La OTAN prepara un nuevo escudo aéreo entre Polonia y Noruega para detener a Rusia
Varios países europeos han empezado a trabajar en un proyecto llamado "Muro de Drones", una red de drones de vigilancia y sistemas de defensa que va desde Noruega hasta Polonia
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La falta de confianza en Donald Trump por su acercamiento a las posiciones del Kremlin está haciendo que Europa empiece a moverse para a evitar la dependencia de EEUU en materia de seguridad. Varios países del este del continente pertenecientes a la OTAN están trabajando en un proyecto llamado Dron Wall (muro de drones), una red permanente de drones de vigilancia y defensa que se extenderá desde Noruega hasta Polonia, cubriendo una distancia aproximada de 3.000 kilómetros.
El Dron Wall es una iniciativa liderada por Alemania en la que participan otros países europeos como Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Polonia y Noruega. El canciller entrante de Alemania, Friedrich Merz, está apostando por acelerar el rearme de su país ante lo que ha denominado "la amenaza de Rusia".
El nuevo muro de drones está diseñado para mejorar las capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) a tiempo real en el frente oriental de Europa. El objetivo: lograr una respuesta rápida ante potenciales incursiones rusas.
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La iniciativa no tiene fecha de finalización, pero, según dicen sus promotores, podría construirse en solo 12 meses. "Integrando tecnología punta, medidas de defensa comunes e innovación rápida, podemos crear una solución eficaz de varios niveles que ayude a garantizar la resistencia de Europa frente a amenazas y agresores externos", explicaba en un comunicado, Defence Estonia, un consorcio de empresas de seguridad estonio que participará en el nuevo escudo de defensa.
Un muro de drones real
Dron Wall no es solo un nombre, sus creadores quieren desarrollar un sistema que pueda detectar y neutralizar amenazas de manera permanente. "No se trata de un muro simbólico. Se trata de uno real", asegura para Newsweek, Martin Karkour, Jefe de Ventas de Quantum Systems, una de las principales empresas alemanas implicadas.
El escudo intentará evitar las amenazas de la guerra híbrida empleadas por Rusia en Ucrania, como incursiones de drones, interferencias de GPS o actividades clandestinas en las fronteras.
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El sistema estará compuesto por varias capas: contará con drones de reconocimiento con inteligencia artificial, sensores terrestres, plataformas móviles contra drones y vigilancia por satélite. Los datos recabados por el muro proporcionarán información de inteligencia precisa a las fuerzas de la OTAN.
Karkour dice que la tecnología necesaria para su fabricación ya está disponible y que el proyecto depende ahora de la coordinación política a nivel de la UE o la OTAN para seguir adelante. "Los sistemas de fabricación europea garantizan la autonomía estratégica y mantienen los datos sensibles bajo control europeo", afirma. Su empresa fabrica actualmente varios centenares de drones al mes, algunos de ellos optimizados para misiones de vigilancia de larga duración en entornos tan complicados como los del frente de batalla.
El otro muro báltico
Mientras se construye el Dron Wall, Estonia, Letonia y Lituania trabajan para complementar el nuevo escudo aéreo con sistemas de defensa más tradicionales. Se trata de la Baltic Defense Line (Línea de Defensa del Báltico), una iniciativa que contará con más de 1.000 búnkeres de hormigón desplegados a lo largo de sus fronteras con Rusia y Bielorrusia. Además de los búnkeres, se construirán también trincheras, barreras antitanque, campos de minas y depósitos de munición.
Por ahora, Estonia ya ha construido tres prototipos de búnkeres que fueron probados en 2024 y que podrían estar listos para la producción durante este mismo año. Mientras tanto, Letonia ya ha desplegado bloques de hormigón anti-tanque y construido trincheras.
Sin embargo, levantar el muro, según está planeado, llevará todavía 10 años. Portavoces de los gobiernos implicados admiten que su escudo terrestre puede llegar demasiado tarde. Temen, según informa The Telegraph, que un acuerdo de paz en Ucrania dirija rápidamente la atención del Kremlin hacia la parte más expuesta del flanco oriental de la OTAN.
"Vladimir Putin no nos va a dejar esperar esos 10 años", afirmó Gabrielius Landsbergis, ministro de Asuntos Exteriores de Lituania hasta noviembre, al medio británico. "El momento más peligroso para el Báltico será inmediatamente después de un alto el fuego en Ucrania".
La falta de confianza en Donald Trump por su acercamiento a las posiciones del Kremlin está haciendo que Europa empiece a moverse para a evitar la dependencia de EEUU en materia de seguridad. Varios países del este del continente pertenecientes a la OTAN están trabajando en un proyecto llamado Dron Wall (muro de drones), una red permanente de drones de vigilancia y defensa que se extenderá desde Noruega hasta Polonia, cubriendo una distancia aproximada de 3.000 kilómetros.