La pastilla que revierte el envejecimiento tanto como hacer ejercicio, pero sin pisar el gimnasio
Científicos han descubierto un compuesto natural producido en los riñones que regula la inflamación y promueve una serie de procesos antienvejecimiento que se dan lugar con el ejercicio físico
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Mientras los científicos encuentran la fuente de la eterna juventud, los médicos insisten en que una de las mejores maneras de luchar eficazmente contra el envejecimiento a día de hoy es haciendo ejercicio regularmente. Sin embargo, un nuevo estudio asegura haber encontrado un metabolito producido naturalmente por los riñones que puede ayudar a obtener esos beneficios de la actividad física sin necesidad de sudar la camiseta.
Ese metabolito se llama betaína y, según el equipo del Instituto de Zoología de la Academia China de Ciencias que ha realizado el descubrimiento, actúa como un equivalente molecular del ejercicio físico, capaz de frenar e incluso revertir el envejecimiento de nuestras células.
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Para las personas mayores con movilidad limitada, esto podría representar una alternativa segura y de dosis baja para obtener los beneficios del ejercicio sin importar sus limitaciones físicas.
Cómo funciona la pastilla del ejercicio
Durante seis años, el equipo monitoreó minuciosamente las respuestas moleculares de 13 hombres jóvenes y sanos sometidos tanto a entrenamientos intensivos como a ejercicio de resistencia prolongado. Los resultados de este estudio apuntan a que los riñones desempeñan un papel crucial en la protección de las células contra los procesos naturales de envejecimiento.
Los investigadores descubrieron que en los atletas de resistencia —que practican deportes como el ciclismo, el atletismo o la natación—, ciertos biomarcadores de inflamación y envejecimiento celular eran significativamente más bajos que en las muestras de control. Mientras tanto, el ejercicio intensivo de corta duración —como el HIIT (high intensity training, entrenamiento de alta intensidad) o los esprints a intervalos— desencadenaba más estrés celular, incluyendo picos de cortisol y estrés oxidativo.
"El ejercicio intenso inicialmente desencadena una respuesta inflamatoria orientada a la supervivencia y estrés oxidativo a través de la vía IL-6/cortisol", explica el profesor Liu Guanghui, uno de los autores del estudio publicado recientemente en la revista Cell. "Sin embargo, el ejercicio prolognado suprime la inflamación y el daño oxidativo a través de la betaína generada por los riñones".
El metabolito de la eterna juventud
La betaína es un compuesto natural presente en alimentos como la remolacha, las espinacas y los cereales integrales. Durante el ejercicio de resistencia sostenido, los riñones aumentan significativamente la síntesis de betaína a través de la enzima colina deshidrogenasa (CHDH). Este metabolito desempeña un papel importante en la protección celular, desintoxicación, rendimiento muscular y función mitocondrial, todos cruciales para la longevidad, dicen los investigadores.
Cuando los científicos administraron dosis orales de betaína a ratones envejecidos, los resultados fueron sorprendentes. Los animales mostraron mejoras significativas en fuerza muscular, resistencia, función mitocondrial, marcadores inflamatorios y expresión génica. También experimentaron reducción de la inflamación y una mejora en la regeneración de los tejidos.
A pesar de estos impresionantes resultados, los investigadores admiten que el estudio con humanos es limitado porque se centró únicamente en participantes masculinos. Por lo que esperan realizar estudios más amplios e inclusivos para validar estos resultados en poblaciones más diversas.
Resolver la paradoja del ejercicio
De confirmarse los resultados, este descubrimiento puede ir más allá de los beneficios que pueda suponer el uso de betaína para mitigar los efectos del envejecimiento. El hallazgo puede tener implicaciones también en la nutrición deportiva y resolver lo que los científicos chinos llaman la paradoja del ejercicio: mientras que el ejercicio intenso inicialmente desencadena inflamación y estrés oxidativo, el ejercicio de resistencia los suprime a través de la betaína generada por los riñones.
"Actualmente, la betaína se recomienda como complemento nutricional por su capacidad para mejorar el rendimiento anaeróbico y acelerar la recuperación tras practicar HIIT", explica la doctora Gema Flores Monreal, profesora de nutrición deportiva en la Universidad Europea de Madrid, que no ha participado en este estudio. "Estas sesiones exprés, popularizadas hace unos años, aportan beneficios significativos a la salud cardiovascular, optimizan la función mitocondrial y aumentan la resistencia al estrés gracias a estímulos breves pero muy intensos. Sin embargo, también generan un importante impacto fisiológico: elevan los niveles de cortisol, disparan el estrés oxidativo y aumentan los marcadores inflamatorios, sobre todo cuando se realizan más de tres sesiones semanales, no se respetan días de descanso o se descuida la nutrición".
La doctora Flores asegura que el estudio de los investigadores chinos abre también la puerta a un nuevo uso de la betaína en la nutrición deportiva. "Además de mejorar la potencia y la recuperación, como se pensaba hasta ahora, puede reducir la inflamación, el daño oxidativo y la disfunción mitocondrial inducidos por deportes de alta intensidad en cortos intervalos, lo que la convierte en un suplemento ideal para contrarrestar sus posibles efectos adversos", explica.
Mientras los científicos encuentran la fuente de la eterna juventud, los médicos insisten en que una de las mejores maneras de luchar eficazmente contra el envejecimiento a día de hoy es haciendo ejercicio regularmente. Sin embargo, un nuevo estudio asegura haber encontrado un metabolito producido naturalmente por los riñones que puede ayudar a obtener esos beneficios de la actividad física sin necesidad de sudar la camiseta.