Ni F-35 ni B-2: China dice que la mayor amenaza en su contra es esta reliquia de la Guerra Fría
El Ejército chino acaba de publicar un estudio en el que analizan el comportamiento de los aviones más peligrosos de EEUU. Su sorprendente conclusión es que la mayor amenaza está en el viejo bombardero B-52
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Un equipo de investigadores de la Academia de Alerta Temprana de las Fuerzas Aéreas chinas ha realizado un estudio en el que aseguran que la mayor amenaza nuclear aérea del momento es el bombardero B-52 Stratofortress. Un avión de 70 años de antigüedad y reliquia de la Guerra Fría, que resulta ser más peligroso que los actuales F-35 y B-2 por su capacidad de despliegue, penetración y ataque.
Los investigadores han simulado una potencial misión de ataque de las Fuerzas Aéreas estadounidenses sobre flotas navales chinas y objetivos en el interior del país. Para este escenario han usado como amenazas a los cazas furtivos F-35A y a los bombarderos B-2 Spirit, ambos con capacidad nuclear, así como drones que lanzan ataques en enjambre.
Sin embargo, al analizar las capacidades de ataque nuclear de los viejos, aunque modernizados, B-52, los investigadores lo tienen claro: el más actual B-52 tendría el "valor estratégico más alto" en este tipo de misiones y significa la mayor amenaza posible en un ataque nuclear limitado.
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Los investigadores han publicado este análisis, del que se ha hecho eco el South China Morning Post, en la principal revista de seguridad china: Modern Defence Technology.
Ni el F-35 ni el B-2: el B-52 H
Tanto los modernos cazas F-35 como los bombarderos B-2 tienen la capacidad de lanzar bombas nucleares B61-12. Cada una de estas bombas termonucleares tácticas lanzadas desde el aire equivale a 300 toneladas de TNT, una potencia infinitamente menor a la lanzada en Nagasaki por los EEUU, pero suficiente como para “inutilizar los sistemas A2/AD y nodos críticos en caso necesario", aseguran los investigadores.
A2/AD son las siglas en inglés de "Anti-Access/Area Denial", un conjunto de sistemas de defensa (entre los que hay escudos de misiles, submarinos o cazas avanzados) diseñados para impedir o limitar la capacidad de ataque de un adversario.
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"Estas plataformas [F-35 y B-2] con armamento nuclear aumentan la letalidad a través de las ondas expansivas, la penetración de la radiación y la contaminación radiactiva, amplificando significativamente su poder destructivo más allá de los efectos convencionales de fragmentación y penetración", asegura el equipo en el estudio.
Sin embargo, los investigadores resaltan que el B-52 puede transportar cuatro bombas nucleares a la vez, más que cualquier otra plataforma. El artículo se hace eco además del interés de EEUU para rearmar estos aviones. El año pasado, el Congreso estadounidense presentó una moción para restaurar las capacidades nucleares de unos 30 B-52H, la última variante del bombardero. Además, aseguran, las nuevas versiones cuentan ahora con un radar avanzado y capacidades de guerra electrónica de vanguardia que lo hacen aún más escurridizo y letal.
Cómo piensa China impedirlo
Los autores también proponen una serie de estrategias para proteger sus intereses de potenciales ataques. En primer lugar, sugieren aumentar sus capacidades de inteligencia para determinar de antemano si los adversarios de China van a emplear armas nucleares o convencionales en sus ofensivas.
También destacan la necesidad de mejorar las capacidades de guerra electrónica y ciberataque de su Ejército. Estas herramientas se consideran muy eficaces para sabotear los sistemas de navegación y comunicación de plataformas furtivas avanzadas como el F-35A y el B-2.
Curiosamente, y al contrario de lo que proponen otros investigadores militares chinos, el nuevo estudio rechaza el uso de modelos de decisión basados en IA, que son capaces de tomar decisiones mucho más rápido que los humanos, pero que preocupan a los científicos por su falta de transparencia y el efecto “caja negra”. En su lugar, sugieren combinar equipos humanos con modelos de teoría de juegos para no dejar de emplear el juicio humano en la toma de decisiones finales.
Finalmente, el estudio propone el desarrollo por parte de China de misiles hipersónicos capaces de alcanzar objetivos a más de 1.000 km de distancia. Esta tecnología ya estaría al alcance del Ejército de Pekín, según afirma la inteligencia de EEUU, que ve estos avances con gran preocupación. Sobre todo porque ellos se están quedando atrás en esta carrera de velocidad letal que lideran Pekín y, supuestamente, Moscú.
Un equipo de investigadores de la Academia de Alerta Temprana de las Fuerzas Aéreas chinas ha realizado un estudio en el que aseguran que la mayor amenaza nuclear aérea del momento es el bombardero B-52 Stratofortress. Un avión de 70 años de antigüedad y reliquia de la Guerra Fría, que resulta ser más peligroso que los actuales F-35 y B-2 por su capacidad de despliegue, penetración y ataque.