaves individuales. Esto significa que cualquier otra aeronave que se encuentre en las inmediaciones del aeropuerto o la base aérea donde se emplea tecnología de bloqueo es también vulnerable a la perturbación. Debido a esto, seguiría siendo necesario el cierre del espacio aéreo para eliminar la amenaza del dron, si bien esto debería ser durante un periodo de tiempo enormemente reducido en comparación con el que se requiere actualmente.
Existen, no obstante, posibles tecnologías futuras que podrían incorporarse a la defensa de aeropuertos civiles y espacios aéreos militares. Una de estas tecnologías la desarrolla actualmente la Marina Real británica y se denomina DragonFire. Ésta emplea la potencia de un láser de largo alcance para destruir físicamente un dron en el cielo desde distancias de hasta 4,8 kilómetros.
Otra tecnología que desarrolla el Ejército británico es una tecnología de bloqueo que puede dirigirse sobre objetivos con mayor precisión que la actual.
Estas nuevas tecnologías tardarán tiempo en emplearse ampliamente en aplicaciones civiles. Así que el tipo de perturbación que hemos observado últimamente probablemente continuará en el futuro próximo.
En las últimas semanas se ha observado un número creciente de drones en torno a los aeropuertos de Dinamarca. Los incidentes más recientes en los aeropuertos de Aalborg y Billund provocaron importantes perturbaciones, dado que se impidió el aterrizaje y el despegue de vuelos programados.