Los satélites europeos que pueden cortocircuitar el intento de Trump de cegar a Ucrania

Después del sonoro encontronazo de la semana pasada entre Donald Trump y Volodímir Zelenski, EEUU continúa amenazando a Ucrania con retirar piezas clave de su apoyo militar. Ahora le ha tocado el turno a la inteligencia recabada por satélite. Trump parece haber ordenado dejar de compartir su inteligencia espacial con Ucrania, al menos parcialmente, para obligar a Kiev a firmar la paz. Esta es un arma fundamental para que el Ejército ucraniano pueda protegerse de los ataques rusos y monitorice los movimientos enemigos en el campo de batalla, pero los satélites europeos son lo suficientemente capaces de sustituir en esta tarea a los estadounidenses.

Tras la congelación del envío de armas, Donald Trump sigue presionando a Ucrania para poner fin al conflicto iniciado con la invasión rusa con un nuevo recorte en su ayuda militar. Cuando CBS News preguntó al asesor de seguridad nacional Mike Waltz directamente sobre el intercambio de inteligencia con Kiev, este afirmó: "Estamos haciendo una pausa, evaluando, analizando todo a través de nuestra relación de seguridad".

Los satélites estadounidenses han ayudado a las tropas de Kiev, a sus drones y a sus municiones a navegar y comunicarse. También a detectar los movimientos de las fuerzas rusas y a localizar sus puestos de mando interfiriendo sus comunicaciones. Pero ahora, esa ayuda se ha cortado en seco y Ucrania no tiene capacidad para acceder a la inteligencia espacial por sí sola.

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“Es bastante malo”, declaró a la CNN una fuente familiarizada con el intercambio de información de inteligencia entre Estados Unidos y Ucrania. “Combinado con el cese de la asistencia militar y la ayuda extranjera, prácticamente garantiza una victoria rusa sin necesidad de que haya un acuerdo de paz”.

La solución está en Europa

El bloqueo de Trump a la inteligencia espacial va a complicar enormemente la capacidad de respuesta de Ucrania en la guerra, pero los satélites americanos no son los únicos orbitando la zona. Europa tiene menos satélites que EEUU, pero con capacidades similares, además cuentan con el apoyo de los satélites comerciales.

La propia Ucrania alquiló por 17 millones de dólares un satélite de vigilancia por radar a la firma finlandesa Iceye en 2022. Como apunta el analista sobre Ucrania de Forbes, también cuenta con la ayuda de Alemania, que contrató a la empresa germana Rheinmetall y a Iceye para que ampliaran las capacidades de vigilancia espacial sobre Ucrania.

Holanda también pagó a la empresa espacial de Colorado, Maxar, para tener acceso a sus satélites que fotografían con frecuencia prácticamente toda la superficie de la Tierra. Los neerlandeses firmaron un acuerdo en 2024 con Ucrania para compartir información, aunque Kiev también cuenta con el apoyo de las principales potencias espaciales europeas: el Reino Unido, Italia y Francia.

Polonia también ayuda a Ucrania en esta materia, pero lo hace con los Starlink propiedad de Elon Musk. Sin embargo, EEUU ha amenazado recientemente con retirar el sistema de internet satelital de Musk del territorio ucraniano. En 2024, Ucrania contaba con unos 42.000 terminales activos Starlink en el país, de los cuales la mitad están financiados por Polonia.

Pero, a pesar de la falta de confianza del gobierno de Zelenski en Musk, "perder Starlink cambiaría las reglas del juego" para Ucrania, asegura Melinda Haring, analista del think tank estadounidense, Atlantic Council. Por su parte, el experto en tecnología y asesor técnico del Consejo Electoral neerlandés, Bert Hubert, aseguraba que "si puedes elegir, tienes que alejarte de Estados Unidos. Toda forma de dependencia es un peligro enorme".

Los satélites europeos

El sonoro encontronazo entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, tuvo un efecto colateral inesperado en uno de los competidores de Starlink: la compañía francesa Eutelsat cuadruplicó el precio de sus acciones en bolsa.

Eutelsat —que se fusionó con la británica OneWeb— se ha convertido en la única constelación de satélites operativa de cobertura mundial junto con Starlink. La compañía asegura que sus 630 satélites en la órbita baja terrestre —muchos menos que los 7.000 que tiene la compañía de Musk— son suficientes para prestar un servicio similar al de Starlink en Europa.

Eutelsat asegura estar ya prestando apoyo a las comunicaciones gubernamentales e institucionales en Ucrania, y, según explicó a Reuters, puede ofrecer una alternativa para determinadas aplicaciones gubernamentales y de defensa.

Otras opciones europeas son los satélites de la empresa luxemburguesa SES, que ofrece algunos servicios de internet por satélite a la OTAN. También está Govsatcom, la red común de satélites europeos, por la que ya se ha interesado el gobierno ucraniano. Aunque esta tecnología no estará operativa hasta la década de 2030.