China ya puede lanzar misiles hipersónicos nucleares desde el espacio, dicen sus científicos

Investigadores de la Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación chino acaban de publicar un estudio en el que analizan las capacidades y vulnerabilidades de los misiles planeadores hipersónicos creados por Pekín. Sus conclusiones son sorprendentes. El equipo asegura que los misiles pueden lanzarse desde satélites en el espacio y que logran alcanzar velocidades de hasta 21.000 km/h.

Según explican los investigadores en un estudio de análisis publicado recientemente en la revista científica china, Acta Aeronautica et Astronautica Sinica, las armas hipersónicas desarrolladas en el país asiático pueden viajar a velocidades de hasta Mach 20 y alcanzar objetivos militares en cualquier parte del planeta en solo media hora.

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Algunas variantes de estos misiles pueden incluso lanzarse desde plataformas espaciales, escriben los investigadores, lo que las hace "capaces de reducir drásticamente el tiempo de respuesta y el alcance operativo del sistema de alerta temprana del adversario, aumentando así la probabilidad de éxito de la penetración".

China lidera la carrera hipersónica

El Ejército estadounidense lleva tiempo alarmado con los avances de China en esta carrera de velocidad por las armas del futuro. Lo que más les inquieta es una nueva arma hipersónica desarrollada por Pekín que según ellos “superó los límites de la física”. Los expertos militares norteamericanos aseguran que China no solo lanzó un vehículo hipersónico capaz de maniobrar a cinco veces la velocidad del sonido, sino que, además, este mismo vehículo lanzó a su vez un misil hipersónico en pleno vuelo. Esto es algo inaudito e inexplicable, afirman esas fuentes.

Los misiles planeadores hipersónicos no describen una parábola fija como los misiles balísticos intercontinentales, sino que son transportados por un cohete hasta la órbita baja de la Tierra y luego descienden hacia su objetivo, dibujando una trayectoria variable muy difícil de predecir.

El Pentágono, sin embargo, no tiene ningún tipo de misil hipersónico operativo por el momento. Una de las claves de la ventaja de China en esta carrera está en sus túneles de viento. Pekín ha invertido enormes sumas de dinero en la construcción de una infraestructura de túneles destinada a hacer la competencia a las grandes potencias aeronáuticas mundiales.

Además, el actual secretario de defensa estadounidense, Pete Hegseth, admitió recientemente que "Estados Unidos pierde contra China en todos los juegos de guerra simulados por el Pentágono". Hegseth apuntó a los misiles hipersónicos de Pekín que, según informes de los militares norteamericanos, pueden destruir todos los portaaviones estadounidenses en solo 20 minutos.

Aunque tienen vulnerabilidades

El nuevo estudio, del que ha informado el diario hongkonés, South China Morning Post, reconoce también algunos puntos débiles en su tecnología hipersónica. Uno de ellos es que dejan demasiada huella infraroja, lo que facilita la detección por los radares enemigos a larga distancia y los hace más vulnerables.

También, señala el equipo, tienen problemas de comunicación durante las fases terminales y cuentan con una limitada maniobrabilidad debido a una resistencia a la sobrecarga muy baja. Los vehículos de planeo de reentrada, explican, maniobran en el espacio cercano con sobrecargas de tres a cinco veces la fuerza de la gravedad, provocando "grandes saltos o balanceos en cortos espacios de tiempo".

Los investigadores admiten que el sistema estadounidense de defensa contra misiles balísticos —formados por una red multicapa que integra radares de alerta temprana, satélites de infrarrojos e interceptores como Patriot-3, THAAD-ER, Standard Missile-6 y los nuevos "interceptores de fase de planeo"— cubren altitudes de interceptación de 15-100 km, y hacen que estos misiles sean vulnerables durante las fases de vuelo intermedia y final.

El estudio propone solventar estos problemas mediante el uso de la inteligencia artificial que permita a estas armas tomar sus propias decisiones. También hablan del empleo de la técnica de estimación bayesiana para modelar las amenazas de zonas de exclusión aérea y optimizar la planificación de trayectorias. Además, anima al los ingenieros chinos crear un diseño de trayectoria que les permita mejorar sus capacidades furtivas y "retrasar la detección enemiga, degradar la precisión del seguimiento y aumentar las probabilidades de penetración".