Trump revive al nuevo caza 'invisible' de EEUU para plantar cara a China en el Pacífico
El anuncio del contrato se produce tras meses de incertidumbre sobre el programa que llevaron a una pausa y a los supuestos avances de China que acaba de mostrar un avión de 6ª generación en vuelo
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Tras un tiempo en coma, el caza del futuro de EEUU ha vuelto a la vida. Lo ha anunciado hoy mismo desde el despacho oval de la Casa Blanca, Donald Trump, que ha otorgado a Boeing el multimillonario contrato para su desarrollo. El caza ‘invisible’ de sexta generación se llamará F-47 y está llamado a cambiar para siempre el combate aéreo. Las Fuerzas Aéreas de EEUU esperan tenerlo a su disposición durante la próxima década.
Boeing era junto con Lockheed Martin la única compañía que participaba en el concurso público para lograr el contrato del programa del caza Next Generation Air Dominance (NGAD). Ambas compañías presentaron sus diseños preliminares en 2024, y es probable que el ganador sea uno de esos diseños o una evolución del mismo, en función de los resultados de la revisión del programa.
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Una decisión sorprendente
El nuevo contrato de desarrollo de ingeniería y fabricación del NGAD está estimado en unos 20.000 millones de dólares. Si el concepto del avión original no cambia, se calcula que producir cada uno de estos cazas costará más de 300 millones de dólares.
El ganador podría haberse anunciado ya a finales de 2024, pero el anterior Secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, optó por dejar la decisión a la próxima administración, ya que "podría querer algún análisis adicional" y porque el nuevo presidente "tendría que vivir con la elección" durante mucho tiempo.
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— U.S. Air Force (@usairforce) March 21, 2025
La elección de Boeing es sorprendente. Sobre todo porque el propio Trump había arremetido contra la empresa recientemente por el retraso en la construcción de dos nuevos aviones Air Force One. Además, la compañía se encuentra en estos momentos en plena crisis por los numerosos desastres que se acumulan tanto en su negocio comercial como en el de defensa.
La nave espacial Starliner de Boeing sufrió una serie de fallos que dejaron a dos astronautas atrapados durante meses en la Estación Espacial Internacional. Además, sus aviones comerciales han sufrido numerosos accidentes y un acumulado de varios años de pérdidas han provocado decenas de miles de despidos y huelgas de sus trabajadores por su situación laboral.
En cuanto a su división de defensa, la empresa anunció en 2023 que iba a cerrar la línea F/A-18E/F Super Hornet para centrarse en el desarrollo de reactores de combate avanzados. Boeing sigue, junto con Northrop Grumman, en la carrera por desarrollar el F/A-XX de la Armada estadounidense y sigue produciendo el F-15 Advanced Eagles y el avión de entrenamiento T-7 del Ejército del Aire. El nuevo contrato será un salvavidas, al menos parcial, para la compañía.
El F-47, el caza del futuro del presidente 47
El F-47 tiene un nombre que se salta el orden numeral establecido por el Tri-Service Aircraft Designation System creado en 1962. Aunque en los últimos años también ha habido saltos en la numeración: se pasó del F-22 al F-35, por ejemplo. Pero da la casualidad de que el 47 es también el número que corresponde a Trump como presidente número 47 de los Estados Unidos. El mismo Trump ha afirmado durante el anuncio que el nombre viene de los generales y calificó el 47, como un “hermoso número”.
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Si Boeing consigue llevar el diseño a buen puerto, el F-47 reemplazará a la flota de F-22 Raptor en la década de 2030. Al igual que todos los aviones de combate de sexta generación, el nuevo caza de EEUU tendrá un diseño que le permite eliminar las superficies de control tradicionales (timones, alerones y aletas de cola) y eliminar los reflejos de radar y firmas térmicas.
Además, los nuevos motores adaptativos avanzados que están desarrollando para propulsarlos, les permitirán una mayor maniobrabilidad y alcance, operar lejos de sus bases y penetrar en espacios aéreos fuertemente defendidos. El caza contará también con la posibilidad de llevar mayor carga útil, electrónica avanzada y otras capacidades para la guerra electrónica, como el enmascaramiento por infrarrojos y los láseres.
Pero el programa NGAD va más allá del F-47. También incluye el desarrollo de aviones no tripulados CCA (Collaborative Aircraft) con un alto grado de autonomía, así como nuevos motores a reacción, armas, conjuntos de guerra electrónica, sensores, ecosistemas de redes, capacidades de gestión de batallas y otras tecnologías de vanguardia.
Miedo a los avances de China
El caza del NGAD está diseñado con la idea de mantener el dominio aéreo ante un posible conflicto con China en la región del Indo-Pacífico.
"Probamos un montón de opciones diferentes, y no había ninguna más viable que el NGAD para lograr la superioridad aérea en este entorno altamente disputado", dijo a principios de este mes el general de división Joseph Kunkel, director de Diseño de Fuerzas, Integración y Wargaming de la Fuerza Aérea estadounidense.
China ha mostrado avances significativos en los últimos tiempos, aunque, como es habitual en Pekín, rodeados de un gran secretismo. Hace pocos meses, sorprendieron al mundo al dejar que se vean en el aire dos de sus nuevos aviones con unas características propias de las aeronaves de combate de sexta generación. Esta semana, uno de ellos volvió a aparecer, aunque por el momento el gobierno chino sigue sin dar explicaciones precisas de lo que es.
No sabemos cómo está de adelantado en realidad el programa de aviones de sexta generación chino. EEUU también hizo volar uno de sus prototipos más avanzados, pero, por lo que conocemos, todavía sigue en desarrollo. Sin embargo, investigadores de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa (NUDT) de China aseguran en un reciente estudio tener pruebas de su ventaja en esta carrera por el avión de combate del futuro.
Según pase el tiempo y vayamos viendo las pruebas del F-47 en vuelo, podremos saber si los investigadores chinos tienen razón o si la tecnología estadounidense sigue estando a la vanguardia mundial.
Tras un tiempo en coma, el caza del futuro de EEUU ha vuelto a la vida. Lo ha anunciado hoy mismo desde el despacho oval de la Casa Blanca, Donald Trump, que ha otorgado a Boeing el multimillonario contrato para su desarrollo. El caza ‘invisible’ de sexta generación se llamará F-47 y está llamado a cambiar para siempre el combate aéreo. Las Fuerzas Aéreas de EEUU esperan tenerlo a su disposición durante la próxima década.