Es noticia
China crea un nuevo tipo de bomba no nuclear: una bola de fuego de enorme poder
  1. Tecnología
  2. Novaceno
Es de hidrógeno pero no de fusión

China crea un nuevo tipo de bomba no nuclear: una bola de fuego de enorme poder

Científicos chinos han usado un nuevo proceso industrial para fabricar una bomba cuyo poder destructivo es enorme sin llegar a ser un arma de fusión nuclear

Foto: Imagen de la explosión de una bomba nuclear.
Imagen de la explosión de una bomba nuclear.

China ha desarrollado una bomba de hidrógeno con una potencia térmica sin precedentes capaz de generar una bola de fuego de más de 1.000 grados centígrados durante más de dos segundos, una duración quince veces mayor que la de una detonación equivalente de TNT. La bomba no es nuclear, por lo que no está sujeta a ningún tratado.

Según un estudio publicado en el diario científico Journal of Projectiles, Rockets, Missiles and Guidance por los investigadores del Instituto 705 de la Corporación Estatal de Construcción Naval de China (CSSC), la nueva bomba es capaz de desencadenar reacciones químicas en cadena con efectos térmicos devastadores con sólo dos kilogramos de su explosivo, hidruro de magnesio.

Foto: Lanzamiento del la misión Starlink 6-73. (SpaceX)

Cómo funciona

El hidruro de magnesio (MgH₂) es un compuesto en polvo que almacena hidrógeno en estado sólido con una densidad superior a la de los depósitos presurizados. Al activarse con explosivos convencionales, el material sufre una descomposición térmica rápida, liberando gas hidrógeno que, al mezclarse con el aire, se inflama en una combustión autosostenida. “La ignición requiere mínima energía, tiene un amplio radio de explosión y genera llamas de propagación rápida y extensa”, según el científico principal del proyecto Wang Xuefeng.

El estudio detalla que la onda expansiva del experimento alcanzó una sobrepresión máxima de 428,43 kilopascales a dos metros de distancia —un 40% de la fuerza del TNT— pero con un alcance térmico muy superior. La bola de fuego, capaz de fundir aleaciones de aluminio, mantuvo su intensidad gracias a un ciclo sinérgico: las ondas de choque fracturan el hidruro en partículas microscópicas, liberando más hidrógeno, cuya combustión genera calor que acelera la descomposición del material restante. Este mecanismo permite “una destrucción uniforme en áreas extensas”, según el equipo.

placeholder Una imagen de la explosión.
Una imagen de la explosión.

Como apunta el diario hongkonés South China Morning Post, la producción de hidruro de magnesio a la escala necesaria para hacer bombas a nivel industrial estaba antes limitada a laboratorios y a unos pocos gramos. Pero los científicos del Instituto de Física Química de Dalian han sido capaces de desarrollar un sistema de síntesis en ‘una sola etapa’ que, según la Academia China de Ciencias, reduce los costes de manera radical y hace posible su fabricación en grandes cantidades. Y lo que es aún más importante, reduce la posibilidad de accidente, el principal problema de la producción de un material que puede estallar con la mera exposición al aire.

A partir de ese método de fabricación, China inauguró el año pasado una planta en Shaanxi, al noroeste del país, con una sorprendente capacidad anual de 150 toneladas. Además de aplicaciones militares, Pekín usará este material para usar en celdas de combustible en submarinos y drones de larga autonomía por su alta densidad en hidrógeno.

Armas mortíferas no atómicas

Nadie tiene un arma de esta clase todavía, pero otros países han desarrollado bombas de alta potencia no nucleares, algunas usadas en conflictos recientes. Una enorme explosión en Volchansk, en Járkov, Ucrania, se atribuyó a una ODAB-9000 rusa, un artefacto termobárico con una fuerza equivalente a 44 toneladas de TNT. Estados Unidos tiene la GBU-43/B MOAB, apodada la "madre de todas las bombas", el artefacto no nuclear más potente de su arsenal, capaz de generar una explosión equivalente a la de la ODAB-9000 y alcanzar temperaturas de hasta 3.000 grados centígrados. Los norteamericanos la usaron en Afganistán contra las redes de túneles de Al-Qaeda, unos ataques que marcaron su debut en combate.

placeholder La GBU-43 B Massive Ordnance Air Blast (MOAB) de los estadounidenses. (US Army)
La GBU-43 B Massive Ordnance Air Blast (MOAB) de los estadounidenses. (US Army)

Las armas termobáricas —conocidas coloquialmente como "bombas de vacío" o "explosivos aire-combustible"— constituyen una categoría de armamento no nuclear cuyo poder destructivo reside en la utilización del oxígeno atmosférico para generar explosiones de elevadas temperaturas y presión. Su funcionamiento se articula en dos fases sucesivas: una primera carga se encarga de dispersar un combustible en forma de aerosol sobre el objetivo; a continuación, una segunda detonación provoca la ignición de esta mezcla, lo que resulta en una onda expansiva de gran magnitud y un vacío significativo debido al consumo del oxígeno circundante. El vacío hace que el aire circundante entre a gran velocidad en ese núcleo de la explosión, quemándose y generando un calor que desintegra todo ser vivo en su radio de acción. Esta particularidad operativa las convierte en instrumentos especialmente letales en entornos confinados, como búnkeres subterráneos o las calles de las ciudades.

Otras naciones también poseen o están desarrollando capacidades termobáricas. India cuenta con un arsenal de estas armas, aunque los detalles específicos son de dominio reservado. Israel tiene el SMAW-NE, un cohete termobárico principalmente destinado a la desactivación de campos minados, con efectos colaterales limitados en entornos civiles, aseguran. Irán también trabaja en el desarrollo de esta tecnología. Pero ningún país ha anunciado una bomba de la misma clase que la china.

China ha desarrollado una bomba de hidrógeno con una potencia térmica sin precedentes capaz de generar una bola de fuego de más de 1.000 grados centígrados durante más de dos segundos, una duración quince veces mayor que la de una detonación equivalente de TNT. La bomba no es nuclear, por lo que no está sujeta a ningún tratado.

Defensa